Presentado el 27 de octubre de 2021 en la Mesa sobre “Renta Básica universal y empleo garantizado” organizado por el equipo de investigación de la Universidad de la República, Uruguay, en el marco de las XII Jornadas del capítulo Uruguay de la Network of Inequality and Poverty (LACEA).
Utilizo el nombre de Ingreso ciudadano en lugar de Renta Básica universal, porque así lo denominan en Argentina quienes fundaron en el 2003 y ahora integran la Red argentina de Ingreso Ciudadano (Redayc), entre ellos Rubén Lovuolo, Corina Rodriguez Estevez, Laura Pautassi y Julio Aguirre.
Si bien la discusión sobre el Ingreso Ciudadano universal se reactivó durante la pandemia que aún transitamos, como ocurrió en momentos previos en la gran crisis argentina del 2001, voy a intentar defender el concepto desde un punto de vista normativo y como una propuesta de transformación de las políticas de bienestar en general y no sólo para la coyuntura. Ni duda cabe que en las crisis se manifiestan problemas estructurales capaces de impulsar cambios que trasciendan la emergencia, que ayuden a pensar e impedir de manera anticipada las consecuencias fatales de la desigualdad, la precariedad, la falta de trabajo, la inseguridad de los ingresos, los ingresos por debajo de la línea de pobreza.