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Entrevista a Carlos Ghioldi de La Toma (Rosario), recuperada por sus trabajadores

«No existe actor social, ni político ni sindical que no esté rechazando el desalojo de La Toma»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Van a hacer un acto el próximo viernes 29 contra el desalojo de La Toma. Aquí también vivimos una situación parecida respecto del Hotel Bauen, que también tiene fecha de desalojo el 2 de diciembre. C.G.: Nosotros estamos a disposición de los compañeros del Bauen, inclusive nos ofrecemos a estar presentes el día 2 […]

M.H.: Van a hacer un acto el próximo viernes 29 contra el desalojo de La Toma. Aquí también vivimos una situación parecida respecto del Hotel Bauen, que también tiene fecha de desalojo el 2 de diciembre.

C.G.: Nosotros estamos a disposición de los compañeros del Bauen, inclusive nos ofrecemos a estar presentes el día 2 en la convocatoria allá. Nosotros tenemos el pedido de desalojo pero no tenemos fecha. En el marco de que está el pedido efectuado y que el juzgado no ha contestado todavía poniendo fecha, desde que se presentó el pedido se han votado resoluciones del Consejo Municipal de Rosario, de la Cámara de Diputados de Santa Fe y ahora de Diputados de la Nación rechazando cualquier desalojo de La Toma. Como declaraciones políticas y además instando a que se encuentre una solución a partir de la propuesta de la compra de la hipoteca por parte del Estado. Que es una propuesta oficial que hizo el Gobernador de la provincia de Santa Fe y que estos fondos de inversión que tienen la titularidad de la hipoteca impaga hace 27 años y que son los que piden el desalojo, se niegan a negociar, entonces metieron el pedido de ejecución de desalojo.

En ese marco hacemos este acto el próximo 29 donde vamos a plantear la movilización hacia el juzgado para llevar y presentar todas estas resoluciones, acompañados por el movimiento sindical sin ningún tipo de divisiones. Tanto la CGT como la CTA se pronunciaron contra la posibilidad de desalojo. O sea que no existe actor social, ni político ni sindical que no esté rechazando junto a nosotros el eventual desalojo del lugar y la idea es movilizarnos para responder a ese pedido de ejecución de desalojo rechazándolo con todo este aval político, social y gremial.

M.H.: En el comunicado que nos has hecho llegar, independientemente de cualquier consideración ustedes escriben: «Nuestra decisión firme e irrevocable de no acatar ningún desalojo y mantener nuestra lucha».

C.G.: Es una decisión tomada, nosotros bajo ningún punto de vista vamos a retirarnos de ese lugar. Nosotros ya lo hemos decidido. Así como la sentencia dice que el desalojo es irrevocable y firme, nosotros hemos informado que nuestra decisión es mucho más firme de no acatar esa sentencia.

En Latinoamérica, hay fuerzas altamente reaccionarias que han decidido pelear con todas sus fuerzas contra cualquier avance de los sectores populares

M.H.: Evidentemente en estos últimos días hemos visto una especie de aceleración intentando avanzar en cuestiones puntuales por parte de este gobierno que se está yendo pero que está tomando decisiones que comprometen no solamente al gobierno futuro sino también en este caso y en el del Bauen a procesos de recuperación por parte de los trabajadores de establecimientos con una historia de casi 20 años.

C.G.: No se puede desligar nada de lo que ocurre en Latinoamérica, hay unas fuerzas altamente reaccionarias, altamente enemigas de los sectores populares que han decidido pelear con todas sus fuerzas contra cualquier avance de los sectores populares. Lo digo para no llevar la discusión a personas políticas, partidos, nosotros lo vemos desde este punto de vista, de la agudización de una lucha contra los trabajadores, sectores populares que nos defendemos de una agresión descomunal que son las políticas económicas reaccionarias, con exclusión social que nos propone el sistema capitalista en este período histórico y dando por tierra y hasta enfrentando ferozmente a procesos de tibias reformas, porque el golpe en Bolivia no tolera la existencia de un gobierno tibiamente reformista.

Odian y expresan como programa el odio a mínimos derechos que en ningún momento pusieron en cuestión la estabilidad del sistema capitalista, pero no permiten que un indígena o un sector popular tengan mínimas reformas. Es un poco la crudeza de lo que vivimos, lo de Chile igual, cualquier cosa menos permitir que el sector que protesta tenga derecho a la educación gratuita, algo que en otro momento el sistema capitalista garantizaba, la salud y la educación gratuitas.

Esto es negocio para cuatro oligarcas y fundamentalmente el imperialismo operando para la extracción de riquezas naturales. Es decir, el no permitir que sigan existiendo experiencias como el Bauen o La Toma es casi una necesidad política. Porque no pueden tolerar que los trabajadores que son despedidos se organicen y tomen los edificios. Hay un mensaje de escarmiento en lo que quieren plantearnos.

Me parece que estamos en un proceso, por eso no podemos escindir lo que vive el Bauen, el endeudamiento, el golpe en Bolivia de una pelea, una disputa con sectores enormes, agentes incondicionales del imperialismo, que quiere extraer riquezas naturales y no pagar nada y sectores de una burguesía oligárquica parásita que lo único que le interesa es hacer enormes negocios a partir de esos lugares y no dejar caer ninguna moneda para un sector popular.

