Los dos principales partidos de oposición en Brasil amenazaron con vetar en el Congreso la entrada de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), en respuesta a recientes declaraciones del presidente de ese país caribeño, Hugo Chávez. «Si depende del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) la Venezuela de Chávez no tendrá aprobado su […]
Los dos principales partidos de oposición en Brasil amenazaron con vetar en el Congreso la entrada de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur), en respuesta a recientes declaraciones del presidente de ese país caribeño, Hugo Chávez.
«Si depende del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) la Venezuela de Chávez no tendrá aprobado su ingreso al Mercosur», dijo en una nota oficial el dirigente de esta organización de centro derecha, y jefe de la bancada en el Congreso, Arthur Virgilio.
«El PSDB hará pues lo posible e imposible para impedir la aprobación del ingreso de Venezuela al Mercosur», agregó.
En el Congreso brasileño hay una compleja correlación de poderes. En la cámara de diputados el oficialismo tiene mayoría por medio del Partido de los Trabajadores (PT), del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y su principal aliado, el Partido Movimiento de Democrático Brasileño (PMDB, de centro derecha).
Pero en el Senado no hay una clara mayoría de ninguno de los bloques oficialistas u opositores.
Virgilio acusó a Chávez de pretender «presionar a Brasil con su discurso atrasado e insultos a los parlamentarios».
«Aquí no es el parlamento venezolano, que él logró subyugar eliminando toda y cualquier oposición. El parlamento brasileño es libre para votar cuando le parezca mejor», agregó.
Poco antes de un encuentro con Lula el jueves en Manaus, Chávez se quejó una vez más del retraso de la aprobación del ingreso de Venezuela a Mercosur, que debe ser refrendada por el legislativo brasileño, así como por el de Paraguay.
Argentina y Uruguay, los otros dos miembros del Mercosur, ya aprobaron el ingreso solicitado por Venezuela hace un año.
Chávez, que ya había acusado al Congreso de Brasil de ser un «loro» que sólo repite lo que le manda Washington, dijo esta vez que se sentía «apenado» y le daba vergüenza el retraso en la integración de su país a Mercosur.
Afirmó que por detrás de las demoras y los desencuentros «está la mano del imperio (por Estados Unidos)», que «quiere impedir que nos unamos».
«Nosotros tenemos dignidad» y «no nos vamos a estar arrastrando ni rogándole a nadie», apuntó.
Virgílio afirmó que «hay razones legales, políticas, económicas y éticas para impedir la adhesión» de Venezuela.
A su juicio el país caribeño «va en marcha hacia un régimen dictatorial y el gobierno de Chávez no llena el requisito de la cláusula democrática del Tratado de Mercosur».
El bloque comercial «no puede servir de palco para las diatribas de Chávez contra Estados Unidos, que debe ser visto como importante socio económico».
Por su parte el líder del derechista partido Democrátas, José Agripino Maia, dijo que Brasil va a arrepentirse después de tener a Venezuela como socio en el Mercosur.
«Frente a tanta fanfarronería, ya me está pareciendo mejor no aceptarlo para no arrepentirnos mañana de la incomodidad de su compañía», dijo Maia en un nota.
Hoy mismo otros parlamentarios tanto oficialistas como de la oposición, reprocharon las declaraciones de Chávez.
El procurador general de la Cámara de Diputados, el oficialista Alexandre Santos, dijo que propondrá que el Congreso le exija explicaciones formales al jefe de Estado de Venezuela.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Heráclito Fortes, también de Demócratas, negó a medios brasileños desde Italia que el Congreso tenga algún interés ni en anticipar ni en descartar el ingreso.
«Son declaraciones injustas. Esa propuesta está siendo analizada por el Congreso brasileño, se encuentra en la Cámara de Diputados y posteriormente irá al Senado», dijo Fortes.