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Para enfrentar la agresión imperialista y a los traidores de la patria

Bolsonaro Trump
Fuentes: Rebelión [Imagen: Cartel con Donald Trump y Jair Bolsonaro -enemigos del pueblo-, durante una protesta contra las acciones del Congreso Nacional en justicia fiscal con la tributación a los súper ricos, realizada frente al MASP, en São Paulo. Créditos: Paulo Pinto/Agencia Brasil]

En este artículo el autor, en razón de la intensificación de los ataques imperialistas de Trump contra Brasil, en connivencia con la extrema derecha local, toma partido contra los vendepatrias que se ocultan tras una bandera que traicionan con sus actos.


Realmente, no hay límites para la sordidez de aquellos que se disponen a actuar como traidores de la patria. Cuando uno piensa que ya han alcanzado el punto más bajo de su degradación moral, los traidores de la patria siempre nos sorprenden con demostraciones aún más nefastas de su tenacidad en operar contra la nación en cuyo seno nacieron.

En este momento, Brasil se ha tornado el blanco preferido de las agresiones del gobierno neonazi que actualmente conduce las riendas del decadente imperialismo estadounidense. Se hace evidente que la quinta columna que le da apoyo en nuestro territorio está encabezada por los dirigentes bolsonaristas y por los dueños de ciertas empresas-iglesias vinculadas a una corriente ideológica de extrema derecha que ha sido creada en los Estados Unidos para facilitarles su sometimiento de los pueblos periféricos, así como para viabilizarles su completa expoliación de los mismos. Lógicamente, nos referimos a la más anticristiana ideología política existente en los días de hoy, es decir, el neopentecostalismo.

Para la escoria que integra los grupos mencionados, por encima de todo están los intereses hegemónicos del gran capital radicado en los Estados Unidos, con el que están intrínsecamente vinculados, aunque en condición de subordinación. Por eso, no les provoca ningún dolor de conciencia el hecho de que actúen claramente en el papel de traidores de las aspiraciones de su propia nación y de su pueblo.

Es que ellos son adeptos de la idea de que los intereses de Estados Unidos deben siempre ser puestos en primer lugar, aquello que en su viralatismo intrínseco expresan con las consignas “America First” y con su actual lema predilecto, “Make America Great Again”. No sé si es verdad, pero hasta he oído rumores insinuando que un gobernador bolsonarista de un importante estado de nuestra Unión andaba por ahí llevando en la cabeza una gorra con esas inscripciones. No creo que esto sea nada más que pura fabricación. ¡Nadie sería tan deplorablemente indigno a tal punto!

En el diabólico proyecto elaborado por Donald Trump, en connivencia con el clan bolsonarista y las iglesias-empresas del mal que le aportan significativo apoyo político de los sectores populares, el primero decidió agredir violentamente nuestras instituciones. Es que, además de pretender causarnos un inmenso daño económico, gravando absurdamente los productos de exportación brasileños, para que perdieran toda competitividad en el mercado estadounidense, el líder imperialista ha condicionado su posible reevaluación de su arbitrariedad a que la justicia brasileña no siga adelante con el enjuiciamiento del patriarca bolsonarista por los numerosos crímenes por él cometidos en nuestro país.

Con la valentía tradicional de los niños cobardes cuando están acompañados por un amigote grandullón, nuestro patriarca decidió pagar para ver lo que le iba a suceder. ¡Y terminó viéndolo! Ahora, desesperado, le ruega al grandullón que venga a rescatarlo. Entonces, para generar las condiciones propicias para una intervención aún más descarada en Brasil de su jefe gringo, los bolsonaristas y sus iglesias del mal están tratando de crear un pandemonio de tal magnitud que le haga inviable al país su funcionamiento normal.

Lo más probable es que su objetivo sea que el mando del aparato estatal le vuelva a ser asignado a su grupo, para que de inmediato puedan pasar a la liquidación total de lo que aún nos queda de soberanía nacional. Y las medidas que están dispuestos a tomar incluyen la entrega de nuestro petróleo, de nuestra empresa nacional más emblemática, Petrobras, y de todas nuestras riquezas naturales. De nuestra parte, sabemos que para impedir que este macabro plan tenga éxito, tendremos que recurrir esencialmente a la organización y la movilización de las masas populares.

Por mucho que nuestras oligarquías económicas vean en el patriarca del bolsonarismo una figura repugnante y difícil de tragar, cuando se trata de preservar sus inmensos privilegios, no dudan en taparse las fosas nasales y darle rienda suelta al fascismo, con el fin de aniquilar la resistencia del campo popular.

Por lo tanto, en este momento crucial para el destino de nuestra nación, no puede haber vacilación por parte de quienes quieren que Brasil avance con dignidad hacia el futuro. Tenemos todo para derrotar al imperialismo y a sus lacayos internos, pero nuestra victoria no llegará sin nuestro empeño y máxima dedicación.

Traducido del portugués para Rebelión por el propio autor.

Fuente: https://www.viomundo.com.br/politica/para-enfrentar-a-agressao-imperialista-e-os-traidores-da-patria.html

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.