-¿Cuál es su balance del gobierno del Partido de los Trabajadores? -La elección de Lula abrió un nuevo ciclo político en el país después de dos décadas de dictadura militar (1964-1985), reemplazados por gobiernos civiles neoliberales y conservadores (1990-2002). Desde 2002, los gobiernos progresistas del Partido de los Trabajadores (PT) y partidos aliados, incluyendo PCdoB, […]
-¿Cuál es su balance del gobierno del Partido de los Trabajadores?
-La elección de Lula abrió un nuevo ciclo político en el país después de dos décadas de dictadura militar (1964-1985), reemplazados por gobiernos civiles neoliberales y conservadores (1990-2002). Desde 2002, los gobiernos progresistas del Partido de los Trabajadores (PT) y partidos aliados, incluyendo PCdoB, bajo la dirección de Lula y ahora de la presidenta Dilma Rousseff, lanzaron un proceso de cambio: el fortalecimiento de la democracia, la lucha contra la pobreza y el desarrollo económico.
Estos doce años han ayudado a arraigar la democracia en Brasil, con la participación popular en constante aumento. Se estableció un diálogo permanente con el poder legislativo y los partidos políticos y mecanismos de consulta con los movimientos sociales. Los dos últimos gobiernos han tenido sobre todo una vocación social, permitiendo salir de la pobreza a casi 40 millones de brasileños. Generaron 20 millones de puestos de trabajo y el salario mínimo se ha incrementado en un 75%.
-Esta política social, ¿puso fin a la desigualdad?
-A pesar de estos avances y las reformas en áreas como la educación y la salud, Brasil no ha superado sus problemas estructurales, que son inmensos. Seguimos siendo un país todavía muy desigual. Las clases dominantes y reaccionarias mantienen su poder y ejercen una enorme influencia en la vida política, económica y cultural del país. La existencia de estas fuerzas impide la concretización de rupturas radicales con el sistema legado por la dictadura. Los problemas sociales se mantienen y crean un descontento generalizado en los diversos sectores de la población.
-¿Qué estaria en juego en caso de elección de Marina Silva?
-Su elección plantearia un retroceso completo de los logros sociales y económicos obtenidos desde 2002. Con la cooperación de los medios de comunicación, Marina Silva se construye la imagen de una mujer de origen humilde, ex activista de izquierda que lleva un mensaje ‘innovador’, con el fin de recuperar el sentimiento de rechazo hacia el mundo político. Este contexto y los escándalos por corrupción benefician Marina Silva y sus seguidores, que son la derecha y las clases dominantes. Para la derecha brasileña y el imperialismo, la tarea principal es derrotar a las fuerzas que están ahora en el gobierno. Marina Silva es pues su candidata, ya que la derecha tradicional está demasiado marcada por su proximidad a la dictadura. La segunda ronda parece que será muy ajustada.
-¿Qué sugiere usted?
-El gobierno continuará con su política de fortalecer el papel del Estado en la economía para permitir el progreso social. Pero queremos ir más allá con el lanzamiento de grandes proyectos: refundar el sistema político, luchar contra la oligarquía financiera, regular los medios de comunicación, poner en marcha la reforma urbana y agraria, desarrollar los derechos sociales y transformar en profundidad los sectores como la educación, la salud pública. El futuro gobierno de la presidenta Dilma Rousseff debe llevarnos a una nueva fase de la lucha por la emancipación nacional y social. Eso será posible si el PCdoB aumenta su influencia electoral dentro del conjunto de las fuerzas de izquierda …
Entrevista realizada por V. K.
Traducción: Investig’Action