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Ronda de Doha de la OMC

Países del Sur se unen ante estancamiento de reunión ministerial

Fuentes: Red del Tercer Mundo

Varios ministros de países en desarrollo expresaron su preocupación acerca de la situación actual de las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC frente al estancamiento de la reunión del 1 de julio en Ginebra Los dirigentes y coordinadores de una vasta diversidad de países en desarrollo, que representaban a una abrumadora mayoría […]

Varios ministros de países en desarrollo expresaron su preocupación acerca de la situación actual de las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC frente al estancamiento de la reunión del 1 de julio en Ginebra

Los dirigentes y coordinadores de una vasta diversidad de países en desarrollo, que representaban a una abrumadora mayoría de los mismos, emitieron una declaración conjunta y participaron de una conferencia de prensa.

Los grupos constituyentes son el Grupo de los 20, el Grupo de los 33, el Grupo ACP (África, Caribe y Pacífico), los Países Menos Adelantados (PMA), el Grupo Africano, las Pequeñas Economías Vulnerables, el Grupo 11 de acceso a los mercados para los productos no agrícolas, el Grupo 4 de Algodón y la Comunidad del Caribe (Caricom). En la rueda de prensa intervinieron los ministros de Comercio o Relaciones Exteriores de Brasil, India, Indonesia, Zambia, Kenia, Guyana, Sudáfrica, Benin, Guyana, República Dominicana y Argentina, y el embajador de Mauricio.

Durante la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Hong Kong se había celebrado una reunión inaugural de lo que se denominó el Grupo de los 110 (que comprende al Grupo de los 20, el Grupo de los 33, el Grupo ACP (Asia, Caribe, Pacífico), el Grupo de África y el grupo de los países menos adelantados (PMA), donde se proclamó el objetivo de unificar a los países en desarrollo y resolver las diferencias entre ellos, de manera que pudieran tener una plataforma más efectiva en las negociaciones.

En esta oportunidad, los grupos que se unificaron en una demostración de unidad fueron más numerosos que la coalición formada en Hong Kong. En las negociaciones subsiguientes se verá cuál es la eficacia de esta amplia plataforma. No obstante, la plataforma de países en desarrollo, tal como se presentó el 1 de julio en la Sala W de la OMC, frente a unos 200 periodistas, fue impresionante y los ministros -la mayoría de ellos veteranos de las reuniones ministeriales de la OMC- fueron elocuentes en sus declaraciones. Los aspectos resaltados por varios Ministros fueron los siguientes: * Los países en desarrollo habían hecho lo máximo posible por contribuir al éxito de las reuniones, y la incapacidad de realizar avances se debió a la falta de acción por parte de los países desarrollados (o algunos de ellos); * Hubo un intento desafortunado por parte de los países desarrollados de hacer recaer la carga de la Ronda en los países en desarrollo, al reclamarles que asumieran gravosas obligaciones, especialmente en el acceso a los mercados para los productos no agrícolas; * A cambio de eso, los países desarrollados no estuvieron dispuestos a asumir compromisos similares (tanto en agricultura como en acceso a los mercados para los productos no agrícolas) requeridos por los países en desarrollo.

* Los «nuevos flujos comerciales» (un término ahora aplicado por los países desarrollados y el director general de la OMC, Pascal Lamy, como el nuevo criterio por el cual juzgar una propuesta o una oferta) que surjan de la Ronda de Doha deberían ser de los países en desarrollo hacia los países desarrollados, y no lo contrario. * Si se desea que la Ronda arroje un resultado, es necesario reclamar la esencia de la misma relativa al desarrollo.

El canciller brasileño Celso Amorim (representante del Grupo de los 20) dijo que a esta altura, cuando la Ronda está pendiente de un hilo, los países en desarrollo están unidos. Su declaración refleja demandas que no son imposibles, reflejan opiniones de casi todos los países en desarrollo.

