Las organizaciones europeas que son parte de la campaña «Derechos para las personas, obligaciones para las multinacionales», entre las que está USO, expresan su decepción por la aprobación en el Parlamento Europeo de los tratados tanto de comercio como el de inversión entre UE-Singapur (EUSIPA) con 436 votos a favor y 203 votos en contra. […]
Las organizaciones europeas que son parte de la campaña «Derechos para las personas, obligaciones para las multinacionales», entre las que está USO, expresan su decepción por la aprobación en el Parlamento Europeo de los tratados tanto de comercio como el de inversión entre UE-Singapur (EUSIPA) con 436 votos a favor y 203 votos en contra.
El acuerdo es controvertido ya que incluye un mecanismo tóxico de resolución de controversias entre el Estado y el inversor, un sistema privado de arbitraje que permite a las multinacionales demandar a los gobiernos por leyes o regulaciones que vayan en contra de sus beneficios privados. Casos previos demuestran cómo estos mecanismos se han utilizado para detener una regulación ambiental, para eliminar derechos a los trabajadores/as o por elevar los estándares de calidad en los productos que consumimos.
Una alianza de más de 200 sindicatos, ONG, organizaciones profesionales y movimientos sociales ha movilizado a medio millón de ciudadanos europeos en menos de un mes para firmar una petición que rechaza el ISDS en todas sus formas y que a cambio pide un instrumento internacional vinculante, así como leyes nacionales, que obligue a las empresas transnacionales a cumplir con los derechos humanos.
Según las organizadoras y organizadores de la campaña: «Los eurodiputados han cometido un grave error hoy aprobando un acuerdo que revive la peor parte del TTIP, es decir, los mecanismos de protección de inversiones».
Las eurodiputadas y eurodiputados que han votado a favor del acuerdo han comprado la historia de que éste es un nuevo sistema. No es así. Aparte de alguna mejora relacionada con los procedimientos, sigue siendo el ISDS maquillado. Es preocupante la falta de pensamiento crítico por parte de algunos partidos supuestamente «progresistas», como el PSOE, quienes han votado junto con el PP y Cs a favor de este tratado al igual que hicieron con el Tratado de Japón en diciembre de 2018. Sin embargo, este acuerdo es aún más peligroso que el CETA o el tratado con Japón. Entre otras cosas, mantiene la cláusula legal de «expectativas legítimas» a través de la cual muchos inversores han demandado a otros gobiernos alegando que las regulaciones medioambientales y de salud pública van en contra de sus beneficios económicos de las inversiones presentes o futuras.
La implicación que tiene la aprobación de este acuerdo podría ser muy grave para los gobiernos de la UE porque debilita su derecho a legislar. El ISDS se ha utilizado para demandar a los gobiernos simplemente por legislar.
No es demasiado tarde para cambiar de rumbo. Detener el EUSIPA, y el resurgimiento del fallido sistema ISDS, está en manos de los parlamentos nacionales. Pedimos al futuro Parlamento que salga elegido de las elecciones generales anticipadas que no sólo frene el acuerdo de inversiones con Singapur sino que ponga en marcha una política de comercio e inversión alternativa. Los parlamentos nacionales ahora deben acertar donde los eurodiputados han fracasado.
Si quieres apoyar la campaña entra en www.noalttip.org/stopisds
El 13 feb 2019, a las 13:42, NoalTTIP [email protected] escribió:
Comunicado de la campaña «No a los tratados de comercio e inversión»
Organizaciones de toda europa apelan a los miembros del Parlamento Europeo por aprobar el Acuerdo de inversiones con Singapur
Las organizaciones europeas que son parte de la campaña «Derechos para las personas, obligaciones para las multinacionales» expresan su decepción por la aprobación en el Parlamento Europeo del tratado entre UE-Singapur (EUSIPA) con 436 votos a favor y 203 votos en contra.
El acuerdo es controvertido ya que pretende revivir el mecanismo tóxico de resolución de controversias entre Estado-inversor (ISDS) – un sistema privado de arbitraje que permite a las multinacionales demandar a los gobiernos por leyes o regulaciones que vayan en contra de sus beneficios privados. Casos previos demuestran cómo estos mecanismos se han utilizado para detener una regulación ambiental, para eliminar derechos a los trabajadores/as, elevar el salario mínimo o por elevar los estándares de calidad en los productos que consumimos.
Una alianza de más de 200 sindicatos, ONG, organizaciones profesionales y movimientos sociales han movilizado a medio millón de ciudadanos europeos en menos de un mes para firmar una petición que rechaza el ISDS en todas sus formas y que a cambio pide una corte internacional que obligue a las empresas transnacionales a cumplir con los Derechos Humanos.
Según las personas organizadoras de la campaña,»Los eurodiputados han cometido un grave error hoy aprobando un acuerdo que revive la peor parte del TTIP, es decir, los mecanismos de protección de inversiones». «Aunque lo intenten vender como una versión renombrada, el «Sistema de Tribunal de Inversiones» sigue utilizando los mismos principios por lo cuales se puede demandar a los Estados por tomar decisiones soberanas en pro del interés público».
Las eurodiputadas y diputados que han votado a favor del acuerdo han comprado la historia de que éste es un nuevo sistema. No es así. Aparte de alguna mejora relacionada con los procedimientos, sigue siendo el ISDS maquillado. Es preocupante la falta de pensamiento crítico por parte de algunos partidos supuestamente «progresistas», como el PSOE, quienes han votado junto con el PP y Cs a favor de este tratado al igual que hicieron con el Tratado de Japón en diciembre de 2018, alegando que es un acuerdo progresista que vela por los intereses de la ciudadanía. Sin embargo, este acuerdo es aún más antiguo que el CETA. Entre otras cosas, mantiene la cláusula legal de «expectativas legítimas» a través de la cual muchos inversores han demandado a otros gobiernos aludiendo que las regulaciones medioambientales y de salud pública violan sus expectativas de retorno económico de las inversiones.
La implicación que tiene la aprobación de este acuerdo podría ser muy grave para los gobiernos de la UE. El ISDS se ha utilizado para demandar a los gobiernos simplemente por legislar.
No es demasiado tarde para cambiar de rumbo. Detener el acuerdo con Singapur, y el resurgimiento del fallido sistema ISDS, está en manos de los parlamentos nacionales. Si cualquiera de ellos no ratifica el acuerdo, nos salvaremos de lo que solo se puede describir como una dictadura corporativa. Los parlamentos nacionales ahora deben acertar donde los eurodiputados han fracasado.
Si quieres apoyar la campaña entra en www.noalttip.org/stopisd