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Ocho «méritos» que hacen de Luis de Guindos un candidato perfecto para el BCE

Fuentes: El Salto

Lo que se llevaba rumoreando desde hace meses se ha hecho realidad hoy: el Gobierno de España presenta al actual ministro de Economía, Luis de Guindos, para el puesto de vicepresidente del Banco Central Europeo que quedará vacante en los próximos meses. Tras la decepción que supuso quedar fuera de la carrera por presidir el […]

Lo que se llevaba rumoreando desde hace meses se ha hecho realidad hoy: el Gobierno de España presenta al actual ministro de Economía, Luis de Guindos, para el puesto de vicepresidente del Banco Central Europeo que quedará vacante en los próximos meses.

Tras la decepción que supuso quedar fuera de la carrera por presidir el Eurogrupo, la reunión de ministros de Economía y Finanzas de los Estados miembro de la Unión Europea, el ministro tenía puesta la vista en el asiento que acompaña a Mario Draghi.

El mismo De Guindos ha declarado en una rueda de prensa, en la que ha anunciado su candidatura, que el Partido Popular «no contempla un escenario» que no sea el de que él mismo obtenga la posición y que, de ser así, renunciará a su puesto de ministro el próximo 23 de marzo, fecha en la que se hará pública la decisión.

Se ha especulado mucho sobre las características que debe tener un buen vicepresidente del BCE. Una de las principales exigencias es la independencia política, algo que no cumple De Guindos tras haber sido ministro y ocupado otros cargos anteriormente dentro del PP. Pero hay otras características del currículum del actual ministro que le hacen ser la persona perfecta para una institución no democrática, nada social, que es capaz de condenar a un país entero a la pobreza y la precariedad por mantener el statu quo, que pone por encima el control del déficit al bienestar social de la ciudadanía europea y que, desde su fundación, ha servido a las élites financieras.

1. Que un rescate sin coste se convierta en un agujero de 60.000 millones

1. El «no va a costar ni un euro a los contribuyentes» que entonó el ministro De Guindos tras empezar los rescates bancarios ya va por más de 60.000 millones de euros dados por perdidos, según las cifras del Banco de España. El «préstamo en condiciones ventajosas» -o sea, el rescate- que recibimos por parte de la Troika se ha esfumado y pesará sobre las espaldas de esos contribuyentes en las próximas décadas.

Poder inyectar esas cantidades de dinero público, al mismo tiempo que se aplican recortes en educación y sanidad, y volver a salir reelegido es un currículum perfecto para formar parte de una institución que en medio de la severa aplicación de medidas austeritarias se ha dedicado a inyectar 60.000 millones de euros mensuales comprando deuda de grandes empresas y de Estados en los mercados secundarios. Algo que, según muchos economistas, es lo único que está manteniendo la economía europea fuera de una nueva recesión. Bueno, la economía de las multinacionales y del sector financiero, porque la austeridad, como los recortes de De Guindos, no tienen el mismo efecto positivo sobre la ciudadanía, ni mucho menos.

2. La intervención del Banco Popular

El ministro sacó pecho al ser el primero en poner en marcha el nuevo mecanismo europeo para intervenir bancos que puedan poner en riesgo la sostenibilidad del sistema financiero. En solo una noche, sin información fiable, según el Banco de España, basándose en un informe de Deloitte que siguen sin hacer público, tras una huida de depósitos que el ministro no supo frenar y después que muchas administraciones públicas que dependen de él facilitaran el hundimiento, De Guindos expropió las acciones de 300.000 inversores para vender la entidad al Banco Santander por un solo euro.

Todos los expertos han apuntado a este hecho como uno de los principales hitos en el currículum del ministro para acceder a la vicepresidencia del BCE. Después de todo, aplicar medidas que hagan perder dinero a muchas personas en favor de la concentración bancaria y de la acumulación de poder de esos grandes bancos, y cargar la futura factura a las administraciones públicas, es una de las especialidades de la institución de Draghi.

3. Ex Lehman Brothers

En la rueda de prensa que ha dado el ministro para anunciar su candidatura ha tenido que responder a las preguntas que ponían en duda si su posición como ministro con el PP era idónea para una vicepresidencia que exige una independencia política. El ministro ha invitado a los periodistas a ver su currículum para despejar dudas de su profesionalidad y trayectoria.

A lo que De Guindos se debe de referir es a los años que trabajó como director de España y Portugal de la entidad financiera que, con su quiebra en septiembre de 2008, dio el pistoletazo de salida a la mayor crisis financiera que hemos sufrido hasta el momento: Lehman Brothers. La antigua empresa del ministro fue la encargada de empaquetar y vender hipotecas basura de dudoso cobro por todo el planeta, haciendo que la quiebra del banco de inversiones y el estallido de la burbuja financiera e inmobiliaria estadounidense contagiara las cuentas de todos los bancos del planeta. Las personas que dirigen el BCE parecen demostrar su independencia de partidos políticos, pero viendo que el actual presidente es un ex Goldman Sachs es presumible que pertenecer a uno de los bancos de inversiones que hayan tenido implicación directa en la gestación de la crisis financiera debe de dar muchos puntos.