El mes de julio será crucial para finalizar la Ronda, y «nos aseguraremos de que esas demandas sean parte de la solución final», expresó. Amorim agregó que tenía confianza en que se llegará hasta allí. «No es fácil pero el peso del liderazgo compete a los países más ricos, que son los que tienen más para dar. Estamos aquí para expresar nuestro compromiso con la Ronda y su tramo final. Estaremos preparados para comprometernos», expresó.

La conferencia de prensa se realizó para subrayar que «nosotros, como países en desarrollo, vinimos aquí a negociar, hemos demostrado tener flexibilidad, pero no vinimos para renegociar que ésta es una Ronda para el Desarrollo», dijo la ministra de Comercio de Indonesia, Mari Pangestu, quien coordina el Grupo de los 33. Los países desarrollados «dicen que las flexibilidades (para los países en desarrollo) erosionan el acceso a los mercados. Esto no sirve de ayuda. Nuestras flexibilidades en cuanto a productos especiales y al mecanismo de salvaguardia especial tienen que ver con la protección de determinados sectores que son vulnerables, y apuntan a la seguridad alimentaria y de formas de vida y sustento, así como al desarrollo rural. No pueden renegociarse, son para abordar las preocupaciones reales de los países en desarrollo enfrentados a tener que abrirse a un comercio mayor. La cuestión se refiere a tener instrumentos ‘efectivos’ para las flexibilidades, y no acerca de vacíos o erosión del acceso a los mercados», agregó.

Pangestu expresó que las conversaciones no pueden cambiarse a menos que haya un cambio en el Grupo de los Seis. «Seguimos comprometidos con una Ronda para el Desarrollo. Las vulnerabilidades son diferentes con respecto a los distintos grupos de países. También, los beneficios del acceso a los mercados son muy diferentes para los distintos grupos de países y esto subyace en las preocupaciones de los países en desarrollo», dijo.

A modo de ejemplo, la ministra indonesia se refirió a que en los países en desarrollo de bajos ingresos la agricultura representa el 70 por ciento del total del empleo, mientras que en otros países en desarrollo la proporción puede ser del 30 por ciento, y en los países desarrollados es solo de un cuatro por ciento. «Por lo tanto, reclamamos instrumentos efectivos que aborden nuestras vulnerabilidades», manifestó.

El ministro de Comercio de la India, Kamal Nath, líder tanto del Grupo de los 20 como del Grupo de los 33, expresó que «no es necesario fingir que esto no ha sido un fracaso. Sería una gran simulación decir que esta reunión ha sido exitosa. El liderazgo (en cuanto a tener avances) recae en los países desarrollados. Después de un día y medio concluimos que no hay espacio de negociación en la medida que hay una diferencia de percepción». Poniendo énfasis en que ésta es una Ronda para el Desarrollo, Nath expresó que el párrafo 24 de la Declaración de Hong Kong dispone que debe facilitarse el acceso de los países en desarrollo a los mercados de los países desarrollados. «Ésta es una Ronda para flujos comerciales y ganancias comerciales de las que los países en desarrollo se puedan beneficiar», afirmó. «Pero si los países desarrollados vinieron a Ginebra con la esperanza de que los países en desarrollo pondrán a su alcance el acceso a los mercados, y al mismo tiempo ellos conservan la ayuda agrícola interna, entonces no hay espacio para la negociación».

Nath exhortó a los países desarrollados a utilizar este periodo para reflexionar. Los países en desarrollo están unidos en el propósito de fortalecer el sistema multilateral de comercio. «De manera que esto representa una gran decepción para nosotros. Vinimos aquí con la esperanza de cumplir el mandato de esta ronda», dijo. «Exhortaremos al director general a que se comprometa bilateralmente y con embajadores y grupos. Si ve algún sentido de convergencia, regresaremos. Pero sólo puede haber convergencia si hay un compromiso con los objetivos -está la Declaración de Hong Kong, allí hay flexibilidades. No por casualidad, sino para servir a los fines del mandato. No podemos tener una culminación (de la Ronda) sin contenido».

