Llegó el momento de comparar metas en cuanto a planes nacionales se refiere. De confrontar la situación planteada en el papel y la situación actual, de la realidad-país. En el Primer Plan Socialista de la Nación 2007-2013, como muchos conocemos los postulados giraron en torno a la nueva ética socialista; suprema felicidad social; democracia protagónica […]
Llegó el momento de comparar metas en cuanto a planes nacionales se refiere. De confrontar la situación planteada en el papel y la situación actual, de la realidad-país. En el Primer Plan Socialista de la Nación 2007-2013, como muchos conocemos los postulados giraron en torno a la nueva ética socialista; suprema felicidad social; democracia protagónica revolucionaria; modelo productivo socialista; nueva geopolítica nacional; Venezuela como potencia energética mundial; creación de una nueva geopolítica internacional, la mayoría hasta este momento cristalizados en organizaciones como la Celac, Unasur, Alba, Petrocaribe, incursión en Mercosur, estructuras que han reforzado de manera prominente nuestro papel de soberanía en el continente, mecanismos que han servido de defensa en ciertas circunstancias de procesos injerencistas, salvo los golpes de Estado llevados a cabo en Honduras y Paraguay.
A lo interno, disminución considerable en ese período de la pobreza general y pobreza extrema en el país; un aumento de la consciencia política de nuestro pueblo; disminución del analfabetismo a nivel nacional; avances en el sector salud; por nombrar algunos, son las directrices del Socialismo histórico y científico.
El segundo Plan Socialista de la Nación, testamento político del Comandante Hugo Chávez, documento convertido en Ley, proyecta, entre muchos otros objetivos, metas macroeconómicas y macrosociales como el aumento del PIB, incremento de la producción de crudo, disminución de la inflación y la tasa de desempleo. Estos objetivos no están aislados del acontecer financiero mundial y más aún cuando nuestras economías son dependientes de las importaciones y somos monoexportadores, con escasa diversificación en el sistema productivo nacional.
En este sentido, los avances en materia social estarán supeditados a las variables que describo. Los poderes fácticos foráneos conocen esa debilidad en el caso venezolano y han estructurado un plan sistemático para detener el progreso que el país venía experimentando en el primer tramo del Plan Simón Bolívar (2007- 2013). Conocida la planificación nacional y las proyecciones energéticas que apuntalaron en primer término a un incremento de la producción petrolera, tomaron la decisión de atacar el mercado del crudo, ya que así se combaten tres rivales comunes como es el caso de Rusia, Irán y Venezuela; lo que significa un golpe bajo contra el Plan de la Patria diseñado por el Comandante, capitán del barco socialista y quien sabía cuál sería el próximo paso del enemigo capitalista.
Por razones como estas, es que el presidente Chávez hizo tantos esfuerzos de orientar a su pueblo de que dejaran la pasividad y nos convirtiéramos en sujetos de cambio, que las nuevas empresas sociales fueran el puntal de desarrollo que necesita la patria, que el obrero no fuera un simple asalariado, sino que se transformara en el nuevo empresario con visión social, que los consejos comunales no se viciaran con los humos corruptos de las Alcaldías, sino que sean la nueva estructura desde donde se construye la Comuna.
Tantos sueños libertarios para refundar la nueva República, la reorientación fundamental para diseñar al hombre nuevo que tanto el Che Guevara llevó en sus sueños, sueños masacrados en Bolivia cuando lo asesinaron, ideas retomadas por el Comandante Eterno, quien le imprimió su carisma hoy plasmado en el Plan Nacional de desarrollo que quiere adelantar la Administración actual del presidente obrero Nicolás Maduro, pero que ha enfrentado la guerra más férrea por parte de mezquinos intereses no sólo extranjeros, sino también nacionales.
La guerra económica apenas empieza. Comenzaron con la estrategia aplicada hace años en Chile con el boicot comercial y acaparamiento de productos; la agitación social; el asesinato selectivo de líderes de diferentes capas sociales, porque nuestros líderes son diversos, no se circunscriben a una sola clase social. No pudieron avanzar en este terreno porque América Latina no ha tenido un solo Chile, hemos tenidos cientos de Chile con las diversas modalidades de golpes de Estado a lo largo y ancho del continente. Actualmente la batalla por la libertad y la soberanía de nuestros pueblos se libra en Venezuela y debemos tener conciencia de ello; la idea es educar a nuestro pueblo para la resistencia, ya que los imperios no se dan por vencidos con facilidad, ejemplos tenemos de sobra y Suramérica hasta ahora ha bordeado los obstáculos del enemigo que es fuerte y tiene tantos recursos a su favor.
Ramón E. Ángel Licenciado en Administración y Politólogo Social, egresado de la Escuela Latinoamericana de Postgrado, República de Chile.
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