Y los sectores populares hastiados de esa situación peleamos y nos defendemos de una manera heroica, más allá de los actores y los programas políticos, nosotros vemos en clave de esta enorme pelea entre unas políticas altamente reaccionarias que no toleran la más mínima concesión a los trabajadores y al pueblo.

Por supuesto que si los trabajadores nos movilizamos, luchamos y nos hacemos muy fuertes retroceden. Pero no quiere decir que se olviden de volver con más fuerza. Retroceden para tomar más fuerza pero no se olvidan.

M.H.: Y en este contexto, ¿cómo ves el futuro gobierno de Alberto Fernández?

C.G.: ¿Quién puede estar en contra de luchar contra el hambre? Ninguna persona con sensibilidad social puede estar en contra de eso. Es más, nosotros ponemos el establecimiento en manos de los trabajadores, a disposición de cualquier política activa para enfrentar el hambre. Pero junto con cualquier medida paliativa hay que terminar con la dolarización de los productos alimenticios. No puede ser que paguemos el kilo de carne lo mismo que lo paga mi suegra en la carnicería de Milán donde compra carne argentina. No puede ser que paguemos la leche dolarizada cuando viene de acá nomas. Ni las vacas ni el trigo compran dólares ni son regados con dólares. Entonces es fundamental terminar con esa dolarización junto con el aumento de salarios y jubilaciones. Esa es una pelea porque estos sectores oligárquicos no creo que resignen nada.

M.H.: Ya le están marcando la cancha al próximo gobierno.

C.G.: Por eso, es una pelea importante. Hay que tener mucha firmeza y creo que el movimiento popular y los trabajadores debemos tomar esto en nuestras manos, la lucha contra el hambre y hacerlo con todo lo que esto implica. No solo que La Toma sea un comedor para adultos mayores, que es lo que le hemos propuesto al ministerio de Desarrollo Social de la Nación, sino también para que se desdolaricen las ganancias de dos o tres empresas oligopólicas que tienen el control de la producción y distribución de los alimentos. Y a su vez los aumentos de salarios y jubilaciones.

Junto a ello otro tema importantísimo es quién puede estar en contra de lo que dice el Presidente de encender la economía. Estamos totalmente de acuerdo, es más estamos en primera fila para hacerlo. Pero para encender la economía hay que terminar con el robo de 4 o 5 empresas que manejan la energía de manera abusiva robándoles a los trabajadores, al pueblo y sectores productivos.

Entonces, la segunda medida en la cual estamos totalmente de acuerdo que es encender la economía, está muy bien, pero hay que frenar el robo de la energía. Para que la energía no se nos siga cobrando a los demenciales cuadros tarifarios de hoy, que a la vez son absolutamente irracionales y arbitrarios, por parte de las mayoristas que casualmente son amigotes del actual Presidente. Ese es un frente de disputa que hay que atender y los trabajadores debemos involucrarnos y tenemos que hacer importantes acuerdos.

Y un tercer elemento es que el Presidente electo ha dicho algo que compartimos y con alegría: «Lula libre», y así es. Queremos llegar a Navidad sin ningún preso político en la Argentina, pero tenemos 33 presos políticos: Luis D’elía, Amado Boudou, Milagro Sala, Sebastián Romero y Arakaki son perseguidos. Queremos la libertad de todos estos presos políticos.

M.H.: Ayer comenzaron las audiencias por Arakaki y Daniel Ruiz.

C.G.: Daniel Ruiz estuvo en La Toma la semana pasada. Vamos por la libertad de todos los presos políticos que cada día que pasa se demuestra que son rehenes porque todas esas causas supuestas de corrupción desde la primera de De Vido hasta la última de Milagro Sala está claro que son más truchas que los dólares pintados.

Entonces, así como se planteó «Lula libre», hay que plantear «Navidad sin ningún preso político en Argentina» y eso es algo que debemos tomar los trabajadores en nuestras manos.

Creo que con estas 3 primeras cosas tenemos un panorama para una disputa muy importante en la cual hay que saber tejer acuerdos y luchar por estas cosas. Y tenemos acuerdos incluso con las autoridades nuevas. No queremos hambre, desdolaricemos, activemos la economía, terminemos con las tarifas demenciales y queremos la libertad de todos los presos políticos.

Y como todo este otro sector de oligarcas ha demostrado que no se va a la casa silbando bajito, sino que van a tomar las calles, van a cortar las rutas, van a organizar acciones desestabilizantes, la mejor forma de enfrentar esa acción golpista que están preparando estos oligarcas y el imperialismo es una poderosa acción obrera y popular para aplastarlos. Hay que ser categóricos. Una enorme movilización que aplaste las pretensiones golpistas de estos oligarcas y del imperialismo.

M.H.: El acto entonces se hace el…

C.G.: El viernes 29 a las 19:00 en La Toma con una sencilla consigna: «Si en estos años no pudieron desalojarnos, más vale que ni se les ocurra ahora».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.