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Patentes provocan aumento en gastos de tratamiento contra el SIDA

Fuentes: Argenpress/ABR

El director adjunto del Programa Nacional de Enfermedades Transmisibles Sexualmente y SIDA (DST/AIDS) del Ministerio de Salud, Carlos Passarelli, dijo que los gastos con el programa de combate a la enfermedad están aumentando porque los nuevos medicamentos son protegidos por patentes. Sin embargo, él subrayó que el gobierno federal está negociando con los laboratorios. Según […]

El director adjunto del Programa Nacional de Enfermedades Transmisibles Sexualmente y SIDA (DST/AIDS) del Ministerio de Salud, Carlos Passarelli, dijo que los gastos con el programa de combate a la enfermedad están aumentando porque los nuevos medicamentos son protegidos por patentes. Sin embargo, él subrayó que el gobierno federal está negociando con los laboratorios.

Según Passarelli, el gran aumento en los gastos con medicamentos ocurre desde 2001, cuando se introdujeron productos llamados de segunda línea en el tratamiento de los pacientes con SIDA en el país. El explicó, en entrevista al programa Noticias de la Mañana, de la Radio Nacional, que esos tratamientos son más complejos y emplean drogas nuevas en enfermos que no reaccionan bien a los de primera línea.

Brasil ha producido medicamentos de primera línea desde el inicio de la década de los 90, con la producción del AZT en laboratorios nacionales, y en 1995, con la entrada de laboratorios públicos oficiales en la producción de antiretrovirales. ‘Con la utilización de medicamentos nuevos, los precios aumentan porque ellos son protegidos por patentes, es decir, no hay competencia en la producción de esos medicamentos, porque hay un solo productor que es el dueño de la patente’, afirmó el director.

El informó que hace dos años, el Ministerio de Salud, por medio del programa de SIDA, intenta junto a las autoridades competentes ampliar la capacidad nacional de producción de antiretrovirales y establecer mecanismos para que se pueda hacer esa producción respetando los tratados internacionales.

Traducción: Andréa Alves (ABR)