Barack Obama culminó este martes dos años de intensa batalla legislativa al firmar la ley de reforma financiera, que amplía considerablemente el margen de intervención pública en caso de riesgo sistémico de la economía. «Para llegar hasta aquí hemos tenido que superar las presiones incesantes de poderosos grupos de intereses y una minoría partidista dispuesta […]
Barack Obama culminó este martes dos años de intensa batalla legislativa al firmar la ley de reforma financiera, que amplía considerablemente el margen de intervención pública en caso de riesgo sistémico de la economía. «Para llegar hasta aquí hemos tenido que superar las presiones incesantes de poderosos grupos de intereses y una minoría partidista dispuesta a obstaculizar cualquier cambio», dijo el presidente estadounidense en el acto, celebrado, irónicamente, en el edificio Ronald Reagan, frente al Departamento de Comercio.
Rodeado de simpatizantes demócratas y miembros de su partido, Obama firmó solemnemente la Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act, por el nombre de sus artífices, el senador por Connecticut, Chris Dodd, y su colega de Massachusetts, Barney Frank.
«El hundimiento del sistema financiero fue uno de los principales factores que contribuyeron a la recesión», dijo Obama al arremeter una vez más contra la cultura del riesgo en el sector bancario, auspiciada por la desregulación y «la irresponsabilidad de algunos sectores de Wall Street y de Washington». Durante años, dijo, «el sector financiero estuvo regido por leyes anticuadas que además no se aplicaban, lo que permitió que se tomaran riesgos que pusieron en peligro a toda la economía».
Obama subrayó que su batalla no tenía como objetivo Wall Street en sí [«es una pieza central de nuestra capacidad de crecimiento e innovación»], sino sus abusos: «Al final no hay línea divisoria entre Wall Street y Main Street (la calle principal y la ciudadanía), caemos o prosperamos juntos, como una sola nación».
«Para todos los estadounidenses que se preguntan qué significa para ellos la reforma financiera, esto es lo que podéis esperar: al pedir una tarjeta de crédito, un préstamo de estudiante o una hipoteca», los bancos ya no podrán presentar «páginas con letra pequeña» y cláusulas abusivas.
Ante una opinión pública preocupada por el coste de la reforma, Obama prometió que el «pueblo estadounidense ya no tendrá que pagar nunca más la factura de los errores de Wall Street. No habrá más rescates a costa del contribuyente». «La reforma nos permite intervenir antes de que grandes entidades puedan poner en peligro el resto de la economía».
Economía que sigue siendo frágil. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, subrayó que el banco central está dispuesto a tomar las medidas necesarias para garantizar la salida de la crisis y animar la recuperación, pese a la permanencia de una alta tasa de paro.Faltaba la rúbrica del presidente de los Estados Unidos para sellar la mayor reforma financiera para Estados Unidos desde la Gran Depresión. Su presidente, Barack Obama, ha promulgado el proyecto, uno de los principales pilares de su política que, a su juicio, pondrá fin a los programas de rescate de Wall Street financiados por los contribuyentes.
Esta ley, según dijo Obama en el acto de promulgación, otorgará «las mayores protecciones para los consumidores en la historia» de EEUU.
Las principales novedades
Los ejes de la reforma pivotan entorno al consumidor y a la mayor regulación del sistema. Entre otros aspectos, habrá una mayor supervisión gubernamental. El Departamento del Tesoro tendrá atribuciones para imponer regulaciones más estrictas.
Por otra parte, con la nueva norma, las agencias que califican el riesgo deberán divulgar sus métodos. Los bancos que forman «paquetes de especulación» deberán conservar un 5% del riesgo de crédito en sus propias hojas de balance.
Además, se incrementa la protección del consumidor. La legislación contempla una Oficina de Protección Financiera del Consumidor que velará por los intereses del usuario, financiará con tarifas pagadas por los bancos y fijará las reglas para reducir las prácticas turbias en los préstamos a los consumidores y las tarjetas de crédito.
http://www.publico.es/internacional/328972/obama/firma/mayor/reforma/financiera/gran/depresion