Como madre, abuela y ahora incluso como bisabuela tengo muchas compras que hacer en estas fiestas. Se trata de una época del año muy bulliciosa y es mucho lo que me encantaría comprar. Como muchas otras mujeres, no tengo suficiente dinero para comprar todo lo que me gustaría, así que debo pensármelo mucho antes de […]
Como madre, abuela y ahora incluso como bisabuela tengo muchas compras que hacer en estas fiestas. Se trata de una época del año muy bulliciosa y es mucho lo que me encantaría comprar. Como muchas otras mujeres, no tengo suficiente dinero para comprar todo lo que me gustaría, así que debo pensármelo mucho antes de comprar.
Debo pensar qué comprar y dónde hacerlo. La calidad y un precio razonable son consideraciones a tener en cuenta, pero no las únicas. Quiero que mis elecciones sean para bien de mi familia y mi comunidad, y las mujeres son una parte muy importante de mi comunidad.
Así que, a pesar del atractivo de los bajos precios. Me uniré a otras mujeres de Seattle el jueves para urgir a los consumidores a que se lo piensen antes de comprar en Wal-Mart.
No compraré en Wal-Mart porque esta empresa es en verdad mala para las mujeres.
Por supuesto que la discriminación contra las mujeres es algo común en las empresas de los corporatizados Estados Unidos y no puedo garantizar que cada sitio en donde compro traten bien a las mujeres. Pero Wal-Mart es la empresa que más ocupación tiene de todo el mundo y una de las que peor maltratan a sus mujeres trabajadoras en los Estados Unidos.
No se trata solamente de que Wal-Mart no pague un salario digno; es que paga a las mujeres incluso menos que a los hombres en el mismo puesto de trabajo. Las mujeres constituyen más del 70 por ciento de los empleados por horas, pero menos de una tercera parte de sus cuadros. Y solamente una de sus 20 principales directivos es mujer. Y en el año 2001, las pocas mujeres que llegaron a cargos de responsabilidad ganaron 14.500 dólares menos que sus homólogos masculinos. Las trabajadoras por horas ganaron 1.100 dólares menos que los hombres. Estas son algunas pocas de las razones de por qué Wal-Mart es objeto de la mayor demanda popular que nunca ha habido en este país. La demanda representa a más de 1,5 millones de empleados actuales y antiguos de Wal-Mart y su filial Sam’s Club.
Pero la cosa no queda ahí. Aquel año Wal-Mart instituyó un tope salarial a sus empleados de forma que no puedan ganar más de este límite. Wal-Mart ahora usa más trabajadores a tiempo parcial. Si se trabaja menos de 34 horas a la semana, debe esperarse un año para tener derecho al seguro de sanidad e, incluso entonces, los hijos no están cubiertos. Los trabajadores a tiempo completo deben esperar 180 días para disponer de los beneficios sanitarios. Esto es, debe esperarse seis meses para que un trabajador o sus hijos puedan ir al médico, incluso si se trata de una emergencia. Si dentro de las personas afortunadas hubiera una mujer y pudiera permitirse la compra de un seguro, esta mujer sabría inmediatamente que en su asistencia sanitaria la anticoncepción no está cubierta.
Las mujeres somos las compradoras en este país. En particular nosotras somos las que nos responsabilizamos de comprar los productos básicos como la comida, la ropa, los zapatos, el material escolar, el papel de váter y los juguetes. Estas son las ventas de Wal-Mart. Si elijo ahorrar dinero en algún producto haciendo la compra en Wal-Mart donde la mujer que me atiende no puede permitirse la guardería, ni la asistencia sanitaria, comida o incluso los anticonceptivos que quizás aumentaría su familia más allá de lo que ella puede permitirse, yo la estoy perjudicando a ella y a otras muchas mujeres. Y ello no es bueno para mi, mi familia o mi comunidad.
Sé que muchas de las mujeres que trabajan en Wal-Mart están agradecidas porque tienen un puesto de trabajo, aunque sea uno que está mal pagado y que las maltrata. Pero no es una razón suficiente para cruzarme de brazos y permitir que el abuso continúe.
