Pasadas las elecciones municipales del útlimo fin de semana, continúa la más prolongada huelga bancaria que registra Brasil desde 1991 sin perspectivas de solución, mientras prosiguen los paros sorpresivos de los petroleros. Los bancarios decidieron en asambleas reducir de 25 a 19 por ciento su reclamo de reajuste salarial, pero la Federación que agrupa a […]
Pasadas las elecciones municipales del útlimo fin de semana, continúa la más prolongada huelga bancaria que registra Brasil desde 1991 sin perspectivas de solución, mientras prosiguen los paros sorpresivos de los petroleros.
Los bancarios decidieron en asambleas reducir de 25 a 19 por ciento su reclamo de reajuste salarial, pero la Federación que agrupa a los dueños de bancos reiteró que ya habían anunciado que no pueden otorgar aumentos mayores a los propuestos, de 8,5 a 12,5 por ciento.
Los sindicalistas del sector realizan gestiones en Brasilia para conseguir apoyo de los parlamentarios y una audiencia con el presidente Luiz Inacio Lula da Silva.
Junto con reducir sus aspiraciones de aumento salarial, los huelguistas reivindicaron que no les sean descontados los días de paro y el otorgamiento de un bono de poco más de 500 dólares para todos los trabajadores.
En tanto, en el sector petrolero se iniciaron los paros sorpresivos acordados y en la refinería de Duque de Caxías, los trabajadores decidieron mantener la medida de fuerza por tiempo indefinido.
Mientras la estatal Petrobrás convocó al Sindicato Unico de Petroleros a una renión para presentar una nueva propuesta.
Los 38 mil trabajadores petroleros de esa empresa reclaman un reajuste salarial de 13,2 por ciento, pero esta sólo ofreció 7.81