El comisario general de la Policía Civil del estado de Sao Paulo, Marcos Carneiro Lima, admitió ayer que existen escuadrones de la muerte formados por agentes que asesinan a pobres en las favelas, algo, dijo, tolerado por la sociedad. «Es importante resaltar que nunca hubo masacres de grupos de exterminio en los Jardins (el barrio […]
El comisario general de la Policía Civil del estado de Sao Paulo, Marcos Carneiro Lima, admitió ayer que existen escuadrones de la muerte formados por agentes que asesinan a pobres en las favelas, algo, dijo, tolerado por la sociedad.
«Es importante resaltar que nunca hubo masacres de grupos de exterminio en los Jardins (el barrio más exclusivo de Sao Paulo). La razón es porque es fácil matar a los pobres en las periferias. Porque existe aún una parte de la sociedad, grande, que cree que matar a un pobre en la periferia es matar al marginal del futuro», sostuvo el comisario.
Sao Paulo registra más de 1.100 muertos en lo que va del año, de acuerdo a conteos de la prensa en base a datos oficiales, en el marco de la guerra entre el crimen organizado, la policía y grupos parapoliciales o escuadrones de la muerte que actúan en la ilegalidad. En octubre los homicidios crecieron 114%.
Carneiro Lima comanda la Policía Civil (investigaciones) y apuntó a la responsabilidad de miembros corruptos de la policía militarizada (patrullaje) en la ola de violencia que golpea a los suburbios de la mayor ciudad brasileña, según O Estado de Sao Paulo.
Por primera vez, con la asunción del nuevo secretario de seguridad, Fernando Grella, un ex fiscal, las autoridades cercanas al gobernador Geraldo Alckmin admiten que la policía corrupta es parte de la ola de homicidios.
Grella, al asumir, dijo que es imprescindible el respeto a los derechos humanos en el combate al delito y que hay investigaciones sobre policías.
El comisario Carneiro reveló que hubo policías que accedieron al prontuario de personas que horas más tarde fueron asesinadas mientras estaban haciendo otras actividades, como parte de la ‘guerra’ entre los uniformizados y el Primer Comando de la Capital (PCC), principal banda criminal de Brasil.
Al PCC se le atribuyen al menos 92 asesinatos de policías en 2012.