Como consecuencia de la debilidad de su recuperación económica y del efecto contagio de la crisis fiscal que atraviesan sus principales integrantes, la Unión Europea transita por el peor momento histórico desde su creación y los peligros de desmembramiento y de ruptura de su moneda ya ocupan el centro del debate. En este escenario, la Unión Europea propone más medidas «anticrisis», y Francia y Alemania, dos potencias centrales, solicitan la profundización de la disciplina fiscal. Los expertos ven más desocupación y agravamiento de la pobreza.
Alemania y Francia enviaron el miércoles propuestas conjuntas a la Unión Europea para reforzar las normas sobre disciplina presupuestaria, dijo la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde.
«Hemos firmado una carta dirigida al Sr. (Hermann) Van Rompuy, que incluye una propuesta conjunta franco-alemana para mejorar la gobernación económica y fortalecer el pacto de estabilidad», expresó en una rueda de prensa conjunta con el ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schaeuble.
Schaeuble, el primer miembro de una gobierno extranjero que asiste al consejo de ministros francés, dijo que estaba convencido de que el fortalecimiento de la disciplina fiscal y las pruebas de estrés para los bancos en toda la UE restauraría la confianza en el euro.
Los Ministros de Economía y Finanzas de los 27 países de la Unión Europea (Ecofin) en su reciente reunión en Bruselas, analizaron entre otros temas, nuevos paquetes de «medidas anticrisis».
Ante esta perspectiva, varios expertos afirman que la UE superará la crisis sólo después de que ocurra el colapso de la zona euro.
Los burócratas europeos siempre recuerdan que la UE es un proyecto político, y que es necesario consolidar la mayoría de los países europeos para evitar la repetición del escenario de la Segunda Guerra Mundial.
Según The Wall Street Journal, las repercusiones de la crisis golpean a los gobiernos en Berlín, París y Madrid, e incluso afectan la popularidad del italiano Silvio Berlusconi, conocido como el líder de «teflón».
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, perdió a dos secretarios de Estado –con rango de ministros– acusados de despilfarrar fondos públicos, en un momento en el que pierde apoyo en medio del enfriamiento de la economía y las medidas de austeridad.
La canciller alemana, Angela Merkel, a su vez, trata de cambiar la creciente convicción pública de que su gobierno, elegido a finales del año pasado, está dividido y sin dirección. Y el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se desgasta en los impopulares recortes presupuestarios sin una mayoría estable en el Congreso.
«Todos estos gobiernos se están viendo obligados a realizar recortes impopulares debido a una crisis financiera internacional que está fuera del control de las autoridades nacionales, lo que perjudica la imagen de los gobiernos», afirma Jan Techau, analista de política internacional en el Colegio de Defensa de la OTAN, en Roma.
Como consecuencia de la debilidad de su recuperación económica y del efecto contagio de la crisis fiscal que atraviesan sus principales integrantes, la Unión Europea transita por el peor momento histórico desde su creación y los peligros de desmembramiento y de ruptura de su moneda ya ocupan el centro del debate.
En este escenario, según el Eurobarómetro, predominan una percepción de pobreza generalizada y el temor creciente a la pérdida del empleo.
Como producto de la crisis financiera y de los planes de ajuste para reestructurar las deudas públicas se empieza a resentir la capacidad de consumo de las mayorías.
Según una última medición, uno de cada seis europeos llega con apuros a fin de mes , con problemas para pagar facturas de servicios de primera necesidad como la electricidad, el agua o la calefacción e incluso para llenar la canasta de la compra. El 60% piensa que la pobreza aumentó en su país durante el último año.
El 30% dice que tiene problemas para pagar sus gastos sanitarios.
Son los datos que revela el último Eurobarómetro, realizado por la Comisión Europea, sobre el impacto que la crisis económica está teniendo en las familias europeas. 2010 es el Año Europeo de la Lucha contra la Pobreza y la exclusión social.
