En cuestiones políticas, no es lo mismo ser un rojo que un rojillo . Al menos para la Real Academia de la Lengua. La institución, que ha incorporado este jueves un buen puñado de nuevas palabras a su diccionario en Internet, marca diferencias no menores entre ambos términos. En el primer caso, la cuarta acepción […]
En cuestiones políticas, no es lo mismo ser un rojo que un rojillo . Al menos para la Real Academia de la Lengua.
La institución, que ha incorporado este jueves un buen puñado de nuevas palabras a su diccionario en Internet, marca diferencias no menores entre ambos términos.
En el primer caso, la cuarta acepción de «Rojo» dice que, «en política», sería un «radical, revolucionario» .
Rojillo es, sin embargo, el que tiene «tendencias políticas más bien izquierdistas».
Si una persona se define, por tanto, de rojo, es partidario de «reformas extremas», además de «tajante e intransigente». No otra es la defición de radical. A todo eso debe añadirse qué entiende la RAE por revolucionario: «Alborotador, turbulento».
Por tanto, la definición final de «rojo» podría ser, siempre según la Academia, un «alborotador tajante e intrasigente» .
Todo cambia si uno se define de «rojillo». Porque entonces sus tendencias serían «más bien» izquierdistas. Es decir, una » persona que profesa los ideales de la izquierda política».
Fuente: http://www.publico.es/culturas/330098/mismo/rojo/rojillo