La crisis económica que ha asolado al mundo, iniciada en Estados Unidos en 2008 y que continuó por Europa Occidental y algunos países asiáticos, no resultó más violenta en la región de Centroamérica y el Caribe debido a la iniciativa del presidente bolivariano Hugo Chávez de crear PETROCARIBE. Para consolidar la integración que ha ido […]
La crisis económica que ha asolado al mundo, iniciada en Estados Unidos en 2008 y que continuó por Europa Occidental y algunos países asiáticos, no resultó más violenta en la región de Centroamérica y el Caribe debido a la iniciativa del presidente bolivariano Hugo Chávez de crear PETROCARIBE.
Para consolidar la integración que ha ido logrando este grupo desde su creación en junio de 2005, sus miembros no han dejado de trabajar un solo instante, máxime con una amenaza latente que se observa en la zona donde Estados Unidos esta tratando de reavivar el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), en versiones como la Alianza Pacífico y Tratados de Libre comercio bilaterales.
PETROCARIBE, en ese andar de unión latinoamericana, ha realizado dos Cumbres (la VII y la VIII) en un período de solo dos meses para apuntalar los intereses de sus 18 miembros.
En la VII, realizada en mayo de este año en Caracas, el ministro de Petróleo y Minería de Venezuela, Rafael Ramírez, explicó que las condiciones estaban dadas para que los países que integran el organismo pudieran trabajar y constituir una zona económica que permitiera seguir fortaleciendo la alianza entre la región y pasar del tema petrolero al desarrollo económico y comercial.
En la recién concluida VIII Cumbre efectuada a finales de junio en Managua, se aprobaron proyectos relevantes como la Constitución de la Zona Económica PETROCARIBE, que constara con varios ejes de acción.
Según la Declaración Final, se contempla evaluar de manera transversal y multidisciplinaria los aspectos comerciales, económicos, financieros, científicos, tecnológicos y jurídicos en cinco programas estructurantes: transporte y comunicaciones, encadenamiento productivo, turismo, comercio e integración social y cultural. Es decir, aunque la base fundamental es el intercambio petrolero, se pasa a una nueva etapa con la consolidación de la zona económica para el desarrollo común que fomentará la productividad y el comercio entre los 18 países integrantes: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, y Venezuela.
Como se conoce, desde su fundación, Venezuela entrega crudo a sus otros miembros en condiciones ventajosas, con un financiamiento que llega al 40 % cuando el precio del petróleo supera los 50 dólares; al 50 % si sobrepasa los 80 dólares y al 60 % cuando la barrera se sitúa en 100 dólares. El plazo de financiamiento es de 25 años y la tasa de interés que se aplica es de solo 1 %.
Esto ha permitido a las pequeñas naciones de Centroamérica y el Caribe, enfrentar la profunda crisis capitalista mundial y los altos precios del crudo en el mercado internacional que han estado alrededor de los 100 dólares el barril.
Cifras oficiales ofrecidas por el ministro Ramírez indican que en el período 2005-2013 se suministró a esas naciones, 232 millones de barriles de petróleo y para compensar la factura del crudo se estableció un nuevo espacio de intercambio que llega a más de 1 462 toneladas de alimentos.
PETROCARIBE cuenta con un sistema de transporte, almacenamiento y refinación propia. Este último renglón alcanza una capacidad en el área de 135 000 barriles día, que aumentarán tras las ampliaciones y ejecuciones de refinerías en Cuba y Nicaragua.
Esfuerzos en generación eléctrica se llevan a cabo en San Cristóbal y Nevis, San Vicente y Las Granadinas, Nicaragua y Haití. Se utilizan buques propios del grupo para el intercambio de productos y mercancías lo cual libera a la región de pagar altos precios a las compañías marítimas transnacionales.
Asimismo, entre sus miembros se han constituido 13 empresas mixtas, 10 de ellas de hidrocarburos, una de petroquímica y una de transporte de alimentos.
El fondo financiero creado desde el inicio por ese organismo, ya ha aportado más de 500 millones de dólares para más de 90 proyectos de desarrollo que se ejecutan en los países del grupo. Entre los acuerdos tomados en la VIII Cumbre de Managua aparece el de designar funcionarios de alto nivel con capacidad de toma de decisiones en cuanto al diseño y discusión de las estrategias necesarias para el desarrollo de la propuesta de la Zona Económica. Esto permitirá avances más rápido para la integración regional.
Se estableció profundizar los enlaces por vía área, marítima y de comunicación, y se suscribirá un convenio entre las aerolíneas nacionales para que exista interconexión en todo el Caribe, mientras Venezuela brindará algunos buques en aras de fortalecer ese comercio. Una decisión clave es la de identificar en cada país sus capacidades productivas y sus necesidades comerciales y la forma de complementarlas.
A la industria sin humo se le dará una atención especial debido a la relevancia que tiene en estos momentos para la adquisición de divisas por los que se implementarán políticas turísticas comunes para la región.
Lo que constituye la razón de ser de PETROCARIBE, es decir, el desarrollo socio cultural de su población se continuará impulsando con atención primordial a la educación (erradicar el analfabetismo) y a la salud, entre los que se destacan la atención primaria y la Misión Milagro.
Para la promoción del desarrollo agrícola en momentos en que los productos alimenticios se encarecen en el mercado internacional, la empresa venezolana Pequiven S.A., establecerá los términos y condiciones de suministro continuo y directo de urea, con lo que se prevé fortalecer las producciones del agro y la seguridad alimentaria.
Lo primordial de PETROCARIBE es que sus acuerdos económicos y sociales no se quedan en los papeles sino que se ponen en marcha con prontitud. En la próxima reunión pactada para Haití dentro de tres meses, se podrán observar los nuevos avances para beneficio de los pueblos caribeños y parte de los centroamericanos. Entre desafíos y retos, PETROCARIBE resulta uno de los buques insignias de la integración regional.
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