Hasta el momento, la crisis económica actual tiene diferentes interpretaciones según la perspectiva ideológica que se asuma. Sin embargo, hay hechos objetivos que ni unos ni otros son capaces de admitir porque, objetivamente, hay responsabilidades compartidas y logros que ni unos ni otros no quieren reconocer. Esto ha sido la crónica de un colapso económico […]
Hasta el momento, la crisis económica actual tiene diferentes interpretaciones según la perspectiva ideológica que se asuma. Sin embargo, hay hechos objetivos que ni unos ni otros son capaces de admitir porque, objetivamente, hay responsabilidades compartidas y logros que ni unos ni otros no quieren reconocer. Esto ha sido la crónica de un colapso económico perfecto, en 7 movimientos:
1.- La crisis económica posterior al hundimiento de los precios petroleros de mediados de los años 80´s y la ola privatizadora de los 90´s.
2.- El rompimiento del gobierno nacional con el sector industrial y productivo nacional, luego de los trágicos eventos, promovidos por la oposición política, entre Abril de 2002 y Marzo de 2013, Golpe de Estado y Sabotaje petrolero, respectivamente.
3.- La convicción de compromiso de pago de la «deuda social» por parte del ex presidente Hugo Chávez, a partir del año 2004, confiando casi exclusivamente en unos altos precios petroleros y prescindiendo de una base material sostenible. En este caso, se llegó al extremo de menospreciar y excluir al capital industrial y tecnológico nacional, provocando un éxodo de ingenieros, técnicos, médicos y científicos, extremadamente grave. Intensificando la economía de puertos.
4.- La profundización, a partir del año 2004, del modelo rentista petrolero vigente desde mediados del siglo XX.
5.- A partir de la caída de los precios del petróleo, luego del año 2012, cuando esta tendencia tendencia se hacía irreversible.
6.- Ante la posibilidad inminente de la muerte de Hugo Chávez, que finalmente sucedió el 5 de marzo de 2013, hay pánico en la cúpula del PSUV que, desorganizada, desmoralizada y pesimista, opta por la omisión de funciones y, en muchos casos, el saqueo de las arcas públicas, a través de empresas de maletín, durante el año 2012 tal y como ha sido denunciado e informado con detalles por Jorge Giordani y Edmee Betancourt (ex miembros del gabinete de Hugo Chávez).
7.- Los movimientos de resistencia extremadamente violenta, por parte de la oposición, a través de «guarimbas» que provocaron enormes pérdidas económicas tanto en 2014 como en 2017. Esto sólo ha agudizado una crisis terminal de la economía venezolana.
A continuación describo con detalles cada uno de estos movimientos.
Los dos primeros movimientos: De la crisis de los 90´s al golpe de estado y sabotaje petrolero de 2002 y 2003
El modelo rentista iniciado a mediados en el siglo XX y continuado por los gobiernos del Pacto de Punto Fijo tuvo un primer colapso luego de la caída de los precios petroleros a mediados de la década de los 80´s. Esto condujo al gobierno de Carlos Andrés Pérez a asumir el modelo neoliberal (abandonando las banderas socialdemócratas de su partido) y promover un ajuste económico extremadamente severo y promover una política privatizadora que, debido a los niveles de corrupción imperante, sólo condujo a la profundización de la crisis económica del país.
Luego de los gobiernos insípidos de Ramón J. Velásquez y Rafael Caldera, el gobierno de Hugo Chávez inicia con unos precios del petróleo por el suelo. Entre 1999 y 2002, se dedica a recuperar los precios a través de una política consensuada con otros países de la OPEP. Durante este período también se presentan confrontaciones con los sectores industriales y petroleros nacionales, acomodados a un modelo de repartición de la renta petrolera dejando sólo migajas a las bases populares. No hubo acuerdo, ni consenso, se inicia la confrontación directa que conduce al Golpe de Estado de Abril de 2002 y luego al sabotaje a la industria petrolera que dejaron saldos muy negativos a la economía Nacional.
Como respuesta a este ataque de las fuerzas hegemónicas del poder económico en Venezuela, hasta esos momentos, el gobierno de Hugo Chávez busca asumir un mayor control sobre la economía dejando de lado a sus enemigos acérrimos en los industriales y empresarios nacionales. El incremento de los precios del petróleo provoca que el gobierno se sienta seguro y se convenza de que no necesita de sus «enemigos» los ingenieros de la industria petrolera, los médicos de los sistemas públicos y privados de sanidad, de los ingenieros de la industria eléctrica ni casi de nadie que tenga un título universitario y provenga de las clases medias y/o media alta. Se inician los convenios con la república de Cuba, a través de los cuales se paga en dólares, a precios mucho más elevados que los pagados a los profesionales venezolanos, la «asesoría» de ingenieros cubanos en cuanto al sector eléctrico, de médicos en cuanto al sector sanitario y muchos otros «expertos» cubanos en áreas comunicacionales, militares y todo tipo de disciplinas. Esto acentúa la sucesiva exclusión de asesores venezolanos, en el alto gobierno nacional o su subordinación a profesionales extranjeros.
