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¿Por qué Tedesom UFES fue censurado en la Radio Universitaria UFES?

Fuentes: Rebelión

El mayor problema de las izquierdas en la actualidad (hay excepción gradual) es el hecho de haber sido colonizada por el neoliberalismo estadounidense. Así, tenemos una izquierda multiculturalista. ¿Pero eso no es bueno? Por el contrario, es el peor de los mundos, por dos motivos: 1. No existe un multiculturalismo de facto. Lo que persiste […]

El mayor problema de las izquierdas en la actualidad (hay excepción gradual) es el hecho de haber sido colonizada por el neoliberalismo estadounidense. Así, tenemos una izquierda multiculturalista. ¿Pero eso no es bueno? Por el contrario, es el peor de los mundos, por dos motivos:

1. No existe un multiculturalismo de facto. Lo que persiste es un monoculturalismo disfrazado de diversidad de género, étnica e incluso de clase. Esa tal diversidad no pasa de cóncavo a convexo en tanto lo que dice respecto a la mundialización de la industria cultural gringa. En este sentido, es una diversidad capturada por una dictadura mediática planetaria;
2. Bien entendido, el mayor desafío de las izquierdas es el de producir el sujeto colectivo, teniendo como referencial insustituible la desopresión del trabajo oprimido (es claro que esto incluye el trabajo femenino, negro, indígena, gay). El multiculturalismo monocrático de la izquierda contemporánea simplemente imposibilita la constitución de un sujeto colectivo.

Se tiene, así, una izquierda domesticada, no obstante los gestos enfáticos que la visualizan, que la caracterizan.

Tedesom UFES fue censurado por la Secretaría de Cultura de UFES porque es una propuesta de arte no monocráticamente culturalista. Tedesom UFES fue censurado porque es de izquierda, ese lado del trabajo común, emancipándose.

La Secretaría Cultural de UFES, a través de su secretario, en este contexto, desempeña el papel del Movimiento Brasil Libre (MBL) de la izquierda.

En este caso es preciso dar los nombres a los bueyes: el multiculturalismo yanqui, que tomó a la izquierda, es el nuevo vetusto lugar del parnellismo, antes que del macartismo pues si bien McCarthy fue quien cobró los dividendos políticos, fue J. Parnell Thomas, quien realizó el trabajo sucio de la Caza de Brujas en el Comité de Actividades Antipatrióticas.

En efecto, lo que hoy se llama mccarthysmo, a causa del republicano Joseph McCarthy, es un cuento mal contado que comenzó como parnellismo, por J. Parnell Thomas, senador demócrata, el verdadero autor de la Caza de Brujas del tristemente célebre Comité de Actividades Antipatrióticas (mal llamadas Antiamericanas: debería ser Antiestadounidenses, pero las pretensiones de los gringos siempre son grandes), fundado en 1938 y a través del cual se persiguió, a partir del 47 y hasta el 51, sin tino pero con sevicia a guionistas y directores que pudieran tener vínculo alguno con el espectro del comunismo: McCarthy, cuya contribución a la furia persecutoria fue limitada, terminó siendo quien por ventanilla cobró los dividendos políticos de tan sucia jugada gubernamental.

Y Parnell, presidente del Comité, fue más tarde encarcelado por estafa, al acusársele de que se había lucrado con pagos de inexistentes secretarios: dentro de esta atmósfera enrarecida surgió luego lo que dio en llamarse el cine negro, la corriente más densa y homogénea del cine gringo de posguerra. Así es la historia… oficial, una comedia de equivocaciones, de timos, de latrocinios. O como diría el Che de la historia… en general: «Había una cosa llamada historia que se compone a partir de muchos datos fragmentarios y puede ser tergiversada» [1], sobre todo por quienes se mueren por tergiversarla: y, se agrega, viven de, por y para ello. Es decir, como han vivido los censores toda la vida.
Es, entonces, el parnellismo (y no macartismo) multicultural monocrático.

Es imposible hacer una crítica consistente a la censura, en la actualidad, si no se tiene en cuenta esta censura con gestos, por gags, sin humor, claro, de izquierda.

Nota
[1] Anderson, Jon Lee. Che – Una vida revolucionaria, Emecé Editores, Bs. Aires, 1997, 800 pp.
 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.