Las recriminaciones verbales entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos surgieron nuevamente. Hace apenas una semana se reunió el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, con el embajador norteamericano William Brownfied, en un intento por acabar la distensión entre ambas naciones.Este viernes, el canciller venezolano deploró las críticas del Senado norteamericano que dio a […]
Las recriminaciones verbales entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos surgieron nuevamente. Hace apenas una semana se reunió el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, con el embajador norteamericano William Brownfied, en un intento por acabar la distensión entre ambas naciones.
Este viernes, el canciller venezolano deploró las críticas del Senado norteamericano que dio a conocer un informe en el que se cuestiona la intención de la Asamblea Nacional (parlamento) de crear una legislación que regule la actividad de las organizaciones civiles y organizaciones no gubernamentales (ONG).
Entre otros aspectos, el documento aseguró que ‘Venezuela ha demostrado un total desprecio por los actores de la sociedad civil, cualquier forma de disenso político, y se desconfía incluso de la limitada participación de grupos de la sociedad civil a través de instituciones como la Organización de los Estados Americanos (OEA)’.
El informe hizo mención a la organización civil Súmate, cuyos dirigentes fueron llevados a tribunales bajo cargos de » conspiradores, golpistas y lacayos del gobierno estadounidense».
Los dirigentes fueron arrestados por haber recibido una donación de la Fundación Nacional para la Democracia (Siglas en inglés NED, National Endowment for Democracy) para la promoción de votantes en el referéndum revocatorio del año 2003.
El canciller Nicolás Maduro cuestionó que el gobierno de Estados Unidos sostenga que en Venezuela no se hace lo suficiente por trabajar en contra del narcotráfico, y por presuntas amenazas en contra de las organizaciones no gubernamentales.
‘Estas aseveraciones son absolutamente desfasadas de la realidad’, replicó el diplomático venezolano, y exhortó al gobierno norteamericano ‘a tratar de componer la descompuesta sociedad norteamericana que ha llevado a los niveles de locura y de consumo de droga’.
Maduro apeló al movimiento de unidad de los países latinoamericanos, promovido por el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez Frías, que reclaman respeto a sus soberanías.
Sostuvo, además, que existe una campaña de Estados Unidos ‘permanente, semanal, todos los meses, contra nuestro país’.
Agregó que en Venezuela existe un trato especial y justo con las organizaciones sociales como política de Estado.
Hace una semana, el ministro Maduro y el embajador norteamericano Wiliam Brownfield sostuvieron una reunión en la sede de la cancillería venezolana, en la que manifestaron la voluntad de promover un diálogo dentro de un marco de respeto entre los gobiernos de ambas naciones.
No obstante, las acusaciones mutuas aún no han cesado. Recientemente, Chávez responsabilizó a la administración Bush de conspirar contra el gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales.
A pesar del intercambio verbal, las relaciones comerciales, económicas y energéticas se mantienen en un estado óptimo.