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Oligarquía golpista y esclavista

Fuentes: Brasil 24/7

Traducción del portugués para Rebelión: Alfredo Iglesias Diéguez


La oligarquía esclavista pretende aumentar la jornada de trabajo a 12 horas. Tal y como van las cosas, acabará siendo revolucionario luchar por el descanso dominical.

En contra de la historia y de la civilización, la oligarquía esclavista pretende aumentar la jornada de trabajo a 12 horas diarias, sustituir la legislación laboral recogida en la CLT por contratos directos entre patrones y empleados y flexibilizar los derechos de los trabajadores a descansos semanales, horas extras y 13º salario.

Esas medidas, que atentan brutalmente contra los derechos conquistados por la clase trabajadora en la primera mitad del siglo pasado, se suman a otras medidas que ya se están tramitando en el Congreso.

Es el caso, por ejemplo, de la Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) 241, que pone fin a la garantía constitucional a los derechos de educación y sanidad y congela para los próximos 20 años las partidas presupuestarias para el Sistema Único de Salud (SUS), las universidades, las guarderías, la enseñanza no universitaria, la ciencia y la tecnología.

Los especialistas estima que si se aprueba esta ley draconiana, el SUS perderá 160 mil millones de reales solamente en los primeros 10 años. Eso significa que en el intervalo de una década, el desvío de dinero que debería destinarse a sanidad causaría una asombrosa desasistencia sanitaria, el equivalente a que el SUS fuese cerrado durante un año y medio y la población quedase sin atención.

Ese es el espíritu del golpe: ampliar la tasa de retorno y de lucro del capital, retirar al pueblo de los presupuestos del Estado y transferir la renta y la riqueza nacional para las clases que viven de rentas y para el capital extranjero.

La burguesía golpeó a la democracia para destituir ilegalmente a las fuerzas progresistas que vencieran en las elecciones en 2014 y así recuperar el control directo del Estado para hacer viable la restauración neoliberal ultraconservadora y reaccionaria en Brasil.

Para imponer esta agenda de retrocesos, la oligarquía golpista -que también es misógina, homofóbica, racista y esclavista-, deberá profundizar en el empleo de excepción y represión que, todavía, no consiguieron someter a la insurgencia democrática que asume características irreversibles de desobediencia civil.

El golpe es en contra del pueblo, contra la clase trabajadora; contra las mujeres, la juventud, los negros, los campesinos pobres y humildes. La lucha de clases cambió de nivel -el campo democrático y popular radicaliza el enfrentamiento a la oligarquía golpista y esclavista- y los golpistas podrán llevar al país a un nivel dramático de conflictividad social.

Esta realidad parece surrealista. Tal y como van las cosas, acabará siendo revolucionario luchar por el descanso dominical.

Jeferson Miola es integrante del Instituto de Debates, Estudos e Alternativas de Porto Alegre (Idea) y fue coordinador-ejecutivo del 5º Fórum Social Mundial.

Fuente: http://www.brasil247.com/pt/colunistas/jefersonmiola/254252/Oligarquia-golpista-e-escravocrata.htm

 

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y Rebelión como fuente de la misma.