Con altos precios del petróleo, asesores cubanos «leales» (la inteligencia venezolana empezó a ser considerada «poco confiable»), un gobierno cubano enteramente alineado y dependiente de los convenios petroleros y energéticos con Venezuela, con la incorporación de nuevos gobiernos de izquierda en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, el gobierno del presidente Hugo Chávez se siente seguro para avanzar en lo que justamente se ha denominado «pago de la deuda social».
El tercer movimiento: Pago de la deuda social histórica, contando únicamente con los crecientes ingresos petroleros (2004-2012)
El presidente Hugo Chávez, humanista como era, sin duda, considera necesario corregir los niveles de desigualdad en el país, las carencias en cuanto a salud y educación entre los sectores populares y decide recurrir a los crecientes fondos petroleros. Se entiende que es una urgencia atender las necesidades populares, que Venezuela tiene mucho petróleo y que los precios petroleros no harían más que subir y subir. Por lo tanto, la transformación económica y definitiva superación del modelo rentista, heredado de la 4ta república, podría esperar hasta tener un piso social mucho más sólido, «hacer irreversible a la revolución bolivariana» y alcanzar unos niveles educativos y sanitarios entre las clases más pobres mucho más dignos de un país que, ahora, estaba decidido a marchar «rumbo al socialismo». A partir de 2007, el presidente Hugo Chávez declara que la revolución bolivariana es Socialista y asume esta teoría social y económica como modelo para el país. La confrontación con la ya bastante golpeada industria nacional, clase profesional nacional y clase media nacional ahora asume un carácter ideológico y no solamente de un momento político. ¡Se crean nuevas universidades para formar «profesionales socialistas», nace la Universidad Bolivariana de Venezuela, «La nueva UNEFA», las Universidades Politécnicas Territoriales, que transforman a Técnicos Superiores en Ingenieros, por arte de magia! Y otros mecanismos educativos, muy forzados, muy a la carrera, poco profundos en su visión de mediano y largo plazo, etc, etc, etc.
El Movimiento Quinta República (MVR), un movimiento electoral sin ninguna ideología política clara, una amalgama de tendencias cuyo único punto en común era sacar del poder a «Adecos y Copeyanos» (Pacto de Punto Fijo) y fundar una nueva república, se transforma en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Pero eso es solo una trasformación de siglas, colores y discurso, los lideres son los mismos, los cuadros políticos los mismos, no hay apertura ni modificaciones sustanciales. Sólo el discurso de Chávez es claramente socialista, gran parte del resto de los jefes del MVR ahora jefes del PSUV, comienzan a leerse a Marx, Lenin, Gramsci, quizás por primera vez en sus vidas. Empiezan a ponerle el adjetivo de «socialista» a todo, todo ahora cambia de nombre y se le pone es nuevo adjetivo por delante: «comedor socialista», «arepera socialista», «mercados socialistas», «avenida socialista», «panadería socialista», etc, etc, etc. Es el momento de pagar la deuda social, con estructuras que se llaman «socialistas» pero que no son más que asistencialismo, subsidios, becas, manutenciones, comida subsidiada, precios regulados, etc, etc, etc… Todas estas son figuras que nada tienen que ver con socialismo, más se enmarcan en un modelo capitalista asistencialista. La burocracia se hace más y más poderosa y omnipotente.
El cuarto movimiento: ¡El rentismo lo es todo, la renta petrolera da para todo!
Los subsidios a la gasolina, diésel, lubricantes y todo tipo de combustibles continúan y se acentúan juntamente con los subsidios al sector eléctrico, agua y gas. En Venezuela no se paga ya casi nada por los servicios públicos, el petróleo lo paga todo. Comienzan los problemas en el campo venezolano, no hay comida suficiente, no hay carne suficiente, pollos, arroz, maíz. Pero el gobierno le preocupa poco, hay petróleo para comprar Carne a Nicaragua y Argentina, arroz, maíz y todo lo que haga falta. Se inicia una economía de puertos jamás vista, nunca antes vista en nuestro país. La renta petrolera, la plusvalía capitalista propia de los altos precios y la especulación en los mercados financieros con el dólar y el petróleo, paga el adjetivo «socialista» delante de todos los programas asistencialistas del gobierno nacional. Se comienzan a degradar los salarios, pero no importa, te damos comida subsidiada, carros subsidiados (traídos de China, India e Irán), viviendas muy subsidiadas, no pasa nada, el petróleo lo paga todo. Es el rentismo como nunca antes se había visto en Venezuela. Sin embargo, se asume que es algo temporal, mientras se «paga la deuda social» y mientras se hace «irreversible a la revolución». Tristemente, se demuestra que las cosas no funcionan así, como no es posible consumir drogas adictivas solo por un tiempo, mientras se sale de una «depresión temporal», no se puede consumir alcohol para salir de un problema, como tampoco se puede salir de la pobreza y avanzar al desarrollo gastando ingresos provenientes del petróleo en compras de comida y carros. A partir de esto ya la industria nacional venezolana está absolutamente quebrada. Se dice que no importa, «los trabajadores asumirán el control de las industrias», producirán más y mejor, «autogestión». Si eso está muy bien, pero ¿Dónde está el partido revolucionario y socialista que va a liderar eso? ¿Cuál es? ¿El MVR transformador en PSUV?
