La subida de los precios y de los impuestos, demandadas por el FMI, desencadena desde hace días manifestaciones de una amplitud excepcional. Una dimisión para calmar las reivindicaciones. El rey de Jordania, Abdalá II, ha demandado el lunes 4 de junio a su primer ministro, Hani Mulki, que abandone su puesto. Este anuncio se produce […]
La subida de los precios y de los impuestos, demandadas por el FMI, desencadena desde hace días manifestaciones de una amplitud excepcional.
Una dimisión para calmar las reivindicaciones. El rey de Jordania, Abdalá II, ha demandado el lunes 4 de junio a su primer ministro, Hani Mulki, que abandone su puesto. Este anuncio se produce en un contexto de tensión social, con manifestaciones que duran ya varios días. El Ministro de Educación, Omar Al Razzaz, ha sido encargado de formar un nuevo gobierno.
Según el corresponsal de RFI en la capital del país, Amman, varios miles de personas (hasta 5000 el domingo por la noche) se reúnen todas las noches desde el 30 de mayo a algunos centenares de metros del despacho del jefe del gobierno. Los y las manifestantes gritan consignas como «el pueblo quiere la caída del gobierno» o «no, no a la corrupción». Otras acciones han tenido lugar en las grandes ciudades de provincias, según las agencias de prensa con delegación en ellas 1/.
Medidas demandadas por el FMI
El periodista de los Eco, Salahddin Lemaizi, autor de un reportaje a mediados de marzo, explica para TelQel esta situación. Dice haber constatado, desde comienzos de la primavera, «movimientos de protesta en las regiones periféricas del país, cuando la capital aún estaba preservada de ellos». ¿La causa? Subidas de precios ligadas a las medidas de austeridad demandadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de una ayuda financiera. «Como en Marruecos, el FMI ha recomendado en su informe anual la supresión de las subvenciones a los productos básicos: pan, petróleo, transportes, etc.» según el reportero.
La protesta ha comenzado efectivamente en las zonas rurales, donde «se trata casi de motines», confirma Mahmud Alabed, redactor jefe del Jordan Times. Pero este movimiento social sigue produciéndose sin enfrentamientos en las grandes ciudades como Amán, Zarqa o Irbid. «Aquí, la gente no está inquieta. El planteamiento pacífico de las protestas y las órdenes estrictas de la policía, para no hacer daño a la población, han hecho de estas noches de reivindicaciones más una «fiesta social» que un acontecimiento grave», en opinión del periodista 2/.
Pero, cualquiera que sea la naturaleza de estas manifestaciones en Jordania, el poder ha creado un nivel de desconfianza inédito, en uno de los países más estables de la región. Dependiente de la ayuda internacional, el reino hachemita ha debido plegarse a las demandas del FMI. «La caída del gobierno era una demanda importante», continúa Mahmud Alabed. Y añade: «Pero tras la dimisión del primer ministro, los y las manifestantes han seguido elevando el nivel de las demandas exigiendo que el Estado revise la ley sobre los impuestos, reduzca los precios del carburante y de la electricidad, reinstale las subvenciones al pan, juzgue la corrupción y forme un «gobierno de salvación nacional». Quizá aparezcan otras reivindicaciones según prosigan las concentraciones».
Principal reforma criticada por los y las manifestantes: una drástica subida de impuestos. Esta última se inscribe en el marco de un proyecto de ley sobre la fiscalidad que prevé mayores impuestos para los beneficios de los bancos, de las compañías de seguros y de las industrias mineras, así como una ampliación del número de familias que deberán pagar el impuesto sobre la renta.
Los impuestos de los particulares aumentarán así, según este proyecto de ley, en al menos el 5%, afectando a toda persona que tenga un salario anual de 8.000 dinares o más (alrededor de 9671 euros). Los impuestos de las empresas, por su parte, aumentaran entre el 20% y el 40%. «Pienso que hay derroche y la mayor parte de la gente en Jordania no ve qué se hace para combatir la corrupción. El gobierno no debería buscar el dinero en los bolsillos de la gente», ha explicado a RFI Mohammed Abu Afifeh, secretario general del sindicato de ingenieros.
Subida de los impuestos, del precio del pan, del carburante y de la electricidad
Además, está prevista una subida del IVA, mientras que las subvenciones que garantizaban la estabilidad del precio el pan han sido suprimidas. Al mismo tiempo, el coste del carburante ha conocido cinco subidas en 2018 y el precio de la electricidad ha aumentado el 55% desde febrero. Amán es la ciudad más cara del mundo árabe según The Economist.
En 2016, el FMI había puesto en pie un crédito de 723 millones de dólares para Jordania, escalonado durante los tres próximos años, a condición de que el reino redujera su deuda pública al 77% de su PIB de aquí a 2021. Era del 94% en 2015.
Según un informe del Banco Mundial, de finales de 2016, en el momento de la firma del acuerdo con el FMI, «el crecimiento económico de Jordania [debía] permanecer constante en el 2,3% en 2016 y mejorar a medio plazo al 3,1% en 2018, acercándose así al potencial de Jordania, aún permaneciendo por debajo».
En 2017, esa tasa de crecimiento era aún del 2,3%, y de ahí la demanda de aceleración de las reformas por parte de la instancia internacional, cuando el ya exprimer ministro Hani Mulki, había sido nombrado hace dos años con el objetivo de «relanzar una economía en dificultades por las turbulencias que atraviesa el Oriente Próximo», recuerda Reuters. Esto particularmente en lo que se refiere a la acogida de centenares de miles de personas refugiadas sirias por Jordania, así como la presencia de personas refugiadas palestinas, que constituyen un quinto de la población del país.
El Parlamento podría rechazar las medidas de austeridad
Pero, ante el descontento social (60 personas han sido detenidas según el jefe de la policía y 42 miembros de las autoridades jordanas heridas), el rey ha llamado, el sábado 2 de junio al Gobierno y al Parlamento a «llevar a cabo un diálogo nacional global y razonable a propósito del proyecto de ley sobre los impuestos», estimando que «es injusto que solo el ciudadano pague las consecuencias de las reformas fiscales».
Mahmud Alabed equilibra sin embargo la posición real: «Su majestad ha dado prueba de comprensión respecto a la cólera y las protestas, pero ha precisado que las medidas de austeridad deberán ser puestas en marcha tras un verdadero diálogo con todas las partes implicadas y la sociedad civil, incluso la ley sobre el impuesto sobre la renta».
El rey no había previsto el desarrollo de los acontecimientos. En efecto, según Adel Mahmud, analista jordano especializado en ciencias políticas, que ha declarado a la AFP que «el movimiento popular ha sorprendido al gobierno» y «continuará hasta que las reivindicaciones sean satisfechas».
Los y las manifestantes podrían efectivamente salirse con la suya. Puesto que según la agencia de prensa Petra, el Parlamento va a demandar al rey poder celebrar una sesión extraordinaria, estando una mayoría de diputados favorables a la anulación de las medidas de austeridad, según el presidente de la Asamblea. Queda por saber qué dirá el FMI de todo ello.
Notas:
1/ Diferentes sectores profesionales realizaron una huelga el pasado miércoles, 30 de mayo, convocados por los sindicatos. Los sindicatos han convocado también huelga para el miércoles 6 de junio -ndt.
2/ De todas formas, Human Rights Watch ha denunciado el uso de la fuerza para dispersar a grupos de manifestantes así como las detenciones producidas -ndt.
Texto original en francés: https://telquel.ma/2018/06/06/le-roi-ordonne-la-construction-de-nouveaux-barrages_1596909/
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur