En diversos artículos y materiales anteriores he insistido en que «…sin planificación no hay socialismo». Nuevamente se reivindica el hecho de que es necesario profundizar y especializarnos en métodos que nos permitan tener información en tiempo real con la cual podamos planificar y retroalimentar la planificación que desarrollamos. Cuando hablamos de Planificación Estratégica, hablamos de […]
En diversos artículos y materiales anteriores he insistido en que «…sin planificación no hay socialismo». Nuevamente se reivindica el hecho de que es necesario profundizar y especializarnos en métodos que nos permitan tener información en tiempo real con la cual podamos planificar y retroalimentar la planificación que desarrollamos.
Cuando hablamos de Planificación Estratégica, hablamos de la importancia de ir aportando datos para que las decisiones que se tomen permitan llegar a una situación deseada, dentro de la misión y visión declarada.
¿Tenemos la información específica, por ejemplo, de cuánto se importa, quién lo hace, cuándo lo hace y en qué volúmenes importa? Cada vez que se plantea hacer un registro de empresas, de actividades industriales o cualquiera que se le parezca (y son varios los realizados en los últimos años) nos queda la sensación de que no se tiene esa información. Sin la misma no es posible planificar ni mucho menos tomar decisiones acertadas en política económica o industrial.
Cuando no se planifica y simplemente se actúa de acuerdo al parecer de cada funcionario, se entra en un caos que genera situaciones graves para el país. Es bien sabido que durante los primeros años de esta década se entregaron divisas a los empresarios sin tener una planificación previa que permitiera orientar esos recursos en función del desarrollo industrial del país. Luego de eso vino el momento de la crisis en donde el Ministerio de Industrias llegó a aprobar más solicitudes de divisas de las que CADIVI realmente podía entregar. Se congelaron muchas solicitudes y se recurrió a una nueva estrategia: el SITME. Ya es conocido por todos lo que sucedió al respecto.
Más allá de la corrupción que ciertamente ocurrió con las divisas del SITME, preocupa que por falta de una planificación centralizada de nuestra economía se hayan entregado y se sigan entregando divisas desligado de los grandes intereses de la Patria.
¿Cuál o cuáles son los sectores industriales que debemos privilegiar? ¿Les entregamos divisas a todos? ¿Seguimos profundizando una cultura que nos es ajena con patrones de consumo impuestos precisamente por las importaciones que propiciamos?
En la construcción del Socialismo debemos romper paradigmas, innovar en métodos y crear estructuras solidarias. Aprendamos del Comandante Chávez quien organizó las misiones como alternativas al estado capitalista. No podemos seguir manteniendo las viejas estructuras que alimentan al capitalismo. No podemos desangrar al país dándole las divisas al consumismo que a su vez conspira para derrocar a nuestro Gobierno.
¿Cuáles son las tareas más inmediatas? En primer lugar crear un gran plan de desarrollo industrial que, partiendo de las necesidades del pueblo, y siguiendo las orientaciones estratégicas del Gobierno, permita conducir toda nuestra producción a garantizar la felicidad de las grandes mayorías de los venezolanos. Olvidémonos de estar tratando de quedar bien con la burguesía o con la clase media, es imposible que en esta sociedad de consumo, con los principios del capitalismo, los podamos convencer. Nuestra política principal tiene que ser para los pobres, para los barrios, para los excluidos.
En segundo lugar, vamos a enfrentar el cambio en los patrones de consumo, a superar la sociedad basada en el plástico, en incentivar la preservación del medio ambiente, a volver a la cultura autóctona del maíz dejando de lado la cultura dependiente del trigo, a privilegiar las soluciones colectivas y solidarias por encima de las individuales, como por ejemplo en el caso del transporte. Este cambio en los patrones de consumo está asociado con la idea guevariana del Hombre Nuevo, y allí debemos hacer énfasis, en la emulación como fórmula para elevar la productividad por encima de las conductistas soluciones de premios y castigos.
Para terminar, vamos a cerrar las exportaciones de forma general, que las mismas sean todas a través del Estado, quien orientará y priorizará el destino de las mismas. ¿Se van a disgustar los gringos y los niños nice de acá? ¿Va a protestar Voluntad Popular y la embajadora panameña? ¿Los medios van a oponerse a estas medidas? Es absolutamente seguro de que será así, ¿pero realmente vamos a convencerlos?
Si creemos en el Socialismo es momento de profundizar y radicalizar.
http://patriayautogestion.
@omarfgomez
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