Quinto y sexto movimiento: La cúpula del PSUV observa cómo se derrumban los precios del petróleo, al mismo tiempo que enferma y muere Hugo Chávez «¿Y ahora quien podrá defendernos?»
Ante la caída irreversible que comienza a observarse en los precios del petróleo, resulta evidente (aún para la absolutamente obtusa clase dirigente del PSUV) que el modelo de «pago de deuda social» con renta petrolera está en grave peligro. No están seguros de que se haya hecho «irreversible a la revolución» y muchos de ellos podrían estar implicados en malversación de fondos. Por lo tanto, se procede al saqueo masivo. En 2013 Edmée Betancourt, en su condición de presidenta del Banco Central de Venezuela (BCV), reveló que en 2012 «se pasaron entre 15 mil y 20 mil millones de dólares» en importaciones ficticias. «No nos podemos volver locos en hacer como se estaba haciendo el año pasado, que se entregaron y se entregaron (…) Era una barbaridad, ese error no lo vamos a volver a cometer», declaró en mayo de 2013. Jorge Giordani, ex ministro de Planificación, también se refirió varias veces al tema. Llegó a aseverar que la cifra podría ascender a 25 mil millones de dólares captados por compañías que importaron contenedores llenos de «chatarra». En estos 25 mil millones de dólares no entran los pagos a servicio por profesionales extranjeros a Cuba, ni las compras con sobreprecios en las industrias eléctrica, petrolera, hidrológica y de telecomunicaciones. Tampoco entran los pagos en exceso por importación de materiales de construcción ni los pagos excedentes para importación de alimentos. Infraestructuras que nunca se terminaron, obras que ni siquiera empezaron, etc, etc, etc. Nada de eso se considera dentro del «desfalco» a la nación.
En este contexto, la oposición no dice ni hace nada, no denuncia con pruebas en la mano, sólo se dedican a hacerle más agujeros al barco para hundirlo y tomar el poder más rápidamente. Saqueadores de oficio, socios de la burocracia roja, todos hacen un aquelarre con los fondos del pueblo venezolano. En las empresas de maletín no hay ideologías políticas, hay bandidos de gobierno y oposición, todos haciendo fiesta con las arcas públicas. La oposición utiliza los fondos de sus gobernaciones y alcaldías para financiar sus partidos políticos y dejan en el abandono absoluto a los ciudadanos de los estados y municipios en que ganaron las elecciones. Piensan que solo cuenta tomar el poder.
El último movimiento: La estocada final la da la oposición con violencia y muerte
Luego del triunfo de Nicolás Maduro en las elecciones posteriores a la muerte de Hugo Chávez, la oposición violenta se lanza a derrocar al gobierno por las malas. Violencia y muerte provocan la quiebra de los pequeños y medianos empresarios que quedaban en Venezuela. Los pequeños comercios, panaderías, abastos y supermercados se ven obligados a cerrar durante las protestas debido a que son amenazados por manifestantes violentos de oposición. La oposición sólo siembra desesperanza en el pueblo, la estrategia es agitar, atemorizar y llevar a la gente al extremo para que se lance violentamente encima de las fuerzas de orden público, se pagan sicarios para agitar las marchas opositoras y llevarlos a los extremos violentos. Se queman y destruyen bienes públicos, edificios y oficinas públicas, se realizan actos terroristas con total y absoluta impunidad y con apoyo de los medios internacionales. Sólo utilizan a la gente para lanzarla a las calles y que les traspase el poder político a los opositores que, al mismo tiempo, reciben financiamiento de organizaciones políticas de los EE.UU.
¿Cómo podría ir bien nuestra economía con semejantes movimientos, tanto de gobierno como de oposición? Se han tomado las medidas y realizado los movimientos precisos para quebrar a este rico y hermoso país. La incompetencia de la burocracia se ha hecho aún más evidente en gran parte de los miembros de la actual Asamblea Nacional Constituyente y en los candidatos a gobernadores, tanto de gobierno como de oposición. Ha sido la receta perfecta para la quiebra. El resto de la historia son ya hechos en pleno desarrollo.