La Comisión Europea analiza desde junio de 2009 la percepción que tienen los ciudadanos sobre la actual crisis generada por los rojos fiscales y los recortes de gastos públicos con reducción de salarios.
La encuesta revela los efectos de la crisis y de los programas de ajuste sobre los ciudadanos de la eurozona.
Según el Eurobarómetro, una hay una percepción de pobreza generalizada que alimenta los temores a un futuro sombrío. Hasta el 85% de los griegos cree que la pobreza aumenta en su entorno, lo mismo que piensa el 83% de los franceses, el 82% de los búlgaros, el 77% de los rumanos o el 75% de los italianos.
En Bélgica ese porcentaje cae hasta el 49% Laszo Andor, comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión de la UE, dijo en la presentación del informe que «los resultados confirman que la pobreza es uno de los mayores problemas en la Unión Europea y que la crisis económica y financiera actual agrava aún más la situación. La crisis está pasando factura y un significativo porcentaje de europeos tiene dificultades para llegar a fin de mes».
El comisario de Empleo señala que el desempleo aumenta en toda la Unión Europea y ya son más de 23 millones los ciudadanos europeos sin un puesto de trabajo, más del 10% de la población activa .
En algunos países, como España, ese porcentaje se acerca al 20 por ciento y, entre los jóvenes, afecta a casi el 40%.
La medición oficial, revela que miedo es el sentimiento más generalizado entre los ciudadanos de la eurozona .
Sienten temor a no poder llegar a fin de mes, a no poder afrontar los gastos básicos y a la pérdida del empleo, un sentimiento que siente uno de cada tres europeos.
Aunque esta percepción aumenta hasta el 73 por ciento en Grecia, el 68 por ciento en España, el 63% en Italia y el 62% en Irlanda, los países más afectados por la crisis y donde el mercado laboral se ha deteriorado con más rapidez y contundencia.
Además, pocos confían en el mercado laboral pues la mitad considera que, en caso de ser despedidos, será «poco probable» o «completamente improbable» que alguien vuelva a contratarlos en los siguientes seis meses.
La encuesta también revela miedo al futuro. El 54 por ciento de los europeos temen que su pensión no les permita vivir con decencia y el 73 por ciento que su jubilación sea menor a lo que esperaban o que se tengan que jubilar más tarde.
Por otro lado, la contagiosa crisis fiscal, y el ajuste salvaje, que detona como emergente resistencia sindical y estallidos sociales, se alimenta a su vez con los datos negativos de la recuperación económica en la eurozona.
Según el último informe de la Comisión Europea, las expectativas económicas en los 16 países de la zona del euro empeoraron en febrero por primera vez en casi un año, un indicio más de que ha perdido fuerza la recuperación económica.
La economía de la UE cayó en 2009 4%, es el peor dato desde la Segunda Guerra Mundial.
La producción industrial se desmoronó un 20%, conduciendo a la estructura industrial europea a la situación que se encontraba a mediados de los 90 del pasado siglo.
Actualmente hay 23 millones de europeos sin trabajo, 7 millones más que hace 20 meses, y la desocupación seguirá creciendo según todas las estimaciones.
Un 8% de la población europea tiene un empleo que no le permite salir de la pobreza, y 80 millones viven justo en el umbral que marca la pobreza.
No obstante los anuncios de «recuperación», la productividad económica es famélica y hace que el crecimiento estructural europeo sea dos tercios menor que el estadounidense.
Los déficits públicos regionales ya alcanzan una media de 7% del PBI contra el límite de 3% que había impuesto el Tratado de Maastrich. Y la deuda sube hasta el 80%. Los bancos, siguen sin prestar dinero como antes de la crisis, impidiendo el funcionamiento normal de las empresas.
Estos números ilustran más que nada sobre el declive y el colapso generalizado en la que parece haber ingresado la Unión Europea.
http://www.iarnoticias.com/2010/secciones/europa/0055_crisis_social_europa_21jul2010.html