Aquí la descarga de archivos sin ánimo de lucro es legal, no así en países como China, Rusia o México, que lideran el ranking mundial de la piratería.
La realidad no es única ni absoluta, sino que depende de la óptica a través de la que se observe. Un hecho objetivo, dos posibles visiones. Manifestación frente a la sede madrileña del PSOE a favor de las redes P2P (o redes de intercambio de archivos). Para los manifestantes y un nutrido grupo de internautas y usuarios en general, piden que descargar, copiar y compartir contenidos a través de Internet y mediante redes P2P no sea ilegal, no haya que pagar por ello y sea, en definitiva, una práctica libre que deje de estar perseguida.
En el otro lado, la SGAE y el Ministerio de Cultura que, pese a no haberse pronunciado al respecto de esta manifestación, han trazado una línea de persecución a lo que consideran es una práctica dañina para la industria, e ilegal y que no dudan en generalizar asociándole el término «piratería» cuando no en todos los casos lo es.
La piratería exige, en España, que tras la descarga de contenidos protegidos por la ley de la propiedad intelectual exista una clara intención de obtener un beneficio económico. Sin embargo, la ley contempla la legalidad de acciones como realizar copias privadas, y descargar sin ánimo de lucro. Los manifestantes defienden, en respuesta a las últimas declaraciones del Ministro de Cultura, César Antonio Molina, una cultura digital «libre, gratuita y compartida».
Para ello le han echado «morro» al asunto y se han plantado con una mesa, unas pancartas, una conexión a Internet y un par de portátiles. ¿Para qué? Para descargar contenidos delante de las narices de los policías que custodiaban la escena y frente a la puerta del PSOE. Ha sido una manifestación inteligente y del todo pacífica.
Los Chinos son los más piratas
Si tuviéramos un mapa del mundo en el que poner banderas para marcar a aquellos países que incurren en el pirateo, es decir, a la distribución ilegal de contenidos con ánimo de lucro, España – según nuestras leyes – no estaría entre los más afectados por la piratería.
Sí que solemos estarlo según los baremos que cada año se realizan en Estados Unidos donde, cualquier tipo de descarga es ilegal (sin importar si existe la intención de hacer dinero con ella y, por tanto, incurrir en un delito). En España, insistimos, nuestra arquitectura legislativa permite la descarga de contenidos y la copia privada.
En otros países, en cambio, dichas prácticas están penadas. Por ejemplo en China, que lidera el ranking mundial de la piratería de vídeos. En Rusia, que le sigue en el ranking, intentan atajar el problema, pues las descargas de música se les han ido de las manos. ¿Recuerdan eso de que si te cortan una cana te crecen siete? Algo parecido ha ocurrido con las páginas webs que distribuyen canciones libremente y que, pese a que insisten en que tras escucharla debes borrarla o comprarla, escapan a cualquier tipo de control.
Literalmente, se ha producido un «Big-Bang» en este tipo de websites, y las unidades de delitos contra la propiedad intelectual en Internet se las ven y se las desean para, a penas, tenerlas registradas. México es el tercer país del ranking, donde se descargan más videojuegos de los que se compran en las tiendas.
Una polémica campaña
El Ministerio de Cultura ha iniciado una agresiva campaña contra la piratería, coincidiendo (no es la primera vez que ocurre) con las fechas de mayor consumo del año, es decir, la campaña navideña. «Si eres legal, eres legal» pretende demostrar que el daño de la piratería alcanza a muchos más lugares, a muchas más personas, y con un impacto mucho mayor al que se pensaba.
En la web denuncian el daño que se hace a la cultura, pese al importante número de sentencias que la SGAE ha perdido en su particular batalla contra las redes P2P, y la descarga de archivos. Por eso aseguran que es totalmente falso que el acceso a los productos culturales en Internet tenga que ser gratuito. Hablan de «desobediencia civil legítima».
Lo más curioso es que, en un apartado titulado «las 10 mentiras», niegan que la descarga de música a través de Internet funcione como plataforma de lanzamiento y difusión de talentos musicales, pues para eso ya existe una industria específica. Si bien es cierto, esas industrias no siempre «invierten en ellos» y, por contra, son muchos los nuevos grupos y jóvenes talentos que se han dado a conocer a través de Internet y han puesto sus maquetas en redes de intercambio de archivos.
Indicios de manipulación
Lo anterior no son más que ejemplos de esa bipolaridad de la realidad. Dependiendo de qué cara del prisma tengamos frente a nosotros, nos llegará una luz u otra. Sin embargo, sí que hay un elemento para la polémica en esta página web. Lo apunta el abogado sevillano David Bravo, especialista en Derecho Informático, propiedad intelectual y redes P2P, en un especio dedicado a estos temas en fílmica.com.
Este reconocido abogado por su lucha a favor de la descarga libre, la copia privada y las licencias de libre distribución apunta, no sin razón, a un clarísimo indicio de manipulación, asociando la causa anti-piratería del Ministerio a una «loable iniciativa de Elías Lafuente, que dirige una compañía de danza integrada por bailarines con Síndrome de Down».
Tal y como apunta el letrado, «sólo queda pensar que se ha colado aquí esta iniciativa para que aquellos que estén a favor de las descargas queden automáticamente clasificados en el sector contrario a aquél en el que se sitúan iniciativas favorables a la integración de personas con discapacidades intelectuales».
http://www.lasextanoticias.com/noticia/no/tenemos/bandera/pirata/350371