Con relación a las reuniones de «sala verde», Nath expresó: «No podemos negociar la seguridad de la subsistencia y el sustento de los agricultores. Puedo negociar el comercio, pero no deberían siquiera pedirme que negocie esto (subsistencia y sustento). Si bien estoy decepcionado, no soy pesimista. Habría que conservar y fortalecer la estructura del sistema multilateral de comercio, y deberíamos avanzar. Éste es un periodo de reflexión».

El ministro de Comercio y Relaciones Exteriores de Guyana, Clement Rohee, coordinador de los países de la Caricom, manifestó que los países del Caribe habían ido a negociar. Había dos temas para resolver: dónde localizar la zona de aterrizaje (es decir, las zonas de convergencia para las modalidades) y quién iba a mostrar liderazgo en esto.

Agregó que los miembros sentían que correspondía al Grupo de los Seis mostrar liderazgo al respecto. Pero al final del día, las exhortaciones (al Grupo de los Seis, para que mostraran liderazgo) cayó en oídos sordos. «De manera que todavía estamos buscando una espacio de entendimiento. Dijimos que no obstaculizaremos una propuesta, pero esa propuesta no debería poner a las pequeñas economías vulnerables en desventaja, dada su vulnerabilidad y su extrema apertura en el comercio y la inversión», dijo.

Rohee manifestó que en el periodo que queda por delante debería haber consultas a alto nivel combinadas con el criterio de acumulación progresiva, y debe lograrse un equilibrio entre ambos. Los países del Grupo de los 110 tienen una función importante a cumplir.

El ministro de Comercio de Kenia, M. Kituyi, coordinador del Grupo de África, manifestó que era fundamental para quienes abogan por el desarrollo reafirmar su unidad de propósito, que el programa no ha cambiado, y por qué están unidos. Manifestó que incluso en esta hora sombría, «todavía vemos el valor del sistema multilateral de comercio, y que el sistema bilateral es más hostil. Utilizando la democracia en el multilateralismo, deben hacerse todos los esfuerzos para culminar las modalidades completas». Refiriéndose a los países desarrollados, Kituyi añadió que había una incoherencia entre la solidaridad expresada en las declaraciones de los dirigentes políticos y las flexibilidades demostradas en las negociaciones, y que era necesario zanjar esta diferencia. Las negociaciones deben reconocer que las flexibilidades que hay que otorgar deben recibirlas quienes se supone son los beneficiarios de la Ronda, es decir, los países en desarrollo.

El viceministro de Comercio de Sudáfrica, Rob Davies, que coordina el grupo de 11 países en desarrollo en torno al acceso a los mercados para los productos no agrícolas, expresó: «Estamos unidos aquí en torno a la demanda común de reclamar la esencia del mandato de Doha: que las necesidades e intereses de los países en desarrollo son aspectos centrales del Programa de Trabajo de Doha. Esta prioridad ha sido subordinada hoy por intereses creados y grupos comerciales de los países desarrollados, como queda de manifiesto en la falta de disposición de los grandes subvencionadores entre los países desarrollados para adoptar una medida decidida. Son rehenes de intereses creados».

Manifestó, además, que esos países están tomando la posición de que toda concesión ofrecida debe ser acompañada de concesiones comerciales que beneficien a los intereses comerciales de los países desarrollados, lo cual plantea demandas irreales y desmesuradas a los países en desarrollo, especialmente en el sector de acceso a los mercados para los productos no agrícolas.

Los coeficientes que se sugieren para los países en desarrollo les exigirían un grado de desarticulación social y de ajuste -sin la contrapartida de factores compensatorios- que los propios países desarrollados no están dispuestos a asumir. «El margen de los coeficientes (entre los países desarrollados y en desarrollo) sugeridos por los países desarrollados es tan estrecho que el grado de ajuste que ellos mismos tienen que asumir en materia de acceso a los mercados para los productos no agrícolas es irrisorio en comparación (con lo que quieren que asuman los países en desarrollo)», afirmó.

