No avalamos el intervencionismo de Trump, Macri y Bolsonaro. Ni reconocemos el autogobierno proyanky de Guaidó. Pero no le damos ningún apoyo político al hambreador gobierno cívico-militar de Maduro No avalamos el intervencionismo de Trump, Macri y Bolsonaro. Ni reconocemos el autogobierno proyanky de Guaidó. Pero no le damos ningún apoyo político al hambreador gobierno […]
No avalamos el intervencionismo de Trump, Macri y Bolsonaro. Ni reconocemos el autogobierno proyanky de Guaidó. Pero no le damos ningún apoyo político al hambreador gobierno cívico-militar de Maduro.
Como socialistas internacionalistas somos categóricos en rechazar el intervencionismo político del imperialismo en Venezuela, por via del ultra reaccionario de Trump, que reconoce al autodeclarado presidente Juan Guaidó. Como así también rechazamos el mismo reconocimiento de los gobiernos capitalistas de Bolsonaro, Macri, Piñera y otros.
No son ellos los llamados a hablar de «democracia» y «derechos humanos». Los gobiernos de los Estados Unidos desde siempre han avalado todo tipo de intervención militar y política contra los pueblos del mundo. Tampoco pueden hablar de derechos «sociales» gobiernos como los de Bolsonaro, Macri o Piñera que ajustan y explotan a sus pueblos de la mano del FMI y las multinacionales. Por eso tampoco reconocemos el autoproclamado «gobierno» de Guaidó, que es un politico venezolano representante de la vieja política patronal y pro yanqui de Venezuela.
Dicho todo esto, también decimos que esto no significa darle ningún aval y apoyo político al régimen dictatorial de Nicolás Maduro. Menos reconocemos que sea un gobierno «socialista» y de «izquierda». Es Maduro y su falso «socialismo del Siglo XXI» el responsable del hambre que vive el pueblo venezolano. Como también es responsable por la gran confusión que ha creado en el pueblo trabajador venezolano y del mundo entero. Ha sido su política patronal hambreadora y represiva la que ha llevado a que miles y miles de venezolanos caigan en la confusión de creer que políticos de derecha y proyanquis los pueden sacar de esa grave crisis social y humanitaria.
Maduro anunció la ruptura de relaciones con los EE.UU. e hizo un nuevo discurso «antiimperialista». Pero no ha tomado ni toma ninguna medida con las multinacionales del petróleo a los que están asociado con PDVSA, como la norteamericana Chevron o la Total, Shell, Repsol o Lukoil. Tampoco deja de pagar la deuda externa ni rompe con la banca extranjera y con otras multinacionales mineras. Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, unidos a las FFAA Bolivarianas, constituyen un gobierno capitalista cívico-militar que ha llevado el salario a 6 dólares y provocado una catástrofe social y millones de refugiados. Gobiernan pactando con las multinacionales (empresas mixtas en petróleo y minería) y a favor de los grandes empresarios nacionales y de la llamada «boliburguesía» militar y civil. Esta es la verdad que nadie que se diga de izquierda puede seguir negando. Por eso en el 2018 lo que crecieron fueron las huelgas de trabajadores de la salud, de la educación, del cemento, petroleros y empleados públicos reclamando por un salario digno y por comida.
Pero no por eso podemos avalar ninguna intervención ni injerencia imperialista en Venezuela. Ni ningún intento de golpe militar. Sabemos que el imperialismo y los sectores de la derecha proyanqui venezolana quiere aprovechar el odio popular que ha generado el régimen de Maduro para buscar de volver al poder y para ser ellos los que primen en los negocios capitalistas. Con el autoproclamado «gobierno» de Guaidó buscan dividir a las fuerzas armadas que hoy mayoritariamente apoyan al régimen de Maduro, ya que gran parte de su alta oficialidad participa de los negociados.
Nuestro partido hermano de Venezuela, el PSL, ha señalado claro un camino independiente y de clase: «Debemos decir que no es cierto que el 23 de enero se abrirá un cambio político a favor de los trabajadores y el pueblo. No podemos crearnos falsas expectativas (…) La única manera de derrotar el paquetazo de ajuste del gobierno, y lograr una salida a la crisis al servicio de los trabajadores es con la movilización y la lucha obrera y popular. No es con negociaciones a espaldas del pueblo trabajador ni con la injerencia del imperialismo y sus gobiernos aliados de la región, que se resolverá la tragedia económica y social que padece el pueblo venezolano. Una intervención yanqui no traería nada bueno para el pueblo, y condenamos a quienes irresponsablemente la invocan.(…) solo con la movilización unitaria, autónoma e independiente de las trabajadoras, los trabajadores y el pueblo, que marque distancia de los partidos representados en la AN (Asamblea Nacional) y en el Gran Polo Patriótico-Psuv, podremos derrotar al gobierno y su paquetazo de ajuste antiobrero y antipopular. Debemos confiar en nuestras propias fuerzas organizadas y movilizadas en las calles del país» (declaración del PSL, sección UIT-CI, 19/1/2019 www.laclase.info)
Desde la UIT-CI seguimos apoyando la movilización obrera y popular independiente del pueblo venezolano para lograr una salida obrera y popular a la crisis que, con otro gobierno de los de abajo, imponga medidas de emergencia para lograr un salario igual a la canasta básica indexado mensualmente, un plan de importación de alimentos y medicinas, el no pago de la deuda externa, que el petróleo sea 100% estatal sin empresas mixtas ni transnacionales, que todos esos recursos se utilicen para salud, educación, salarios, jubilaciones. Como también luchamos por las plenas libertades democráticas, para protestar, hacer huelgas y sin presos políticos y sindicales.
En ese marco reiteramos llamado a no reconocer al autogobierno de Guaidó y a repudiar toda injerencia imperialista como cualquier intento golpista en Venezuela.
23 de enero de 2019
Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
http://uit-ci.org/index.php/noticias-y-documentos/95-declaraciones/2172-2019-01-24-01-59-18