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España desperdicia el 4,3% de los alimentos comprados

¿Por qué perdemos dinero al comprar?

Fuentes: El salmón contracorriente

  Foto: Stephen Willis cc Nuestro capital tiene fugas por todos lados, somos hacedores de riqueza para algunos pero en nuestros hogares tenemos una economía colador. Si cada economía se representará en distintos recipientes, la economía que se mueve en las multinacionales sería un opulento recipiente hermético y la economía de nuestros hogares un colador […]

 

Foto: Stephen Willis cc

Nuestro capital tiene fugas por todos lados, somos hacedores de riqueza para algunos pero en nuestros hogares tenemos una economía colador. Si cada economía se representará en distintos recipientes, la economía que se mueve en las multinacionales sería un opulento recipiente hermético y la economía de nuestros hogares un colador gigante. El dinero que ganamos sería agua, que pasa por nosotros y fluye hasta donde empezó, el recipiente sin fisuras ni agujeros. Del dinero que ingresamos a nuestros hogares, ¿cuál es la cantidad destinada a comprar alimentos?

Nuestra casa, es a su vez, un contenedor de todas esas cosas que compramos. Cosas, probablemente, que las usaste el día que la compraste y luego quedó olvidada en el trastero que se convierte cada espacio de tu casa. Ahora, traslademos la reflexión a tu cuerpo, ¿cuántas cosas compraste para ponerte encima y cuántas para ingerir? Muchas, y seguramente piensas ¿por qué he comprado esto? Pasemos a los alimentos. Un repaso rápido por tu despensa te dará una bofetada de realidad: has comprado más de lo que vas a comer. Las clasificarás entonces en: alimentos que consumirás, otros que no comerás nunca y algunos ya vencidos.

Según el último informe de consumo de MAPAMA (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente), las pérdidas económicas asociadas al desperdicio de alimentos se calculan en unos 580.000 millones de euros en todo el mundo, cuantificando solo el valor de los alimentos desperdiciados. Si se incorporan las externalidades, costes sociales y ambientales, pueden cifrarse en torno a los 2 billones de euros. En el caso de España, un informe europeo cifra el impacto económico en 11.000 millones de euros. Este último año hemos tirado a la basura un 4,3% de los alimentos que hemos comprado. Ahora ya puedes hacer el cálculo: multiplica el dinero que destinas a alimentación por ese 4,3% y sabrás el dinero que has tirado a la basura. Si hiciéramos la pregunta: ¿dónde está mi queso? con una variación, nos quedaría ¿dónde está mi dinero? Una buena parte en la basura. Trabajamos y producimos para tirar, no para vivir.

En épocas de precariedad económica, por lo tanto, tirar dinero a la basura es un atentado a la vida. Y en mejores épocas, sería un atentado al medio ambiente. Si el desperdicio de alimentos global fuera un país, sería el tercer país que más contamina por detrás de China y EE.UU. Tirar, desperdiciar, desechar, véase por dónde se vea es un atentado a nosotros mismos. Por muy «eco’s» que seamos, por mucho que reciclemos, aunque nos preocupe y padezcamos los efectos del cambio climático, seguimos sin relacionar el desperdicio con la alimentación ecológica y el consumo responsable y sostenible, según los resultados del informe del Grupo E-SOST de la Universidad de Comillas y Prosalus.

Afortunadamente, la precariedad agudiza el ingenio y pone en valor los principios de apoyo mutuo. En el desecho está el hecho, desperdiciar puede transformarse en compartir, en dar a otro lo que no vas a utilizar. En que tu dinero no atraviese el colador a una lejana economía sino que pase a la economía del vecino o vecina de al lado. Compartir alimentos no perecederos se puede poner en práctica en la plataforma de Yonodesperdicio. Una app web y móvil que lleva más de 2 años trabajando para crear una red ciudadana que permita disminuir el desperdicio alimentario.

En vacaciones se incrementan nuestros gastos y a la vuelta el colador se convirtió en un tubo de fuga. Para que esa situación no alcance niveles astronómicos, empieza por la cocina. Planifica lo que consumirás y comparte lo que no vas a utilizar. Súmate y resta kilos a la basura.

Andrea Kropman, Punto Abierto.

Fuente: http://www.elsalmoncontracorriente.es/?Por-que-perdemos-dinero-al-comprar