La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) aprobó ayer (21), la siembra planeada del Eucalyptus GM. De acuerdo con la decisión, los campos de experiencia no necesitarán de cercados, siempre que una zona mínima de amortiguamiento (100 metros) sea garantizada, con o sin árboles en esa zona. Además, la empresa deberá eliminar los árboles comerciales […]
La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) aprobó ayer (21), la siembra planeada del Eucalyptus GM. De acuerdo con la decisión, los campos de experiencia no necesitarán de cercados, siempre que una zona mínima de amortiguamiento (100 metros) sea garantizada, con o sin árboles en esa zona. Además, la empresa deberá eliminar los árboles comerciales del entorno conforme procedimientos silviculturales e industriales, no recogiendo o almacenando semillas de las mismas.
Las empresas también deberán asegurar la distancia mínima de 1 km en relación con cultivos de árboles frutales abiertos de semillas o árboles de Eucalyptus sexualmente compatibles y sin valor comercial. Otro procedimiento será el mantenimiento de una distancia mínima de tres kilómetros en relación con áreas (colmenas) de apicultura comercial o doméstica reconocidamente preexistentes a la época de la instalación del experimento.
La abogada de la ONG Tierra de Derechos, Maria Rita Reis, afirma que ese tipo de plantación para investigación ya existía en Brasil, sólo fueron garantizadas normas de bioseguridad. Sin embargo, la abogada considera esas normas ineficientes y enumera las principales críticas de las organizaciones sociales a la CTNBio: «Primero, la CTNBio está totalmente influenciada por una presión de mercado para realizar el análisis. Segundo, no ha sido capaz de discutir profundamente las cuestiones de bioseguridad que sería atribución de la Comisión. Por ejemplo, discutir la posibilidad de coexistencia de cultivo de transgénicos y no trasngênicos. Hasta el momento actual, muy poco fue discutido sobre los derechos de los agricultores y consumidores que no quieren ni consumir ni plantar transgénicos».
La ONG Tierra de Derecho conjuntamente con otras organizaciones sociales – Instituto Brasilero de Defensa del Consumidor (Idec), Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa (ASPTA) y Asociación Nacional de Pequeños Agricultores (ANPA) – se manifestaron en contra de las decisiones tomadas por la CTNBio. El lunes (18), una acción civil pública presentada por las entidades fue juzgada por la jueza federal substituta de la Jurisdicción Ambiental de Curitiba, Pepita Durski. La jueza determinó, por medio de un despacho preliminar, que el colegiado se abstuviese de votar nuevos pedidos durante la reunión de esta semana.
Sin embargo, la Consultoría Jurídica del Ministerio de Ciencia y Tecnología preparó una respuesta, que fue enviada el miércoles (20) al procurador jefe de la Unión en Paraná, Roberto Stoltz. El pedido fue analizado y la jueza Pepita Durski resolvió en favor de la Unión Federal. De esta forma, los miembros de la CTNBio pudieron deliberar sobre las cuestiones ligadas a liberaciones comerciales de OGMs (Organismos Genéticamente Modificados). Pero la abogada de Tierra de Derechos aclara que la jueza todavía no apreció el mérito del despacho preliminar, solamente permitió que la Comisión pudiese tomar decisiones, sin embargo tales decisiones no tendrán efecto jurídico.
Después de autorizados, los miembros de la comisión analizaron la liberación comercial de diez ítems: seis variedades de maíz, tres de algodón y una de arroz. Fue realizado el pedido de inspección al proceso en el caso de los eventos de la Monsanto de Brasil Ltda y también de la Syngenta Seeds. Las normas de la CTNBio prevén que el pedido de inspecciones al proceso sólo puede ocurrir una única vez, siendo así, los solicitantes deben elaborar un parecer para que el pedido sea votado en la próxima reunión. Los participantes también debatieron sobre la audiencia pública en relación con el algodón transgénico. El evento va a tener lugar a comienzos de agosto. La CTNBio vuelve a reunirse los días 18 y 19 de julio.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]