También señaló que se han marginado los temas de preocupación de los PMA y otros grupos representados en Ginebra: «Para avanzar debemos reclamar la esencia de esta Ronda: el desarrollo. A menos que podamos lograr un compromiso político en torno a eso, no adelantaremos. Nosotros estamos comprometidos con el sistema multilateral de comercio, pero en muchos aspectos, para que la Ronda llegue a buen puerto, la pelota debe jugarse en otras canchas».

El ministro de Comercio de Zambia, Depak Patel, coordinador del Grupo PMA, manifestó que resulta muy inmoral para los países desarrollados, que manifiestan que desean ayudar a los países más pobres, que los PMA tuvieran que luchar durante diez años para lograr que los consideren en Hong Kong (para las concesiones a los PMA) sobre bases de «máximo empeño», para que luego aquéllos (los países desarrollados) no los tuvieran en cuenta. «Hemos aprendido que lo que no pueden obtener de nosotros en la OMC, intentan obtenerlo igualmente de nosotros a través de los programas estructurales de las instituciones de Bretton Woods. Ya tenemos suficiente de eso», afirmó.

El ministro de Zambia dijo que era positivo que los países en desarrollo presionaran en el Grupo de los Seis a los países desarrollados para que atiendan el programa de los PMA. «Estamos unidos, no permitiremos que nos responsabilicen del fracaso (de las conversaciones de Ginebra) y creemos en la ruta multilateral. El bilateralismo es desastroso para nosotros».

Depak Patel reiteró que los PMA no tienen la culpa de la dilación de las conversaciones. Manifestó que las palabras de los dirigentes y jefes de Estado deben ir acompañadas de las acciones de sus negociadores en la OMC. El representante de Argentina (que es miembro del Grupo de los 20 y del Grupo de los 11 en el acceso a los mercados para los productos no agrícolas) dijo que lo que los grupos de países en desarrollo habían presentado era una fuerte declaración de unidad. Reiteró la importancia de reducir las subvenciones agrícolas que constituyen una distorsión del comercio. «Esas distorsiones han sido prohibidas durante años para los productos industriales», expresó, agregando que esto mostraba que las normas comerciales no son equitativas. «Las subvenciones a las exportaciones y las subvenciones domésticas son legales para la agricultura e ilegales para los productos industriales. Esto es algo injusto de las normas de comercio. Esta Ronda debe cambiar eso. De lo contrario, esta Ronda no tiene razón alguna de existir», afirmó. El ministro de Benin, en representación de los cuatro países africanos en la iniciativa para el sector del algodón, expresó que la reunión de los grupos de países en desarrollo había sido muy buena y que se pusieron los temas sobre la mesa y todos fueron coincidentes. Dos grandes actores (Estados Unidos y la Unión Europea) intentan imponernos normas. Es importante que nos expresemos. Si las negociaciones colapsan, sabemos quiénes son los responsables.

Si las conversaciones llegan a su fin, no queremos esperar a que nos marginen aún más. En el caso del Grupo 4 del Algodón, deberían tomar en cuenta nuestra propuesta ya que es vital para nuestra población y no estamos mendigando, lo que pedimos es respeto por las normas de la OMC y poner fin a las subvenciones, así como tener un flujo comercial para nosotros.

El ministro de la República Dominicana, que representa a las economías pequeñas y vulnerables, manifestó que la Declaración de Hong Kong había encomendado que se abordaran los problemas de las economías pequeñas y vulnerables. Las preocupaciones de estas economías son tanto en agricultura como en acceso a los mercados para los productos no agrícolas, y ellos habían pedido que se les concedieran flexibilidades adicionales, y que se tomaran en cuenta esas preocupaciones. «Apoyamos a todo el grupo de países en desarrollo», agregó. «Son los países desarrollados los que deberían mostrar liderazgo para terminar esta Ronda».

El embajador Servansingh de Mauricio, coordinador del Grupo ACP, dijo que el Grupo representa a la mayoría de los países en desarrollo y que comparte la plataforma unificada de países en desarrollo. «Estamos comprometidos con el sistema multilateral de comercio y con un resultado que se traduzca en desarrollo… Lo más importante es que haya un resultado que esté orientado al desarrollo».

