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Capitalismo de emergencia

«Plan Europeo»: Como hacer negocios privados con el Estado en tiempos de crisis

Fuentes: IAR Noticias

Después de dos semanas de pánico y vértigo en los mercados bursátiles, con Wall Street y las bolsas cerrando el viernes pasado su peor semana histórica y al borde del colapso, los 15 países del euro + Reino Unido sacaron este fin de semana un plan de «salvataje estatal» calcado del plan «anticrisis» de Bush-Paulson que no sirvió para detener la debacle financiera en USA. Se trata, en principio, de un macro-negocio privado con la crisis financiera garantizado por el Estado en todos los países del euro y que será sostenido con los impuestos públicos (el dinero de los contribuyentes) que abonarán el llamado «plan europeo» aunque, en realidad, será aplicado individualmente a nivel nacional. En conjunto (y para tener un dimensión del negocio financiero) el plan europeo de «salvataje» asciende a US$ 2 billones, según lo que se informa este viernes. Esa cifra triplica el «plan de crisis» USA y casi duplica el presupuesto anual de China, la tercera potencia mundial económica.

Hasta ahora, el plan «anticrisis» de Bush y la medidas descoordinadas e individualistas de la Unión Europea resultaron impotentes para detener la sangría bancaria y la crisis financiera que ya se proyectan como un virus por las principales economías centrales y comienzan a extenderse por los países emergentes.

Este fin de semana, los líderes de los 15 países de la zona euro acordaron en París, Francia, un plan de acción contra la crisis financiera, que prevé que los estados recapitalicen instituciones en riesgo y garanticen préstamos interbancarios.

En un primer tramo, España avalará al sistema con 100.000 millones de euros, Gran Bretaña recapitalizará tres bancos con 47.000 millones, Francia garantizará con hasta 320.000 millones los préstamos interbancarios y Alemania aportará un fondo de 480.000 millones.

Por su parte, la Reserva Federal de EEUU comenzará este lunes a proveer financiación ilimitada en dólares a través de sus facilidades de canje con tres de los principales bancos centrales de Europa para aliviar las tensiones en los mercados financieros.

El Banco Central Europeo, el Banco de Inglaterra y el Banco Nacional de Suiza indicaron en una declaración conjunta que los términos de sus respectivos acuerdos de canje de divisas con la Fed han sido alterados para «acomodar cualquier cantidad de dólares que sean necesarios».

Los bancos centrales dijeron que proveerán dólares a tasas de interés fijas para proveer financiación a una semana, 28 días y 84 días para mantener la liquidez en los sistemas bancarios. Los nuevos acuerdos son válidos hasta el 30 de abril.

El nuevo y fabuloso macro-negocio financiero privado con aval del Estado (argumentado en la solución de la crisis) está inspirado en USA y en un plan adoptado por el Reino Unido, que incluye la recapitalización de bancos en riesgo y avales para préstamos interbancarios.

En términos simples y reales, los Estados del euro toman el «salvataje» de las entidades quebradas o en emergencia financiera y se lo «derivan» a las red de bancos privados que hacen negocio con los intereses de los créditos y el proceso de compras y fusiones garantizados por el Estado.

Se trata (como en EEUU) de una «nacionalización» de la deuda privada con dinero de los impuestos pagados por el conjunto de la sociedad de la eurozona, cuyo sector afectado por las hipotecas «tóxicas» no mereció el mismo trato de «salvataje» por parte de los gobiernos de la Unión Europea.

Los Estados del euro + Reino Unido, «garantizan» la operación por medio de sus bancos centrales y del BCE (Banco Común Europeo), y los bancos privados del sistema financiero europeo hacen el negocio. Y, como sucedió en el Estado imperial USA, se cumple el axioma central: El sistema capitalista hace negocios tanto con las «burbujas» como con las «crisis».

Los gobiernos garantizarán los nuevos préstamos que se concedan entre sí los bancos privados a mediano plazo. que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2009.

Sarkozy indicó que los líderes de la eurozona también acordaron un marco de acción para que sus respectivos estados puedan comprar acciones preferenciales de bancos en situación de riesgo.

El objetivo de la reunión de este domingo en París era poder anunciar medidas suficientemente fuertes para impedir que las bolsas se vuelvan a hundir en la apertura del lunes, tras conocer la peor semana de su historia.

El plan de apoyo a los bancos acordado por el también llamado Eurogrupo llegó después de la reunión de ministros de Finanzas del G7 el viernes en Washington, que concluyó con apenas una declaración de principios y no un verdadero plan de acción.

En el comunicado adoptado por el G7, se afirmaba que se haría lo posible para evitar las quiebras de bancos y desbloquear los conductos del crédito.

El Eurogrupo está integrado por Portugal, España, Francia, Alemania, Italia, Austria, Irlanda, Finlandia, Eslovenia, Chipre, Malta, Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Grecia.

El plan se aplicará a nivel nacional, y Alemania, Francia, Italia «y otros» países presentarán el lunes por la tarde de forma «simultánea» sus respectivos detalles, según Sarkozy, cuyo país ejerce la presidencia rotativa de la Unión Europea (UE).

El plan europeo aumentará considerablemente el papel del Estado en el sistema financiero a través de varios tipos de intervenciones.

Se trata (dicen sus impulsores) de aportar liquidez al sistema, asegurando el funcionamiento del mercado interbancario, paralizado por a falta de confianza entre las instituciones; aumentar los recursos propios de los bancos mediante la participación directa del Estado, y la recapitalización de los bancos en dificultades.

Sarkozy anunció además que la UE solicitará a Estados Unidos la organización de una cumbre para «refundar el sistema financiero internacional».

Poco después, el presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, aseguró en Washington que la institución no descarta organizar un fondo para los bancos de países en vías de desarrollo que también presenten problemas.

Se trata de «anticiparse» al contagio que pueda llegar en las próximas semanas, mediante un fondo que no beneficie «necesariamente a los grandes bancos de los países en desarrollo, sino a los pequeños y medianos que puedan tener dificultades», añadió Zoellick.

En definitiva, otro fabuloso macro-negocio financiero privado garantizado por el Estado como en USA, sobre la base de inyección de dineros públicos (impuestos pagados por toda la población) y una red crediticia alimentada por emisiones de deuda pública con aval estatal que, además de buscar «normalizar» los mercados bursátiles y financieros, posibilita que un conjunto de macro-bancos facturen ganancias extraordinarios y se deglutan a otros gigantes derrumbados por la crisis, en un proceso de reconversión y concentración del capital financiero.

El costo de ese negocio financiero con la crisis (esa es la trampa fraudulenta) será pagado con dinero de los impuestos públicos (el dinero de toda la ciudadanía) en una maniobra que transforma la deuda privada en deuda nacional.

En general, la prensa europea coincide en que el costo del super-rescate europeo (que pagará la población a través de los impuestos) potencia el proceso de crisis estructural por el que atraviesan las economías centrales de la Unión Europea.

La mayoría de los analistas proyectan un agravamiento de la presión fiscal (suba de impuestos) y un recorte de planes y beneficios sociales como el emergente más inmediato del mega-salvataje estatal a la banca imperial en quiebra que inician EEUU y la UE.

Lo que incidirá en una mayor suba de precios y recorte del consumo (ya desatados), que se sumarán a los estragos de la crisis crediticia para potenciar el proceso inflacionario-recesivo en que se encuentran las economías de la zona del euro.