En San Miguel del Oeste, una ciudad de Santa Catarina muy próxima a la frontera con Misiones, varios cientos de partidarios del presidente Bolsonaro hicieron el saludo hitlerista mientras cantaban el himno. Eligieron juntarse frente al cuartel del 14º Regimiento de Caballería Mecanizada para exigir que el ejército de un golpe de Estado.
En el día de los difuntos, el nazismo tropical volvió a brotar de las alcantarillas brasileñas en Santa Catarina. En San Miguel del Oeste, una ciudad de ese estado muy próxima a la frontera con Misiones, varios cientos de golpistas hicieron el saludo hitlerista mientras cantaban el himno. Eligieron juntarse frente al cuartel del 14º Regimiento de Caballería Mecanizada. A sus puertas y frente a un tanque en desuso se filmaron festejando la ocurrencia delictiva. Fueron a exigir la participación del ejército en el movimiento desestabilizador que no reconoce la victoria electoral de Lula. El hecho, que por su gravedad motivó la intervención del Ministerio Público Fiscal, se dio en la tercera jornada de agitación con cortes de ruta y movilizaciones que llevan adelante los partidarios del presidente Jair Bolsonaro.
Si bien disminuyó la cantidad de piquetes producidos en su mayoría por camioneros, según Folha de San Pablo continuaban en quince estados. La demorada y casi condescendiente presencia de la Policía Federal de Carreteras (PRF) -colonizada por el oficialismo-, disuadió en algunos casos y en otros reprimió a los bolsonaristas que pedían un golpe de Estado cuando se lo ordenó el Tribunal Supremo Federal (TSF).
Su jefe, Silvinei Vasques, fue sugerido para el cargo por uno de los hijos del presidente, Flavio. Su foja de servicios está demasiado sucia. Lo investigó la Justicia por cobrar coimas, amenazas de muerte y otros delitos que fueron prescribiendo. Tantas fechorías y delitos contiene su ficha policial que el gobierno decretó “sigilo” por cien años sobre su trayectoria como funcionario cuando el medio digital Metrópoles pidió información sobre él.
Vasques había llegado a la dirección de la PRF en abril de 2021 y se le concedió cada vez más poder de financiamiento gracias a los orçamentos (presupuestos) secretos. No sorprendió entonces que llamara a votar por Bolsonaro desde sus redes sociales y montara operativos en el Nordeste del país para impedir que los seguidores de Lula participaran en la elección. Ahora tendrá que responder ante el Ministerio Público Federal (MPF) por crímenes contra el estado democrático y prevaricato.
Las manifestaciones que empezaron el domingo 30 por la noche para rechazar el resultado de la votación no fueron espontáneas. Se armaron al menos dos semanas antes por Telegram y Whatsapp, y además las difundieron en Youtube personajes como el militar retirado Durval Ferreira o ciertos espacios de la ultraderecha con miles de seguidores en las redes: la Confederación de la Derecha Brasileña, Conservadores, el grupo Renato Barros y la sociedad civil OCS, entre otros.
En la periferia de esta ciudad, el corte principal de rutas se produjo entre la noche del 30 y la madrugada del 31 cuando se interrumpió el tránsito en la autopista que lleva hacia el aeropuerto de Guarulhos. Decenas de vuelos tuvieron que ser demorados o cancelados. Ya sobre el mediodía del lunes, los golpistas se corrieron a un costado de la autovía y permanecieron ahí vestidos con sus camisetas de la selección brasileña y banderas verdes y amarillas.
Los camioneros que bloquearon caminos fueron en muchos casos multados, otros festejados por la Policía Militar – como se vio en San Pablo cuando cuatro uniformados les hicieron la venia a los golpistas – y en las últimas 24 horas se notó que los cortes empezaban a disminuir. En Minas Gerais pasaron de 12 a 8, en Río Grande do Sul la Policía reportó que no quedaba ninguno, pero hubo una excepción: Santa Catarina. El estado cuyas playas eligen cada verano decenas de miles de argentinos, desde Florianópolis a Camboriú.
Bolsonaro sacó en Santa Catarina el 69 por ciento de los votos. El valle de Itajaí es el Lebensraum o espacio vital alemán, un enunciado que surge de la doctrina de colonización hitleriana de los años 30 y 40 en Brasil. En esa región del sur se levanta la ciudad serrana de Blumenau, célebre por su festival de la cerveza.
En 2018, Jair Bolsonaro sacó el 83,95 por ciento de los votos en la segunda vuelta que lo llevó a la presidencia contra el 16,05 de Fernando Haddad del PT. No fue casualidad que ganara con esa diferencia hace cuatro años y que ahora volviera a imponerse con amplitud. La primera célula nazi en el país se fundó ahí en 1928. Como se vio este miércoles en San Miguel del Oeste, el ideario del führer hizo germinar las semillas que sus ancestros plantaron en la región.
Cuando el grupo de mujeres y hombres se instaló sobre la BR-163 frente al cuartel de la Caballería Mecanizada, empezó a cantar el himno brasileño y en simultáneo mantuvo el brazo derecho en alto que simboliza el saludo nazi. No son pocos los que se ven haciéndolo. Las imágenes fueron tomadas desde lo que podría ser la parte superior de un vehículo. El portador del celular hace un paneo de cámara que retrata la situación ahora en manos de la Justicia. La fiscalía del Estado empezó una investigación para identificar a los golpistas simpatizantes del nazismo.
A última hora se dirigió a todos los que bloquearon carreteras el presidente Bolsonaro. “Quiero pedirles que desbloqueen las rutas, no es legal el cierre de autovías…” les sugirió en un video de 2 minutos donde también habló de la legitimidad de las protestas. Se despidió con un comentario sobre cómo estimuló el sentimiento patriótico en los cuatro años de su gobierno, los colores verde y amarillo de la bandera y la defensa de la familia y la libertad. Casi un anticipo de su despedida. Un balance que no terminará como hubiera deseado pero que con su silencio de casi dos días despertó los peores sentimientos antidemocráticos.
Fuente: https://gustavojveiga.wordpress.com/2022/11/03/nazismo-y-golpismo-pro-bolsonaro/
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