Recomiendo:
3

No va a salir bien. Una revisión de las reflexiones postrabajo

Fuentes: Sin permiso

A principios de este año, los trabajadores de Burger King en Lincoln, Nebraska, atrajeron una atención masiva colocando un letrero en el poste comercial del restaurante: “Renunciamos. Lo sentimos por los inconvenientes ocasionados”. En abril, un récord de 4 millones de trabajadores renunciaron a sus trabajos, que pronto fue superado por los 4,3 millones que […]

A principios de este año, los trabajadores de Burger King en Lincoln, Nebraska, atrajeron una atención masiva colocando un letrero en el poste comercial del restaurante: “Renunciamos. Lo sentimos por los inconvenientes ocasionados”. En abril, un récord de 4 millones de trabajadores renunciaron a sus trabajos, que pronto fue superado por los 4,3 millones que renunciaron en agosto. Esta ola de dimisiones masivas provocó protestas de políticos conservadores y empleadores descontentos que buscaban razones para culpar a los trabajadores de la “escasez de mano de obra” en todo el país. Los subsidios por desempleo provistos por la Ley Cares, se quejaron, alentaron a las personas a cobrar ayudas en lugar de trabajar para ganarse la vida. Acusar a los desempleados de bajeza moral y pereza individual es una táctica tan antigua como el propio capitalismo. Y, sin embargo, más de un año después de la pandemia de coronavirus, después de cerca de 800,000 muertes solo en los EE. UU., muchos trabajadores están hartos de insultos y lesiones.

El salario insuficiente es solo un problema entre muchos para los trabajadores de servicios. En la industria de restaurantes, por ejemplo, abrir con capacidad limitada significa menos propinas para los trabajadores, que dependen de éstas para aumentar sus ingresos por encima del salario mínimo. Los cocineros de las grandes cadenas, que a menudo trabajan en cocinas mal ventiladas, corren el mayor riesgo de morir de covid-19 entre los trabajadores de restaurantes. Ante la perspectiva de regresar a lugares de trabajo inseguros, jefes vigilantes y horarios agotadores, millones de trabajadores estadounidenses en todas las industrias, desde el empaquetamiento y envío hasta el reparto y entrega, renunciaron a sus trabajos en busca de algo mejor.

Seguir leyendo…