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Petrocaribe: 10 años de energía para la vida

Fuentes: Rebelión

Petrocaribe es una iniciativa dinamizadora de la integración energética impulsada por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela con el liderazgo del Comandante Hugo Chávez Frías, cuya creación se produce en el marco del primer encuentro energético de Jefes de Estado y Jefes de Gobierno del Caribe celebrado el 29 de junio de 2005 […]

Petrocaribe es una iniciativa dinamizadora de la integración energética impulsada por el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela con el liderazgo del Comandante Hugo Chávez Frías, cuya creación se produce en el marco del primer encuentro energético de Jefes de Estado y Jefes de Gobierno del Caribe celebrado el 29 de junio de 2005 en la ciudad de Puerto La Cruz -Venezuela, con el objetivo de asegurar la soberanía energética, el desarrollo integral y la unidad política de los pueblos caribeños y centroamericanos.

Petrocaribe es un organismo multilateral suscrito inicialmente por catorce naciones caribeñas; Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, República Dominicana, Grenada, Guyana, Jamaica, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Venezuela. A partir del año 2007 se incorporaron Haití, Honduras y Nicaragua, en el año 2008 ingresa Guatemala y su más reciente incorporación, en el año 2014 fue El Salvador.

Petrocaribe es una propuesta integral concebida bajo los principios de cooperación, respeto mutuo, solidaridad y complementariedad que promueve el suministro energético directo con facilidades financieras y sin especulación de transnacionales intermediarias, adicionalmente contribuye con la ampliación de las capacidades de procesamiento, almacenamiento y distribución de hidrocarburos, así como el intercambio equitativo y justo entre sus países miembros para impulsar la participación socio productiva y elevar los niveles de calidad de vida de los pueblos.

Uno de los principales retos de Petrocaribe es apoyar con el rediseño de una política energética que al mismo tiempo acompañe el desarrollo social para hacer frente a problemas generados por el sistema capitalista como la pobreza, las desigualdades sociales, la dependencia tecnológica, asimetrías en materia energética, entre otras situaciones que afectan la región caribeña y centroamericana, cuya población supera los 83 millones de personas.1

De esta manera, Petrocaribe desarrolla varios proyectos sociales directamente relacionados con el sector agricultura, educación y salud de los países caribeños miembros a través del fondo ALBA-CARIBE, para disminuir las importaciones de energía y la dependencia de los grandes centros del poder capitalista.

El petróleo y el gas -principales recursos de la matriz energética mundial- son bienes naturales que brindan oportunidades para la integración energética de los pueblos caribeños-centroamericanos, y es un tema prioritario de la agenda diplomática y la política exterior venezolana, lo cual se ha reflejado en el Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007, el Plan I Plan Socialista de la Nación 2007-2013 y el Plan de la Patria 2013-2019.

En este marco de ideas, Petrocaribe a sus 10 años ha cumplido un papel fundamental aportando «energía para la vida», convirtiéndose en un revolucionario mecanismo de unión de sus países signatarios, donde el suministro de energía se utiliza para el bienestar integral y sustentable de la región.

Según datos aportados por el informe de gestión de Petrocaribe (2015)2, algunos de los logros desde su creación, se destacan la compensación de 3.471 MMUSD de la factura petrolera con 3.018.829 toneladas métricas de alimentos y 10.621.035 unidades de productos; el desarrollo de proyectos socio productivos; el suministro energético a la población de los países miembros; la conformación y operación de 15 empresas mixtas en 12 países; incremento de la capacidad de almacenamiento y distribución de hidrocarburos; así como una capacidad de refinación de 135 mil barriles diarios que benefician a la región.

Petrocaribe asegura el suministro para cubrir el 35% de la demanda de los recursos energéticos que requiere la región. Actualmente provee hidrocarburos a 13 países signatarios, aportando un promedio de 88 mil barriles diarios para el año 2014 y un acumulado de 313 MMB entre el 2005 y el 2014.

Otro de los beneficios de Petrocaribe según el documento que contempla el Acuerdo de Cooperación Energética (2005)3 consiste en el mecanismo de financiamiento con una escala que puede alcanzar hasta el 50% de la factura petrolera, dependiendo de los precios del barril de petróleo, con una tasa de interés del 1%.

El acuerdo energético de Petrocaribe, también contempla iniciativas en materia de transporte, logística, reparación, mantenimiento, infraestructura energética, almacenamiento y distribución de combustibles, formación, capacitación y transferencia tecnológica.

El pasado 29 de junio de 2015, Petrocaribe cumplió 10 años y en ese contexto se llevó a cabo en Caracas en la sede de Petróleos de Venezuela el XV Consejo Ministerial de Petrocaribe con la finalidad de revisar los avances en materia de integración energética, así como los temas relacionados con los distintos proyectos en los ámbitos socio-productivos, geopolíticos, económicos, culturales y ambientales entre otros temas, que requieren respuesta colectiva y orientación estratégica ante la coyuntura regional.

Uno de los grandes retos de Petrocaribe, consiste en seguir consolidando la propuesta de la Zona Económica Complementaria Alba-Petrocaribe, para profundizar en el comercio intrarregional, fortalecer los sectores productivos e impulsar el desarrollo social a través de los programas estructurantes en los distintos sectores; transporte y comunicaciones; encadenamiento productivo, cultura, turismo; comercio e integración.

Sin duda, Petrocaribe es un poderoso bastión que concibe la energía para la vida, que facilita el camino liberador y unificador de nuestros pueblos, que tanto anhelaron Bolívar y Chávez, para la construcción de un mundo equilibrado, pluripolar donde se practique la solidaridad, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, la justicia social, el humanismo, la cooperación y el bien común, por encima de la contracultura y lógica destructiva del sistema capitalista.

(*) Adrián Figueroa León, Msc. en Relaciones Internacionales de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela (UMBV), Investigador en temas de América Latina y el Caribe, http:comitesocialista.blogspot.com, @adrianfigueroa7

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.