En los próximos días, en dirección a la marcha convocada por la MUD para el 1 de septiembre, presenciaremos el desarrollo de un nuevo fraude político. Una estafa a dos bandas que busca re polarizar el país en función de un pacto espurio entre gobierno y oposición de derecha. Tanto la convocatoria como los objetivos […]
En los próximos días, en dirección a la marcha convocada por la MUD para el 1 de septiembre, presenciaremos el desarrollo de un nuevo fraude político. Una estafa a dos bandas que busca re polarizar el país en función de un pacto espurio entre gobierno y oposición de derecha.
Tanto la convocatoria como los objetivos que se fija la Mesa de la Unidad, así como la respuesta que surge desde el gobierno y el PSUV, muestran para quien quiera verlo, la instalación de los primeros pasos de un acuerdo que, aunque las menciona a la ligera, dejan por fuera las necesidades urgentes de la población.
El velo con el que se pretende ocultar esta realidad que señalamos, se construye en las redes sociales, en declaraciones parciales de los dirigentes de la MUD y en el violento discurso que desde el gobierno apunta a amedrentar, atemorizar y desmovilizar a un amplio sector social que se encuentra al borde de la desesperación por la gravedad de la crisis que atravesamos.
Sin descartar que puedan surgir brotes de violencia que se vuelvan inmanejables para los irresponsables dirigentes montados en esta parodia. El sentido principal que tiene la convocatoria de la MUD es agrupar sus fuerzas para hacerlas valer en la mesa de negociación que, de hecho, ya está funcionando y lo hace de espaldas del pueblo.
Cinco objetivos y ninguno que alivie la situación del pueblo
Los lineamientos girados a los dirigentes locales de los partidos de la MUD por parte de la secretaria general de esa organización, definen cinco objetivos políticos. Y aunque menciona «la lucha contra el hambre…», en realidad todos ellos tienen un claro sesgo electorero: Ese material interno con la firma de Chuo Torrealba, que se ha hecho público en algunos medios como La Patilla, señala:
«1) Objetivos políticos:
1.1: La demanda central de la Jornada del 1S será la exigencia del Cronograma Electoral (20%+RR+Regionales 2016), enmarcada esta exigencia en la lucha contra el hambre y la crisis humanitaria.
1.2: COMO PROCESO ORGANIZATIVO, el segundo objetivo de la convocatoria al 1S es DEJAR INSTALADOS, ACTIVADOS Y FUNCIONANDO LOS COMANDOS POR EL RR EN TODOS LOS MUNICIPIOS Y ESTADOS DEL PAÍS.
1.3: Como movilización, el tercer objetivo de la Jornada del 1S es MOSTRAR AL PAÍS Y AL MUNDO LA CONDICIÓN CLARAMENTE MAYORITARIA DE LA VENEZUELA QUE QUIERE CAMBIO.
1.4: Como cuarto objetivo político, la jornada del 1S debe ser una oportunidad para mostrar LA CAPACIDAD DE CONDUCCIÓN Y LIDERAZGO DE LAS DIRECCIONES PARTIDISTAS Y DE LA MUD COMO CONJUNTO»
1.5: Como quinto objetivo político, la Jornada del 1S debe dejar claro al electorado democrático el contenido de la agenda de lucha desde ese día hasta el 20%.»
En estos puntos y en su descripción queda claro que lo que busca la oposición de derecha es que le entreguen las planillas para juntar las firmas del Referendo. Pero no emplazan, no condicionan ese pedido, sabiendo como saben y de hecho aceptan, que de continuar la situación como hoy, más allá que les entreguen las planillas y les anuncien la fecha para recolectar las firmas, no habrá referendo este año.
Los que en la MUD proponían el Referendo aceptaron ser demorados por las maniobras de Ramos Allup que se oponía a la idea del RR, y planteaba una supuesta reforma constitucional, o el reclamo del desplazamiento de Maduro por la vida de la «doble nacionalidad» o la «renuncia» o declarar el abandono de «cargo». Allup ganó, de esta manera, el tiempo que necesitaba para colocarse en la línea de largada de una carrera de la que a principios de año no formaba parte. Y así el pedido de Referendo se hizo tarde y mal. Esos dirigentes son también responsables si su demora hace que no se pueda ejercer este año ese derecho consagrado por la Constitución. Sobre todo porque no es sincera su supuesta lucha.
El derecho al Revocatorio es un derecho que nosotros defendemos. Pero en este caso está siendo manipulado y deformado por la cúpula de la oposición de derecha.
Hoy mismo es un hecho público y notorio, que la preocupación principal de esos dirigentes es la primaria que ya está en marcha en la MUD, hacia la selección del candidato para unas supuestas elecciones presidenciales.
