Han pasado más de cinco años del Golpe de Estado y el Sabotaje petrolero, aciago período de desestabilizaciones políticas, económicas y político-económicas. El alcance de ambos ha sido evaluado sobradamente, y por ejemplo el sabotaje produjo una caída del PIB entre el 10 y 20%, según fuentes. Ya sabemos lo que eso provocó, pero podemos […]
Han pasado más de cinco años del Golpe de Estado y el Sabotaje petrolero, aciago período de desestabilizaciones políticas, económicas y político-económicas. El alcance de ambos ha sido evaluado sobradamente, y por ejemplo el sabotaje produjo una caída del PIB entre el 10 y 20%, según fuentes. Ya sabemos lo que eso provocó, pero podemos jugar a plantearnos lo que hubiera provocado su ausencia, es decir: ¿qué hubiera pasado de no haberse producido ese criminal saboteo opositor?
Para ello, miramos los datos de pobreza (1) en estos años, desde 1998:
Año | Pobreza |
P. Extrema |
1998 | 50,4 | 20,34 |
1999 | 48,69 | 20,15 |
2000 | 46,34 | 18,02 |
2001 | 45,38 | 16,94 |
2002 | 55,36 | 25,03 |
2003 | 62,09 | 29,75 |
2004 | 53,93 | 22,55 |
2005 | 43,72 | 17,83 |
2006 | 36,3 | 11,08 |
2007 | 33,07 | 9,41 |
Fuente: MINCI
Vemos que el desempeño de la Revolución en este tema ha sido siempre hacia mejor, salvo cuando su labor se ha visto salvajemente entorpecida por la oposición: el golpe de Estado y el sabotaje petrolero coinciden con un grave retroceso en estos avances. En el 2002 y 2003, la tendencia cambia de signo y tanto pobreza como pobreza extrema aumentan bruscamente, a la par que la oposición desestabiliza, conspira y sabotea. ¿Casualidad? Ni de vaina. Ahora vamos a jugar con las suposiciones… ¿y si nunca hubiera habido ni Golpe, ni sabotaje?
Para ello, calculamos -matemáticamente- lo que habría ocurrido en ese supuesto. Desde 1998 hasta 2002, la caída de la pobreza y pobreza extrema fue constante pero lenta, a un ritmo aproximado de 1% por año, claramente insuficiente, partiendo de que los porcentajes a combatir eran 50% (pobreza) y 20% (pobreza extrema): habría llevado 50 y 20 años, respectivamente, para alcanzar la pobreza cero.
Supongamos entonces que si la oposición no se hubiera descarrilado -con especial saña- en ese período 2002-2003, la tendencia hubiera sido la misma que hasta entonces: una caída suave en torno al 1%. Por otro lado, en el 2003, el gobierno bolivariano implementó las misiones sociales, con el objeto de atacar frontalmente la pobreza, la marginalidad, el analfabetismo… Desde entonces, la disminución de pobreza cayó a una media del 6% anual, y la pobreza extrema, de un 4%. Supongamos que la eficacia de estas misiones es independiente de lo ocurrido en los dos años que precedieron a su nacimiento, como parece lógico, y que su desempeño del 2003 en adelante habría sido similar hubiera o no habido golpe y sabotaje antes de su implementación.
Combinando estos datos y calculando (2) las caídas por porcentaje relativo (no absoluto, lo que nos llevaría al absurdo de que tendríamos pobreza extrema negativa en el 2007), el cuadro resultante es el siguiente:
Año | Pobreza | P. Extrema |
1998 | 50,4 | 20,34 |
1999 | 48,69 | 20,15 |
2000 | 46,34 | 18,02 |
2001 | 45,38 | 16,94 |
2002 | 44,13 | 16,09 |
2003 | 42,88 | 15,24 |
2004 | 37,24 | 10,37 |
2005 | 30,19 | 8,2 |
2006 | 25,07 | 5,1 |
2007 | 22,84 | 4,33 |
Es decir, podemos suponer con bastante aproximación, basándonos en el desempeño del gobierno antes y después del nacimeinto de las misiones sociales, que de no haber existido ni golpe ni sabotaje, hoy en Venezuela, en lugar de un 33% de pobreza tendríamos un 22%, y en lugar de 9% de pobreza extrema, tendríamos 4%.
Gráficamente lo podemos ver en el siguiente cuadro, que combina los datos anteriores:
Insisto: no es casual que el peor desempeño del gobierno en estos nueve años haya sido cuando la oposición se salió de madre, conspiró y saboteó la economía del país. Estos «picos» (o «valles» según los datos) siempre coinciden con el momento de mayor poder opositor. Hagan la prueba, por ejemplo con elproducto interior bruto (PIB) o el índice de desarrollo humano (IDH).
Conviene tener esto en cuenta, puesto que los que crearon ese desastre en el país que dicen defender, son exactamente los mismos entonces que ahora. Con algunas caras nuevas pero atados a los mismos intereses de siempre. Si no fuera por sus desmanes, Venezuela tendría actualmente casi 3 millones de personas menos en las garras de la pobreza.
También, y como conclusión, dejo otra interrogante en el aire, mucho más compleja de calcular de modo numérico, ni aún con supuestos: ¿cómo serían esas gráficas si, además de no sufrir los saboteos externos, la Revolución no contara tampoco con las taras internas de la corrupción, burocratismo e ineficacia? De la respuesta que sepamos dar a este interrogante depende el futuro de la Revolución Bolivariana.
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(1) Los datos están tomados del informe de nueve años de gestión que dio Chávez hace unas semanas. Como sé que algunos ladrarán diciendo que son falsos por ser la fuente el propio gobierno, les recuerdo que son consistentes con los datos de organismos independientes como la ONU o la CEPAL. Esta última, de hecho, muestra números ligeramente más favorables a la gestión bolivariana que los del propio gobierno.
(2) Presento y calculo los datos de modo relativo y no absoluto porque dan una mejor idea de la evolución verdadera. Por ejemplo, no es lo mismo disminuir la pobreza de 60% a 50%, que de 20% a 10%. En ambos, la reducción absoluta es de 10%, pero en el primer caso, el porcentaje relativo es de 16%: [100*(10/60)]; es decir que de cada 100 pobres 16 dejaron de serlo, mientras que en el segundo caso tenemos que el porcentaje relativo es de 50%: [100*(10/20)]; es decir que de cada 100 pobres, 50 dejaron de serlo. ¡Una gran diferencia! Conclusión: la disminución en porcentaje relativo es un reflejo más fiel, por eso es el que utilizo.