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Petróleo y soberanía

Fuentes: Las verdades de Miguel

Imagínese que a su carro último modelo que consume 13 litros de gasolina por cada 100 Km., ya no puede llenarle el tanque. Imagínese que a su jefe norteamericano que tiene un Ford Excursión que consume 50 litros de gasolina por los mismos 100 Km., tampoco tiene combustible con qué llenarlo. Imagínese que el petróleo […]

Imagínese que a su carro último modelo que consume 13 litros de gasolina por cada 100 Km., ya no puede llenarle el tanque. Imagínese que a su jefe norteamericano que tiene un Ford Excursión que consume 50 litros de gasolina por los mismos 100 Km., tampoco tiene combustible con qué llenarlo. Imagínese que el petróleo barato del cual depende su tranquilidad, su modo aceptable de vida se acabe, y se desprenda un efecto dominó inflacionista, y una terrible recesión. Imagínese a usted sumado a los 2.500 millones de personas que carecen de acceso a la electricidad. Imagínese que la demanda de electricidad aumente en un 70% ¿Terrible, verdad?

Si se imagino todo esto. Déjeme decirle que le tengo dos noticias. Una buena: La solución a este problema es sencillo, encontrar más petróleo, carbón, y gas natural barato. La mala noticia es que: todo lo que se imaginó en el primer párrafo es imaginable porque hemos llegado a una crisis mundial del petróleo, y no hay nuevos descubrimientos de grandes yacimientos desde el 2001.

Falsificación de Reservas

Al mundo sorprendió el escándalo en que se vio involucrada Shell por falsificación de reservas, el pasado año. Pero, entre 1985 y 1990, hubo un sospechoso aumento de las reservas de petróleo. La falsificación de las reservas de Irak, Arabia Saudita, Irán, Kuwait suponen un incremento de 287.000 millones de barriles, aproximadamente un 25% de las reservas totales. Ese año, los incrementos mostrados no se correspondieron con exploraciones científicas. Recordemos que en el caso de la OPEP las cuotas de exportación se asignan en función de las reservas declaradas. Lo que constituye una garantía para acceder a créditos en el sistema financiero internacional.

Tenemos un problema…

Gawar, el yacimiento petrolero más grande que jamás se haya descubierto, ubicado en Arabia Saudita, con una producción de 5 millones de barriles diarios, está mermando. La inyección de agua para mantener la presión es de 30%, lo que constituye un dato alarmante Desde 1953 sus pozos produjeron 6 de cada 12 barriles consumidos en el mundo. El declinamiento de este campo que produce dos veces lo que producen todos lo campos venezolanos, obligó a los saudíes a explotar el Shayba. Imagínese cuando este pozo haya mermado totalmente qué habrá quedado en el resto del mundo. ¿Terrible, verdad?

Usted tiene una escapatoria. Hágalo. Dígase a sí mismo que esto es mentira, que el cronista es un agitador de oficio, que quiere acabar con la tranquilidad de sus fines de semana. Lamento decirle que esto algunos lo hicieron para los años 70 cuando todas las grandes compañía y los países productores estaban en el conocimiento de lo que ya había advertido Kin Hubbert, es decir, la llegada al pico máximo de la producción petrolera. Muchos se habían reído de aquel atrevido profeta del agotamiento de los yacimientos. Sin embargo el pronóstico se cumplía en EEUU que empezó ese año su declive y que hoy importa más de la mitad del petróleo que consume; produce 8 millones diarios de barriles e importa 12, porque su consumo es de 20 millones de barriles diarios de petróleo.

Actualmente el mundo consume 77 millones de barriles diarios, lo que equivale a un chorro de dos metros de diámetro a 140 Km./h; las 24 horas del día. La demanda de petróleo en el 2020 se disparará de los actuales a, léase bien, 140 millones/bd. El consumo de gas caro se incrementará un 75%. El de carbón 40%. Cuando afirmamos que el mundo tendrá que producir 140 millones de barriles cada 24 horas para cubrir la demanda, estamos diciendo que esto implicará gastar alrededor de un billón de dólares en capital adicional. He aquí el meollo del asunto, pues FÍSICAMENTE (no económicamente) no será rentable extraer más, aunque quede algo bajo el suelo. Sumado aventurarse en zonas como el ártico que resultan costosísimas de explotar.

