A pesar de las categóricas pruebas contra Chevron y Trasocean la transnacional brasileña toma la defensa judicial de las compinches estadounidenses. La Justicia mantiene la prohibición de operar a ambas petroleras. El 07 11 2011 se denunció un derrame de extracción ocurrido en el yacimiento petrolero Frade, a 370 kilómetros de las costas cariocas, en […]
A pesar de las categóricas pruebas contra Chevron y Trasocean la transnacional brasileña toma la defensa judicial de las compinches estadounidenses. La Justicia mantiene la prohibición de operar a ambas petroleras.
El 07 11 2011 se denunció un derrame de extracción ocurrido en el yacimiento petrolero Frade, a 370 kilómetros de las costas cariocas, en un pozo operado por la petrolera estadounidense Chevron. El supuesto «accidente» provocó que se filtraran 3.700 barriles de crudo desde 6 grietas del lecho oceánico, la mayor de ellas con más de 800 metros de longitud. No fue Chevron que dio la alarma del siniestro sino que el aviso del derrame, fue dado el 7 de noviembre por Petrobras, que opera un pozo en una región vecina. Todo indica que Chevron intentó ocultar el «accidente».
La socia de Chevron, Transocean RIGN.VX, propietaria y operadora de la estallada, incendiada y sumergida plataforma Deepwater Horizon en el Golfo de México /1, es la misma corporación propietaria de la plataforma Sedco 706 desde la que se perforaba el pozo de Campo Frade para la empresa Chevron. Según el ejecutivo de la filial brasileña de Chevron «la presión de los depósitos fue subestimada». Un error similar al cometido en el Golfo de México. Y, lo más seguro, es que el uso de material inferior al necesario tenía como objetivo una disminución de los costos.
El Ministerio Público Federal brasileño (MPF-Fiscalía) denunció el pasado 21 de marzo (2012) de forma penal a la petrolera estadounidense Chevron, a la perforadora Transocean y a 17 directivos de ambas por el vertido de unos 3.700 barriles de petróleo que se produjo en noviembre de 2011. El MPF acusó a las transnacionales de crimen ambiental y daño al patrimonio público por el derrame de petróleo en el Campo de Frade en la cuenca de Campos /2. La denuncia que fue presentada en la justicia de Campos de los Goytacazes, pidió el secuestro de todos los bienes de los denunciados y el pago de una fianza de un millón de reales (unos 555.000 dólares) por cada uno y 10 millones de reales (unos 5,5 millones de dólares), por empresa. Las penas propuestas por el MPF contra los acusados varían de 21 años y 10 meses a 31 años y 10 meses.
Las investigaciones de órganos pertinentes comprobaron que además de ocultar a las autoridades durante semanas el desastre, en lugar de recoger el crudo vertido, la respuesta de Chevron fue dispersarlo y sumergirlo arrojándole arena. Empeorando el desastre ecológico al extender el crudo a una zona más amplia y agravando sus consecuencias sobre la fauna y botánica submarina al sumergirlo. Se ha comprobado que el vertido de hidrocarburo afectó todo el ecosistema marino de la zona y causó impactos negativos en actividades económicas como la pesca.
Desde el primer momento del derrame se supo que Petrobras participaba en la explotación de Chevron en Campo de Frade con un 30%.
En la misma fecha (21 de marzo 2012) Chevron interrumpió «por propia voluntad» las operaciones en Frade después que fueran descubiertas otras filtraciones al correr del mes de marzo.
Petrobras discrepa con la indemnización pedida por el Ministerio Público
El 04 de abril del 2012 Petrobras que hasta esa fecha no se había manifestado respecto al derrame causado por Chevron, declaró que no concuerda con el valor de R$ 20 mil millones (11 mil millones de U$S, aprox.) de indemnización pedido por el Ministerio Público Federal (MPF – Fiscalía) en acción civil pública en Campos iniciada en diciembre de 2011. «El valor no es razonable y es desproporcionadamente alto» según la evaluación de sus abogados, declaró la transnacional brasileña. Aunque no fue partícipe del proceso del MPF (Fiscalía) contra Chevron y Transocean, Petrobras sabe que puede estar sujeta al pago de hasta el 30% de los costos referentes al pedido de indemnización del MPF /3.
Luego de comprobarse nuevas pérdidas en el pozo, en marzo de 2012, el MPF en una nueva acción civil pública en abril de 2012 pidió otra indemnización de R$ 20 mil millones. De manera que las dos acciones sumadas reivindican R$ 40 mil millones (más de 20 mil millones de dólares) por daños ambientales y sociales. Fue en ese momento que el MPF pidió también la paralización inmediata de las dos empresas principales implicadas en el desastre y la prohibición de envío de dinero al exterior, referente a lucros obtenidos con la explotación petrolífera en Brasil.
El 31 de julio de 2012 un juez suspendió las actividades en Brasil de las petroleras Chevron y Transocean en base a la denuncia del Ministerio Público Federal. El juez del Tribunal Regional Federal, de la 2ª Región (TRF2), Ricardo Perlingeiro inhabilitó a Chevron y al operador de plataformas de extracción Transocean Ltd., debido a sus responsabilidad en el derrame de petróleo. La resolución judicial le dio a ambas empresas 30 días para interrumpir las operaciones en el país. El incumplimiento de esta orden judicial generará una multa diaria de $ 500 millones de reales (250 millones de dólares). El juez también remarcó en su dictamen la ocurrencia de dos accidentes ambientales con intervalo de apenas cuatro meses. Para él este hecho aliado a la ausencia de los equipamientos necesarios para identificar el origen de los derrames y para contenerlos, demuestra que las empresas condenadas no tienen condiciones en el momento de operar los pozos licitados, con seguridad ambiental.
