El decreto orden ejecutiva de Obama comporta un error en tanto que Venezuela no es una amenaza para EE.UU. Busca velar audazmente la crisis imperial y poner fin a todos los desaciertos en el proceso de intervencionismo en Venezuela, pero contrariamente deja al descubierto que la política exterior norteamericana, desde Chávez hasta Maduro, ha sido […]
El decreto orden ejecutiva de Obama comporta un error en tanto que Venezuela no es una amenaza para EE.UU. Busca velar audazmente la crisis imperial y poner fin a todos los desaciertos en el proceso de intervencionismo en Venezuela, pero contrariamente deja al descubierto que la política exterior norteamericana, desde Chávez hasta Maduro, ha sido un total fracaso. Todas sus acciones encubiertas han quedado develadas y han generado repudio en la región.
Es cierto que la República Bolivariana de Venezuela y su pueblo han neutralizado y destruido el carácter que hasta ahora ha conducido la política exterior imperial. Esto es indudablemente un triunfo político. Podemos afirmar que Venezuela no amenaza, ¡ejecuta! Es un hecho incontrovertible, Venezuela liquidó la política exterior yanqui. EE.UU. llegó a la Cumbre de las Américas, Venezuela lo desenmascaró y lo derrotó. Obama sólo pudo decir «…no es importante la historia y las ideologías, es importante el futuro».
Es la afirmación más torpe y grosera de un mandatario, estadounidense. Pero es congruente con la concepción imperial de la realidad. El pragmatismo capitalista imperial no puede recocer ni historias ni ideologías, precisamente porque para ellos solo existe el pensamiento único, heredero de René Descartes «pienso, luego existo» (cogito ergo sum). Sólo existe lo que el imperio quiere que exista y a su acomodo, lo demás es un accidente, una contingencia.
La afirmación anterior, en el contexto de la VII Cumbre de las Américas y de las exigencias de América Latina y el Caribe, expresa, efectivamente, una amenaza inmediata para la región. Es decir, Obama dijo, entre líneas, que no importa lo que ha pasado haya pasado y lo que ha de pasar, por ello desconoce la historia, solo importa el futuro de EE.UU., y el futuro de ellos depende de la subyugación nuestra y del mundo.
Compartimos con Cristina Fernández la afirmación referida a Obama, con relación a la orden imperial contra Venezuela: «Se puede regresar de todas partes menos del ridículo», y con su posición ahistórica quedó en absoluto ridículo frente en la Cumbre.
La VII Cumbre de las Américas deja el siguiente saldo:
1. Expide el acta de defunción de la Organización de Estados Americanos. En este sentido el presidente Correa propuso que el organismo se perfile exclusivamente como espacio de encuentro de las Américas y mantener CELAC como el escenario de tratamiento de todos los asuntos que atañen a América Latina y el Caribe.
2. Confirma la unidad latinoamericana y caribeña. La posición unánime de repudio al Decreto y la solidaridad con Venezuela aísla al imperio.
3. La crisis de legitimidad del imperio quedó al descubierto. La ausencia de declaración conjunta por falta de consenso es un triunfo de América Latina y el Caribe y un fracaso en la política exterior para el hemisferio por parte de EE.UU.
4. Venezuela no solo es una amenaza, destruyó el carácter dominante e imperial de la política exterior norteamericana en el hemisferio.
5. Queda confirmada la grandeza de Chávez como estadista de talla mundial en una política exterior caracterizada por su beligerancia, unidad, equidad y complementariedad.
Saldo dejado por el excelente manejo de la coyuntura que hizo el Presidente Nicolás frente al Decreto:
Maduro mantiene vívido el chavismo en todas sus vertientes. Solo mencionamos dos componentes que se pusieron a prueba en esta coyuntura y que condujeron a este triunfo político y diplomático. La unión cívico militar que se expresó en movilización permanente y preparación frente a una eventual aventura del imperio en Venezuela.
1. Maduro mantiene, como legado de Chávez, un carácter beligerante en la política exterior frente a las agresiones e injerencias externas. Y fue correcta la forma cómo enfrentó la coyuntura.
2. La unidad del equipo de gobierno se afianza y la consolidación de las FANB.
3. Se probó la Canciller Venezolana, mostrando su capacidad política y su preparación. Esto demuestra que el chavismo ha ido construyendo grandes cuadros para la revolución.
4. El pueblo como protagonista de la revolución bolivariana. Se ha profundizado la relación pueblo-gobierno. Maduro tuvo confianza en el pueblo, recurrió a él y lo condujo para asestar una derrota diplomática y política a Obama.
5. Profundización práctica, legitimación pública y masiva del carácter cívico militar de la revolución bolivariana. Y lo más importante fue la respuesta entusiasta y valiente de los venezolanos y venezolanas.
6. Obama se convirtió en jefe de Campaña del Gobierno para las próximas elecciones. Logró explotar la creatividad e iniciativa del gobierno aumentar el fervor popular revolucionario; las firmas recogidas demuestran que hay proceso revolucionario en construcción y con mucho respaldo popular.
7. Se está avanzando en la unidad nacional para enfrentar los grandes problemas nacionales, como la autodeterminación y la soberanía.
8. Se afianzó el movimiento cultural de la revolución.
9. Se dinamizó y se afianzó el movimiento cultural de la revolución y la lucha política, ideológica.
Los grandes derrotados en esta coyuntura:
1. El imperio que no supo prever la respuesta del gobierno venezolano del pueblo, de los pueblos y gobiernos de América Latina y del Caribe y del mundo.
2. La oposición, que siempre apoyó orden Ejecutiva de Obama. Pero que de paso perdió legitimidad en sus bases, dado que muchos apoyaron al gobierno y se sumaron a la campaña con su respaldo a la derogatoria del Decreto.
3. Los Grandes medios de comunicación que han ocultado esta derrota política y desvían la atención hacia otros temas.
La decisión norteamericana de no derogar el Decreto demuestra que hay acciones planificadas contra Venezuela y los países de UNASR, CELAC, ALBA, PETROCARIBE y todos los que se han solidarizado con Venezuela. Se espera la respuesta del imperio norteamericano. Posibles escenarios:
1. Agudización y profundización inmediata de todas las formas de guerra implementadas por EE.UU., en Venezuela, con la opción final de intervención directa.
2. Dislocación de la unidad latinoamericana y caribeña propiciando conflictos entre países de la CELAC. Aún el imperio cuenta dócilmente con Colombia y otros aliados .
3. Dada la crisis por la que atraviesa el imperio y la serie de errores es posible que se aventure a crear dos o tres teatros de guerra en el subcontinente para dislocar la acción conjunta de nuestros países y debilitar el nivel de respuesta. Frente a este escenario es importante identificar los países más vulnerables y susceptibles de escalar conflictos.
4. El imperio puede iniciar una conflagración global, simultánea, conduciendo una escalada de la guerra en Siria, Ucrania y Venezuela simultáneamente.
5. Y lo que es peor, puede sabotear el proceso de paz en Colombia para mantener un eje de conflicto que afecte la estabilidad y la paz en el continente.
Esta coyuntura impone mayores obligaciones al pueblo, asumiendo la decisión política del presidente Maduro, en tanto que todos somos pueblo-presidente, en ese sentido es necesario avanzar en la unidad, en la consolidación de procesos organizativos de base y en tareas populares de confiscación de todos los bienes que estén siendo sacados del país ilegalmente.
Rafael Gamarra es coordinador de la Corriente Bolivariana Guevarista.
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