La estafa que prepara la MUD con la «Toma de Caracas» del 1 de septiembre, consiste justamente en:
a.- Montar una acción de calle que revitalice las escuálidas y fracasadas demostraciones de fuerza que vienen realizando hasta ahora. Necesitan llegar al momento del Pacto, si finalmente este se avanza, en mejores condiciones.
b. Aceitar las maquinarias partidarias para ponerlas a funcionar, ya sea en la recolección de firmas para el RR cuando el CNE los habilite. Pero sobre todo para prepararlas para esas primarias que ya están lanzadas.
c. Frenar el desgaste político que esos dirigentes están sufriendo con su propia base social que, al igual que un masivo sector del chavismo, ha dejado de confiar en las cúpulas.
d. Intentar re polarizar, o mejor dicho inyectarle oxígeno a una polarización desgastada como sus actores: las cúpulas del Gobierno PSUV y de la MUD.
e. Más allá de una mención superficial, no reclaman, no piden y por lo tanto no quieren la realización de las elecciones regionales a gobernadores, convirtiéndose en cómplices del gobierno de la violación constitucional que significa que esas elecciones no se realicen.
f. Y porque de fondo la MUD tiene una propuesta neoliberal, no contiene ninguna ruta de acción ni de lucha efectiva por propuestas de soluciones para resolver los dramáticos problemas de la población.
Por todo esto es que rechazamos la participación en esa marcha y llamamos a la población que cree que ese es el camino a que reflexione y evalúe críticamente la actuación de los dirigentes que los están convocando.
El discurso violento del gobierno muestra claramente su carácter autoritario
Ahora bien, la argumentación del gobierno de Maduro contra la marcha se realiza sobre la base de algo incierto cuando afirma que es un plan similar al golpe del 11 de abril de 2002. Esto no es lo más probable.
Más allá de que sectores violentos y radicales de la oposición de derecha busquen provocar situaciones de represión, es un hecho que la MUD, que salió derrotada de «la salida» en 2014 pero que viene de capitalizar el descontento del pueblo chavista con el gobierno de Maduro en el resultado electoral del 6 de diciembre pasado, no necesita hoy de un golpe como el de abril para desalojar a Maduro y el PSUV del gobierno, además de que, de hecho no tienen la fuerza para articular otro 11.
Por otra parte la visita y el amable recibimiento que Maduro le brindó al enviado gringo, Shannon, muestra que tampoco es, por ahora, la intención de EE.UU arruinar lo que calculan que pueden conseguir al bajo costo de un proceso electoral. Esto neutraliza cualquier declaración de su subordinado en la OEA, el secretario Almagro.
Por eso el discurso agresivo, violento y amenazante que vienen enunciando los principales voceros de la cúpula del gobierno, lo mismo que la confesión de Maduro diciendo que superaría a Erdogan, el déspota turco, en el nivel de represión y totalitarismo con el que contestaría la marcha, tiene otro objetivo: ponerle más limites a los recortados derechos y garantías constitucionales, violar en el caso concreto de la concentración el derecho a protesta. Pero más que eso, atemorizar, ejercitar prácticas represivas y de control social que le permitan continuar con el brutal ajuste al pueblo que vive de su trabajo. Y con la aplicación de políticas entreguistas como el Arco Minero.
Frente a la imposibilidad de recuperar el apoyo y la confianza popular por las políticas que están dispuestos a llevar hasta el final, la cúpula del PSUV ha decidido recorrer un camino autoritario y represivo, para enfrentar al pueblo, como ya lo está haciendo, cuando este manifiesta su descontento y mal humor.
Nuestro rechazo a la Marcha del 1 de septiembre se complementa con la denuncia de esta práctica totalitaria. La búsqueda de ambas cúpulas de un Nuevo Pacto de Punto Fijo, se dará en el marco de disputas como las que veremos crecer en los días anteriores a la marcha y que continuará en los posteriores. Pero esta disputa es solo la máscara que oculta un fraude gigantesco.
No tienen reales intenciones de enfrentar el Paquete, ni la entrega del Arco Minero, ni el desfalco ni el pago de la Deuda, porque los sectores económicos representados por los dirigentes de la MUD también son parte interesada en todos los negocios
El dialogo que hace falta y el que no buscan las cúpulas es un multidialogo, que contemple al conjunto de actores políticos y sociales que existen en el país y que en primer lugar aborde las soluciones urgentes a la crisis de alimentos y medicinas que hoy enfrenta el país, necesidades que no esperan una resolución de la crisis institucional. Y que no se resuelven mágicamente por la realización del Revocatorio.
Lo que el PSUV y la MUD quieren ocultar, es que tienen como centro de su política y su acción descargar la crisis sobre el pueblo y entregar la nación al gran capital, pero cada uno cumple su papel en el show de la disputa del control del Estado y del poder.
Por eso nuestro llamado es a reagrupar fuerzas para luchar por la defensa de los derechos y de las necesidades populares, sentar las bases de un nuevo proyecto nacional y trabajar por la construcción de una nueva referencia política para conducir la lucha contra la crisis es la tarea para este momento.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.