4. No tuvo piedad con Grecia

El exministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, declaró en una entrevista que «hay una gran diferencia entre lo que hablas con el ministro español en privado y lo que luego defiende en el Eurogrupo», al relatar que, aunque el ministro español comprendía, e incluso veía factibles, las medidas que proponía el Gobierno griego, «nunca dejó pasar una ocasión en el Eurogrupo de alinearse» contra él.

La imposición de medidas austeritarias que correspondan a intereses políticos y no económicos es una de las especialidades de De Guindos y su inseparable compañero, el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro. Actúan igual que el eje liberal de Bruselas y el BCE, que no tuvo la menor piedad en aplastar al Gobierno griego, con lo que ello ha supuesto para la ciudadanía griega, con tal de que una nueva fuerza política no pueda demostrar que se pueden hacer las cosas de manera diferente. La intervención del Ayuntamiento de Madrid, de las cuentas de la Comunidad Valenciana o la aplicación del 155 en Catalunya seguramente se consideren méritos perfectos para este proceso de selección.

5. Legislaciones exprés para castigar a los rebeldes

Solo cinco días después del referéndum independentista catalán, el ministro allanaba el camino a la huida de empresas de Catalunya. Ese día aprobaba un real decreto urgente que permitía que las empresas puedan cambiar su domicilio social, y por lo tanto fiscal, sin necesidad de que la decisión pase por una junta de accionistas, como suele ser normal en las empresas cotizadas. De este modo, el ministro facilitaba que la huida de empresas fuera rápida y efectiva en unos días de mucha tensión y en los que las voces desde las instituciones europeas reclamaban que el Gobierno no usara la violencia…, pero que hiciera lo posible para recuperar la estabilidad política que amenazaba los mismos cimientos de la Unión Europea.

6. Hacer negocios con dictaduras

El 23 de octubre de 2017, el ministro viajó a Dubái para la cuarta sesión del Comité Económico. El ministro de Economía y su homónimo en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Sultan Bin Saeed Al Mansoori, se comprometieron a intensificar las relaciones económicas, comerciales y de inversión. El acuerdo firmado con los Emiratos Árabes anunciaba la promoción de proyectos de inversión conjuntos en sectores estratégicos como las energías renovables, la salud, la educación, la tecnología, el transporte, la ingeniería aeroespacial y el agua.

En la Europa del acuerdo de la vergüenza con la Turquía de Erdogan, de los acuerdos comerciales con Marruecos, de la exportación récord de armas a Oriente Medio o de acuerdos con países como Libia para que frene la migración, un ministro que firma acuerdos comerciales con la dictadura de los Emiratos Árabes encaja perfectamente.

7. Deuda, hucha de pensiones…

Junto a su inseparable compañero de batallas, el ministro de Hacienda, Montoro, la economía del Estado español ha aumentado su deuda desde los 620.000 millones de euros que dejó Zapatero a superar el 1,1 billones de euros actualmente. La hucha de las pensiones sigue en caída libre. De los 66.815 millones de euros que tenía en 2011, este fondo solo cuenta con 8.095 millones en la actualidad. Para 2018 se prevé que la Seguridad Social tenga que «pedir prestado» para poder cumplir el déficit que arrastra desde el arranque de la crisis. Pero las entidades financieras, esas pocas que quedan tras las fusiones que impulsó De Guindos, siguen dando beneficios récord al mismo tiempo que siguen despidiendo trabajadores mediante ERE.

8. Su «recuperación» económica

Aun con los «vientos de cola» en forma de inyección de dinero del BCE, tipos de interés en mínimos y materias primas como el petróleo con precios por los suelos, la precariedad laboral se ha instaurado en la sociedad, los índices de paro siguen siendo alarmantes y los peores de Europa, haciendo mella en los jóvenes y mujeres; los servicios básicos son cada vez más escasos y precarios, el poder adquisitivo de los españoles se ha reducido, las pensiones se han congelado… Una recuperación económica que ha favorecido cuatro veces más a los ricos que a los pobres y que esconde que un tercio de la ciudadanía vive en riesgo de exclusión social, según Intermón Oxfam, pero que a la vez aumenta el único índice existente a los ojos del BCE, el PIB, y los beneficios de las grandes empresas, es exactamente el tipo de recuperación económica que promueve la institución a la que aspira De Guindos: la creciente desigualdad entre los más ricos y los más pobres.

Fuente original: https://www.elsaltodiario.com/banco-central-europeo/ocho-meritos-luis-de-guindos-candidato-perfecto-para-bce