Para cuando entre el 2015 y el 2020 toque techo la producción de petróleo. El común del ciudadano lamentará haber sufrido lo que Paúl Roberts ha llamado «analfabetismo energético».

En cuanto a las llamadas energías alternativas, me limito a lo expresado por Dick Cheney, vicepresidente de EEUU, el 30 de abril de 2001: «Dentro de algunos años. Los combustibles alternativos pueden llegar a ser mucho más abundantes. Pero no estamos aún en condiciones de apostar nuestra economía y nuestro modo de vida a esa posibilidad»

La AVHY y sus patriotas intereses.

Precisado lo anterior veremos que invertir en exploración de yacimientos resulta en una estupidez de aprendiz del negocio petrolero o en una deliberada, manifiesta, y concienciada intención de traspasar capital a las empresas privadas y extranjeras, tal como está sucediendo en Venezuela, que los contratos de exploración se le están dando a Chevron Texaco. El ministro de Petróleo y Energía se ha retratado en la prensa anunciando lo contratos de exploración, en un momento en que desde el Asia hasta el polo norte las grandes compañías saben que las únicas partes que podrán proveer energía al mundo a partir del 2010 serán Venezuela y el Medio Oriente. Esos contratos son un pretexto para la transferencia de capital a las compañías multinacionales. Es como pagar para que le busquen piojos a Condoleezza Rice. Ya sabemos que las reservas de Venezuela son 360 mil millones de barriles, sumando la Faja del Orinoco. Punto.

El presente 4 de enero la AVHI propuso una estrategia para el desarrollo de la industria nacional. Vale recordar que es la Asociación Venezolana de Hidrocarburos; no sólo nido de rapiñas del negocio petrolero, sino instigadores y abiertamente partícipes del golpe y sabotaje petrolero. Dicha estrategia representa el cinismo repugnante de los asaltantes históricos del país. Lo resumimos así: maximizar la procura de bienes, obras y servicios nacionales sobre bases competitivas, en concordancia con la legislación nacional, con los lineamientos del MEM y en consulta permanente con Pdvsa.

Lo anterior tiene concordancia con la legislación nacional; porque precisamente la ley de hidrocarburos aunque acientífica en concordancia con la Constitución del 99 abre la posibilidad a la entrega sostenida y continua del país. Es la abdicación del Estado frente al poder corporativo privado nacional y transnacional.

La AVHI ha contribuido al desarrollo de empresas operadoras venezolanas y de un circuito de empresas nacionales proveedoras de bienes y servicios, a través de los proyectos de inversión desarrollados en los convenios operativos, las asociaciones estratégicas de la Faja del Orinoco y los convenios de exploración a riesgo, que en conjunto han significado inversiones de $27 millardos en los últimos doce años. Y perdidas para el país groseras; que significaron Costos operativos por encima de los 50.000 millones de dólares: y los convenios en pérdidas de 3.626 Millones de US$-según mi estimadísimo comisario Rafael Darío Ramírez, que en paz descanse, al cual no conocí pero creo querer más que el hijo- con lo que perdimos en los convenios hubiésemos construido 50.000 viviendas de 10 millones Bs. c/u. Con la tercerización u outsourcing perdimos entre el 92 y el 99 unos, léase bien, 2000 millones de US$

Nota:

Invito al pronto estreno nacional de la película de petróleo de Elizabetta Andreolli, Gabriel Muzio, Sara Muzio, y Max Puig. Una película que será un escándalo nacional. Después de verla, usted tendrá sólo dos reacciones: dolor e indignación. ¡Ya me darán la razón! Cualquier información para estrenos a nivel nacional o para solicitar la película en su región: [email protected]