Recomiendo:
0

Neoliberalismo a la chilena

Fuentes: Rebelión

«En Chile, el neoliberalismo, variante del capitalismo se convirtió en un experimento, donde a diferencia de otros países, la supremacía del mercado se instaló sin contrapeso». La brusca transformación de un Estado de economía mixta en uno «subsidiario,» que delega al máximo prácticamente todos los aspectos de la actividad nacional a capitalistas privados, incluidas la […]

«En Chile, el neoliberalismo, variante del capitalismo se convirtió en un experimento, donde a diferencia de otros países, la supremacía del mercado se instaló sin contrapeso».

La brusca transformación de un Estado de economía mixta en uno «subsidiario,» que delega al máximo prácticamente todos los aspectos de la actividad nacional a capitalistas privados, incluidas la Educación, la Salud y las Pensiones.

Los neoliberales chilenos citan las más felices cifras macroeconómicas para defender el experimento, sin reparar en las más importantes, aquellas que reflejan, para empezar, nuestras dramáticas desigualdades sociales.

Hoy en Chile el término ‘esclavo’ se cambió por el término ‘trabajador’, donde en vez de darles alojamiento y alimentación, se les entrega una remuneración de 300 mil pesos mensuales, lo que crea un mercado de esclavos. La Organización Internacional del Trabajo, calificó tales atrocidades que se practican en Chile, simplemente como «trabajo de esclavos.»

El objetivo de la Junta Militar era terminar al gobierno socialista, y en ese caso, confió el manejo económico a unos jóvenes egresados de economía en la Universidad Católica de Chile, la mayoría con postgrado en la Universidad de Chicago, universidad con quien había un convenio de colaboración y becas para estudiar allí. De aquí vendría el apelativo por el que fueron conocidos, los Chicagos Boys. Estos venían de Estados Unidos trayendo una idea novedosa: el «monetarismo», originada a partir de la economía neoclásica. El plan económico de los Chicagos Boys consistió en una economía no regulada, abierta al mundo, con un Estado pequeño y subsidiario, de riguroso equilibrio fiscal (limitar el gasto público y la burocracia), y el funcionamiento libre del mercado. Sus ideas estaban influenciadas por las de Milton Friedman y otros exponentes del liberalismo económico, rivales del keynesianismo, que influyeron a los jóvenes chilenos durante su estancia en Chicago.

De esta manera, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Chile una vez recuperada la democracia, logró insertarse en la globalización, pues ya antes había aplicado un programa de reformas que, si bien era cuestionado por haberse hecho en dictadura, fue seguido con devoción por los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría.

Sin lugar a duda, debemos insistir permanentemente en cambiar el sistema imperante, por uno que represente el sentido genuino de la democracia a la que aspira la mayoría de los chilenos.

 

Ramiro Gómez es un comunicador alternativo latinoamericano experto en temas como el Medio Oriente, la revolución cubana, Nicaragua, Colombia, la revolución Bolivariana, la Unión Soviética, y la Guerra Civil española.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.