En un comunicado divulgado al otro día (1 de agosto) Chevron defendió su actuación durante la emergencia afirmando que «el control continuo del área del incidente muestra que no hubo impacto ambiental en la vida marina o en la salud humana» pues el petróleo no llegó a la costa de Rio de Janeiro. Para la concepción ambiental de la transnacional el derrame de 3700 barriles de petróleo en aguas profundas es desechable en tanto el crudo no llegue a la costa.
Petrobras en defensa de Chevron y Transocean
El 16 de agosto pasado en Río de Janeiro, la transnacional petrolera estadounidense Chevron Corp. declaró que apeló un dictamen judicial que prohíbe a la empresa operar en Brasil. Chevron Brasil, la filial local de la empresa, «actuó diligente y apropiadamente» en el incidente, dijo la empresa en un comunicado. La empresa está «preparándose activamente para reiniciar el yacimiento» después de realizar estudios para asegurar que la reanudación y las operaciones serán «seguras y libres de incidentes», dijo Chevron.
El miércoles 22 de agosto de 2012 Petrobras anunció que usará su departamento jurídico para ayudar a las transnacionales estadounidenses Chevron y Transocean, en el proceso que enfrentan en tribunales. La ayuda fue anunciada por el director de Prospección y Producción de Petrobras José Formigli que declaró: «vamos a mostrar a la Justicia que, en nuestra opinión no hay razón para el embargo de las actividades de dichas empresas en Brasil».
Según Formigli en la decisión pesa el hecho de Petrobras haber contratado ocho sondas de prospección en aguas profundas de Transocean. El funcionario admitió que la suspensión de las actividades de Transocean perjudicaría a Petrobras, porque ninguna de esas ocho sondas podría ser operada. Agregó que esta ayuda a las petroleras estadounidenses se tomó en forma articulada con la Agencia Nacional de Petróleo (ANP). Recordemos que la ANP es el organismo responsable por el control de las actividades petroleras en el país y que esta Agencia pidió al Tribunal Regional Federal para hacer parte del proceso. Petrobras considera que el retorno de Chevron a operar en el Campo de Frade ayudaría a la transnacional brasileña a cumplir la meta de producción de 2,021 millones de barriles en 2012.
Esto es un ejemplo tajante de las consecuencias de la dinámica del capitalismo de expandir, crecer, producir más y más. Esas metas de crecimiento de la producción en continua expansión ignoran los límites del planeta y terminan por imponer políticas hediondas. Petrobras subordinada al crecimiento y las ganancias no duda en aliarse a dos petroleras que se destacan por su conducta delictiva y perversa.
La justicia mantiene la prohibición de operar en Brasil a Chevron y Transocean
Contrariamente a las expectativas de Petrobras el Tribunal Regional Federal de Río de Janeiro mantuvo la decisión de suspender las operaciones de extracción y transporte de petróleo de la estadounidense Chevron, adoptada el 1 de agosto, tras rechazar el martes 28 08 2012 un recurso introducido por la gigante estadounidense. En un fallo unánime, un grupo de tres jueces ratificó la orden judicial que prohíbe a la petrolera estadounidense Chevron Corp. y la compañía de perforación Transocean Ltd. operar en Brasil.
Aunque las causas que llevaron a ordenar detener operaciones no fueron detalladas en la sentencia, «es evidente que los accidentes son consecuencia de las actividades de perforación bajo gestión de la concesionaria Chevron y de la operadora Transocean» y que «fue clara la incapacidad técnica de las demandadas en ejecutar el plan de control de daños y contener los derrames de petróleo», añadió un vocero del Tribunal.
Hacia otra matriz energética
Hacer represas y más represas faraónicas en todos los ríos del país alterando sus cuencas y perjudicando las poblaciones en sus orillas sólo tiene sentido para la acumulación de capital de las grandes constructoras. Multiplicar las perforaciones en el lecho marino a cualquier profundidad e incluso en las simas del pre-sal, es una dinámica suicida de derrames y más derrames. Eso sólo tiene sentido en un plan de deteriorar el ambiente día a día. La lógica del capital como motor de la sociedad es perjudicial para la población del planeta. El capital volcado al crecimiento sin límites, contamina, desperdicia, destruye, asesina y empobrece a la naturaleza y a la sociedad. Las grandes transnacionales petroleras, mineras, químicas, alimenticias, etc. son enemigas de la salud y la seguridad de la población mundial. Apenas aquellos necios, deshonestos, u aprovechados se niegan a aceptarlo.
Otra matriz energética que custodie las nacientes y los cauces y proteja los océanos, se hace necesaria. Que evite el desperdicio de agua y energía de las grandes industrias y los centros comerciales, haciendo más sensata su conservación y más igualitaria su distribución.
Notas
1/ Transocean es considerada responsable junto a British Petroleum por los graves errores que causaron el mayor derrame petrolero costa afuera en la historia de Estados Unidos. La empresa como dueña y operadora de la plataforma Deepwater Horizon es la principal culpable de las muertes de 11 trabajadores, en la explosión y hundimiento de dicha plataforma. Cuando la explosión desató el incendio comprobaron que en la plataforma no había extinguidores.
2/ Ver las características del derrame y la actuación delictiva de Chevron ocultándolo, luego mintiendo sobre su gravedad y agravándolo de varias formas, en Petrobras y las «malas compañías» en Rebelión (24 11 2011) http://www.rebelion.org/
3/ Chevron tiene el 51,74 % de participación en las operaciones en el Campo de Frade; Petrobras posee el 30%del negocio y la Frade Japón Petróleo Ltda., una joint-venture con a INPEX, Sojitz e JOGMEC participan con el 18,26%.
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