– Una investigación de la Secretaría Nacional de Justicia, titulada «Indicios de tráfico de personas en el universo de deportadas y no admitidas que regresan a Brasil vía el aeropuerto de Guarulhos», revela que, en 2004, cerca de 22.500 brasileños fueron deportados. De los casos del aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo, aproximadamente el 33% […]
– Una investigación de la Secretaría Nacional de Justicia, titulada «Indicios de tráfico de personas en el universo de deportadas y no admitidas que regresan a Brasil vía el aeropuerto de Guarulhos», revela que, en 2004, cerca de 22.500 brasileños fueron deportados. De los casos del aeropuerto de Guarulhos, en San Pablo, aproximadamente el 33% dan información respecto de las mujeres. Según el documento, las últimas décadas vienen siendo escenario de una creciente preocupación internacional por el tráfico de seres humanos, que se expresa en la atención concedida al tema por parte de la opinión pública, de los organismos defensores de derechos humanos y en la creación de instrumentos legales destinados a impedir esa práctica.
En el marco del creciente flujo de emigrantes vinculado a la globalización, particularmente en el sentido Sur/Norte, frecuentemente integrado por emigrantes clandestinos, registros de casos de maltratos, cárceles privadas y esclavización vinculada al tráfico de personas provocan seria inquietud. En este contexto, mujeres y niños de los países pobres aparecen como especialmente vulnerables.
En los estudios sobre la problemática se considera que la migración vinculada al tráfico internacional de personas y al trabajo sexual tiende a ser protagonizada por habitantes de regiones pobres del mundo, trasladándose o siendo trasladados hacia los países ricos, sobre todo, por mujeres.
Sin embargo, los flujos migratorios involucrando prostitución y tráfico son también registrados en los tránsitos Sur-Sur, teniendo como destino temporáneo o definitivo uno de los países del Sur. En lo que se refiere a América Latina y el Caribe, las circulaciones todavía poco investigadas en Surinam y en la triple frontera (esta última señalada como ruta de tráfico internacional también de niños y adolescentes, particularmente entre Foz de Iguaçu y Ciudad do Leste), ofrecen ejemplos de estos movimientos.
Paralelamente, organizaciones no gubernamentales con sede en Europa llaman la atención sobre la participación de transgéneros. Mujeres y transgéneros brasileñas integran esos flujos de migración. En lo que se refiere a Europa, la presencia de estos emigrantes es considerada significativa en nichos particulares del mercado del sexo de algunos países, por ejemplo en España y Portugal.
Investigaciones recientes analizando los procesos referentes a este tipo de delito en los Tribunales de Justicia de Río de Janeiro, de San Pablo, Goiás y Ceará, muestran un significativo crecimiento en el número de casos investigados en 2003 en relación con los años anteriores.
La primera Oficina de Prevención y Combate al Tráfico de Seres Humanos para Fines de Explotación Sexual del País, en una cooperación con el Ministerio de Justicia, por intermedio de su Secretaría Nacional de Justicia, atendió a pocos casos de tráfico de personas, confirmándose los dados ya señalados en estudios sobre la problemática, así como en el Diagnóstico del Ministerio de Justicia según los cuales «solamente el 30% de los casos llegaron a conocimiento de las autoridades después de investigación policial o detención in fragranti del delincuente. La gran mayoría sólo fue investigada debido a denuncias anónimas o declaraciones de parientes, amigos o de la propia víctima».
Ante esta situación está siendo discutida la posibilidad de una actuación permanente, además del espacio de la Oficina en el centro de la ciudad, en el aeropuerto internacional de Guarulhos. Este servicio tendría coordinación federal y funcionaría dentro del área restricta del aeropuerto desempeñando un doble papel de atención de los brasileños deportados y no admitidos que retornan al país por Guarulhos, así como la selección de casos de tráfico y un intenso trabajo de prevención y de diseminación de informaciones.
Del total de los 22.500 deportados en 2004, alrededor de 15.000 retornaron a Brasil vía Guarulhos. Los demás llegaron a través de los aeropuertos de Belem, Belo Horizonte, Río de Janeiro y Porto Alegre. En el universo de personas deportadas hay casos de personas que se encontraban en situación de irregularidad o incluso traficadas y que estaban siendo explotadas sexualmente.
Uno de los principales objetivos de esta investigación es proporcionar datos confiables sobre personas involucradas en el tráfico internacional de seres humanos que retornan a Brasil vía el aeropuerto de Guarulhos. El Ministerio de Justicia y la Secretaría de Justicia y Ciudadanía del Estado de San Pablo consideran que generar información sobre la temática contribuye para trabajar diversas dimensiones de la prevención del tráfico y, al mismo tiempo, ofrecer elementos para orientar las acciones de la Oficina de Combate al Tráfico de Seres Humanos.
Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]