Juntas podemos cambiar Wal-Mart. Por favor, piénsalo antes de hacer tu compra. Si quieres saber algo más de nuestro trabajo, puedes verlo en h ttp://www.now.org/issues/wfw/wal-mart.html
Debo pensar qué comprar y dónde hacerlo. La calidad y un precio razonable son consideraciones a tener en cuenta, pero no las únicas. Quiero que mis elecciones sean para bien de mi familia y mi comunidad, y las mujeres son una parte muy importante de mi comunidad.
Así que, a pesar del atractivo de los bajos precios. Me uniré a otras mujeres de Seattle el jueves para urgir a los consumidores a que se lo piensen antes de comprar en Wal-Mart.
No compraré en Wal-Mart porque esta empresa es en verdad mala para las mujeres.
Por supuesto que la discriminación contra las mujeres es algo común en las empresas de los corporatizados Estados Unidos y no puedo garantizar que cada sitio en donde compro traten bien a las mujeres. Pero Wal-Mart es la empresa que más ocupación tiene de todo el mundo y una de las que peor maltratan a sus mujeres trabajadoras en los Estados Unidos.
No se trata solamente de que Wal-Mart no pague un salario digno; es que paga a las mujeres incluso menos que a los hombres en el mismo puesto de trabajo. Las mujeres constituyen más del 70 por ciento de los empleados por horas, pero menos de una tercera parte de sus cuadros. Y solamente una de sus 20 principales directivos es mujer. Y en el año 2001, las pocas mujeres que llegaron a cargos de responsabilidad ganaron 14.500 dólares menos que sus homólogos masculinos. Las trabajadoras por horas ganaron 1.100 dólares menos que los hombres. Estas son algunas pocas de las razones de por qué Wal-Mart es objeto de la mayor demanda popular que nunca ha habido en este país. La demanda representa a más de 1,5 millones de empleados actuales y antiguos de Wal-Mart y su filial Sam’s Club.
Pero la cosa no queda ahí. Aquel año Wal-Mart instituyó un tope salarial a sus empleados de forma que no puedan ganar más de este límite. Wal-Mart ahora usa más trabajadores a tiempo parcial. Si se trabaja menos de 34 horas a la semana, debe esperarse un año para tener derecho al seguro de sanidad e, incluso entonces, los hijos no están cubiertos. Los trabajadores a tiempo completo deben esperar 180 días para disponer de los beneficios sanitarios. Esto es, debe esperarse seis meses para que un trabajador o sus hijos puedan ir al médico, incluso si se trata de una emergencia. Si dentro de las personas afortunadas hubiera una mujer y pudiera permitirse la compra de un seguro, esta mujer sabría inmediatamente que en su asistencia sanitaria la anticoncepción no está cubierta.
Las mujeres somos las compradoras en este país. En particular nosotras somos las que nos responsabilizamos de comprar los productos básicos como la comida, la ropa, los zapatos, el material escolar, el papel de váter y los juguetes. Estas son las ventas de Wal-Mart. Si elijo ahorrar dinero en algún producto haciendo la compra en Wal-Mart donde la mujer que me atiende no puede permitirse la guardería, ni la asistencia sanitaria, comida o incluso los anticonceptivos que quizás aumentaría su familia más allá de lo que ella puede permitirse, yo la estoy perjudicando a ella y a otras muchas mujeres. Y ello no es bueno para mi, mi familia o mi comunidad.
Sé que muchas de las mujeres que trabajan en Wal-Mart están agradecidas porque tienen un puesto de trabajo, aunque sea uno que está mal pagado y que las maltrata. Pero no es una razón suficiente para cruzarme de brazos y permitir que el abuso continúe.
Juntas podemos cambiar Wal-Mart. Por favor, piénsalo antes de hacer tu compra. Si quieres saber algo más de nuestro trabajo, puedes verlo en h ttp://www.now.org/issues/wfw/wal-mart.html