Parece que entre los círculos más altos de las finanzas capitalistas, la transición ecológica ya no concita el mismo nivel de apoyo que antaño. Hay una facción creciente entre los capitalistas ricos que cuestiona lo que llaman la excesiva rigidez de las medidas necesarias para reducir las emisiones contaminantes. La idea ahora en boga es que la transición ecológica se está produciendo demasiado deprisa y existe el riesgo de que el aumento de los costes de producción se haga insostenible.
El cambio de enfoque en las altas esferas del poder se deja sentir en casi todo el mundo. Su actual abanderado es el Primer Ministro conservador británico, Rishi Sunak, que ha cuestionado no sólo el ritmo de reducción de emisiones, sino también los propios objetivos ecológicos, antes ampliamente aceptados en el Reino Unido.