Ante el pedido de la prensa de que comentara las declaraciones del Representante de Comercio de Estados Unidos en cuanto a que los productos PE y MSE han estado en el centro de los obstáculos al acceso a los mercados, y que los países en desarrollo también están obstaculizando el acceso en el sector de acceso a los mercados para los productos no agrícolas, Kamal Nath dijo que no sabía qué había querido decir el Representante de Comercio de Estados Unidos. Comentó que los principios en torno a los productos PE están en el acuerdo marco y en la Declaración de Hong Kong y que lo único que está para negociar es la cuestión de los indicadores. Es demasiado tarde para negociar otros principios, que no están abiertos a la negociación.

En cuanto al acceso a los mercados para los productos no agrícolas, expresó que, también, el mandato está en la Declaración de Hong Kong, la cual dice que debe haber compromisos de reducción que no conlleven una reciprocidad plena. Si los países desarrollados dicen en cuánto están dispuestos a reducir sus aranceles, entonces mediante la aplicación del principio de una reducción que no conlleve una reciprocidad plena, los países en desarrollo podrían decirle cuánto podrían reducir a su vez, lo cual sería en menor grado. «Ahora ustedes dicen que debemos reducir un 70 por ciento, mientras ustedes reducen solamente un 20 por ciento. La Ronda no se trata de esto», afirmó.

El canciller brasileño expresó su coincidencia con Nath. Ante la pregunta de si la reunión se había terminado, Amorim expresó que desde el principio él había sido escéptico en cuanto al éxito de la misma. Pero no es que la reunión haya fracasado sino que es más bien como una suspensión de la reunión, en la cual el director general de la OMC intensificará las consultas.

Dijo que las conversaciones no estaban tan lejos de llegar a un acuerdo, si se pudieran hacer algunas cosas: la Unión Europea se había movido, y podría moverse un poco más en acceso a los mercados para los productos no agrícolas; Estados Unidos había indicado en el pasado que tenía flexibilidad en el apoyo interno, y podría avanzar. Por otro lado es necesario algún entendimiento en torno a productos PE y debe haber proporcionalidad en las reducciones arancelarias.

En respuesta a otra pregunta, Amorim manifestó que corresponde a los países desarrollados mostrar liderazgo. Los países en desarrollo tienen un interés mayor que los países desarrollados en el sistema multilateral de comercio. «Concluir la Ronda es muy importante para Brasil, pero no podemos concluirla a cualquier precio», dijo, y agregó que los países en desarrollo habían pagado un alto precio en la Ronda Uruguay, entre lo que cabe citar haber aceptado la inclusión de la propiedad intelectual y los servicios dentro del sistema. «Esta Ronda es básicamente sobre agricultura, el tema inconcluso de la Ronda Uruguay. Si esta Ronda fracasara sería porque los países desarrollados no están haciendo frente al problema». Amorim citó un editorial de un diario estadounidense, que había comentado (después que Brasil había ganado el caso contra Estados Unidos sobre subvenciones al algodón): «Sabemos que las subvenciones agrícolas son inmorales, ahora sabemos que también son ilegales».

Pangestu manifestó que los PE y MSE son sobre vulnerabilidades y que son independientes de la decisión que se adopte acerca de acceso a los mercados. «Somos constructivos y no deseamos renegociar el mandato. ‘Efectivo’ es lo que decimos (que deben ser los instrumentos) y podemos negociar eso (el significado de efectivo)».

El ministro indonesio manifestó que el punto más básico es que los PE y MSE no deberían ser medidos por la perspectiva del acceso a los mercados. «Cuando se abre y liberaliza el mercado, no debería ser de una forma que tuviera efectos adversos para grupos vulnerables», dijo.

La declaración conjunta de los grupos de países en desarrollo expresó que se reunieron el 1 de julio para evaluar los últimos acontecimiento y coordinar sus esfuerzos para asegurar que las negociaciones llegaran a un resultado compatible con el mandato de desarrollo de la Ronda de Doha.

El Grupo de los 20, el Grupo de los 33, el Grupo CP, los PMA, el Grupo de África, las pequeñas economías vulnerables, el Grupo 11 de acceso a los mercados para productos no agrícolas, el Grupo 4 de Algodón y la CARICOM coincidieron en que el Programa para el Desarrollo de Doha debe abordar de manera prioritaria y amplia las necesidades y preocupaciones de los países en desarrollo en materia de desarrollo. Los grupos subrayaron que las conversaciones deben negociar con respecto al mandato de Doha, el marco de julio y la declaración de Hong Kong, y «cualquier intento de renegociarlos o reescribirlos sería inaceptable».

Recordaron que el Programa de Doha para el Desarrollo colocó las necesidades e intereses de los países en desarrollo en el centro del programa de trabajo. También renovaron su compromiso de llegar a un acuerdo en torno a las modalidades completas para agricultura y acceso a los mercados para los productos no agrícolas para fines de este mes (julio). «Reconocieron la necesidad de abordar el apoyo interno, el acceso a los mercados agrícolas y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas, pero enfatizaron que los elementos de este triángulo no son iguales», expresa la declaración. Y continúa: «Los resultados más sustanciales deben lograrse en los sectores donde radican las mayores distorsiones, en particular en las subvenciones aplicadas a la agricultura que provocan distorsión en el comercio, que desplazan productos de países en desarrollo y amenazan el sustento y formas de vida de cientos de millones de agricultores pobres.

Durante varias décadas esas distorsiones se han prohibido para los productos industriales. «El acceso a los mercados será un componente importante de una Ronda exitosa, pero la apertura de los mercados en los países en desarrollo debe tener en cuenta sus realidades sociales y económicas. Una ronda para el desarrollo no debería conducir a la desindustrialización del mundo en desarrollo. La prioridad es reducir los obstáculos al acceso a los mercados en los países desarrollados para crear oportunidades para los productos de exportación de los países en desarrollo.

«El éxito de la Ronda no puede depender primordialmente de los esfuerzos de los países en desarrollo. La mayor contribución debe provenir de los países desarrollados, quienes deben mostrar liderazgo al respecto. Los países en desarrollo están dispuestos a contribuir de manera proporcional a sus capacidades y conforme con el mandato.

«Los Grupos reiteraron la importancia de la investigación y el desarrollo en todos los sectores de las negociaciones. En este contexto, recalcaron la importancia de las flexibilidades en el acceso a los mercados para los productos no agrícolas para el desarrollo industrial de los países en desarrollo, y el papel de los productos PE y MSE para resolver la seguridad alimentaria, el desarrollo rural y las preocupaciones de los países en desarrollo en torno al sustento y formas de vida.

«Los Grupos reconocieron la necesidad de dar respuesta a las expectativas de los PMA con relación a hacer operacional la Decisión de la Conferencia Ministerial de Hong Kong sobre el acceso a los mercados libre de impuestos y de cupos, y la simplificación de las normas de origen. Reafirmaron la necesidad de dar respuesta a la cuestión del algodón de manera ambiciosa, expeditiva y específica en sus aspectos relacionados con el comercio y el desarrollo. También acordaron sobre la necesidad de brindar respuestas adecuadas a las cuestiones relacionadas con el comercio, planteadas por las economías pequeñas y vulnerables y los miembros en desarrollo recientemente incorporados. También reconocieron la necesidad de resolver la cuestión de los productos tropicales y los productos de especial importancia para la diversificación de la producción. Reconocieron plenamente la importancia de las preferencias de larga data y la necesidad de resolver la cuestión de la erosión de las preferencias.

«Los Grupos enfatizaron la necesidad de un proceso de acumulación progresiva, amplio y transparente como condición necesaria para lograr un resultado que responda a las necesidades de todos los miembros. Los Grupos reafirmaron su compromiso con una finalización exitosa de la Ronda para fines de 2006».