A comienzos de este año la firma Latinobarómetro (*) concluyó sus estudios sociales, económicos y políticos sobre los países de la Latinoamérica correspondientes al año 2005, cuyas cifras muestran a Venezuela, de manera general, con un comportamiento muy notable y que, en algunos casos, concitan cierto asombro, como ocurre con los resultados de las mediciones […]
A comienzos de este año la firma Latinobarómetro (*) concluyó sus estudios sociales, económicos y políticos sobre los países de la Latinoamérica correspondientes al año 2005, cuyas cifras muestran a Venezuela, de manera general, con un comportamiento muy notable y que, en algunos casos, concitan cierto asombro, como ocurre con los resultados de las mediciones del comportamiento de los países de la región sobre el apoyo a la democracia, la credibilidad en los procesos electorales, el funcionamiento de sus modelos de desarrollo y el de sus propios gobiernos. Son cifras que, en síntesis, hablan bien de lo que ha sido el desempeño de nuestro país en tales áreas, de manera que no son otra cosa que una respuesta contundente a la matriz diseñada en Washington y voceada por sus lacayos criollos que sostiene y afirma todo lo contrario, de que Chávez ha instaurado un régimen policial que atenta e irrespeta el derecho a disentir y que tiene secuestrada la libertad de información. Es decir, que ha implantado una férrea dictadura que vulnera todos principios de la democracia.
Las cifras son muy elocuentes y sin más preámbulos veámoslas seguidamente:
1) En una escala de uno a diez para precisar «¿cuán democrático es el país?», la valoración que obtiene nuestro país es de 7,6, con la cual ocupa el primer lugar después de Uruguay con 7,1. Una cifra que no sólo está muy por encima de la media para toda América Latina que es 5,5, sino que supera con creces la que obtienen otras democracias «presuntamente» más consolidadas, como pueden ser las de Chile (6,2), Colombia (5,8) o México (5,1). Muy por debajo se ubican Guatemala con 4,7, Perú 4,6 y Nicaragua 4,5;
2) El 76% de los venezolanos manifiesta su total apoyo a la democracia, ocupando el primer lugar Uruguay con 77%; le siguen Costa Rica con 73%, Argentina con 65%, República Dominicana con 60%, Chile con 59%, México con 59%, Nicaragua con 57%, Bolivia con 49% Colombia con 46% y Perú con 40%;
3) El 56% de los venezolanos afirman encontrarse muy satisfechos con su democracia, mientras que en Uruguay la cifra llega al 63%, en Chile al 43%, en Argentina al 34%, en Colombia al 29%, en Guatemala al 28%, en México al 24% y Perú al 13%;
Destaca el informe que en Venezuela esa satisfacción no ha dejado de crecer desde el triunfo de Chávez en 1.998, pues del 30% que afirmaba que lo estaba en 1.996, el indicador creció al 55% en el período 1999/2000, manteniéndose en torno a esa cifra desde entonces;
4) El 65% de los venezolanos aprueba la forma en que el Presidente Chávez está dirigiendo el país. El 61% tiene confianza en él y el 54% considera que Venezuela en verdad muestra claro progreso en materia económica. En este aspecto sólo aventaja Chile con el 62% y por detrás se ubican Argentina 45%, Colombia 43%, Brasil 40%, México 32%, Guatemala 24% y Perú con el 22% y,
5) El 65% de los venezolanos considera a las elecciones como el mecanismo idóneo e insustituible para la preservación de la democracia.
Estas conclusiones de Latinobarómetro son las más contundentes explicaciones de por qué el presidente Chávez mantiene una inmensa popularidad entre los venezolanos e igualmente que sus opositores no obstante las cuantiosas cantidades de dinero que han venido gastando para revertir esa inobjetable realidad, los resultados de sus campañas diseñadas en falsedades e iniquidades de todo calibre no sólo no han logrado en mellar ni un ápice ese abrumador apoyo, sino que más bien han contribuido a potenciarlo.
Si a todo este panorama le añadimos que la mayoría de las encuestadores del país como Seijas y Asociados, Datanálisis, Eugenio Escuela, Consultores 21 y North American Opinion Reserch , entre otras, han determinado a través de sus estudios de opinión que la popularidad en los actuales momentos de Chávez es arrolladora y muy alta (entre el 55% y el 78%), frente a cifras minúsculas de los candidatos de la oposición con menos de un dígito: Julio Borges 8,5%, Rosales 4,5% y Teodoro Petkof con el 2,5%, no hay necesidad de intentar buscar más explicaciones a esa feroz y costosa campaña de desprestigio al Poder Electoral, a la cual se han incorporado las llamadas universidades autónomas y la privada Andrés Bello, cuyas autoridades, como todo el país lo debe recordar, respaldaron el golpe de Estado del 2002, así como el paro terrorista petrolero de diciembre de ese mismo año y febrero del 2003, así como los actos guarimberos posteriores. No será posible borrar de la mente de los venezolanos el eufórico alzamiento de brazos a Carmona Estanga pocas semanas antes de que éste se auto juramentara como presidente de Venezuela, por parte del rector de la UCAB, el Padre Luis Ugalde.
Pero más allá de esas descalificaciones al Poder Electoral venezolano, el cual tiene en su haber el reconocimiento de importantes organismos internacionales como el Centro Carter, la OEA, la Unión Europea y diversas Juntas y/o Colegios Electorales del Continente, por haber conducido varios eventos comiciales dentro de la más absoluta transparencia con el apoyo de sistemas automatizados que los calificaron de excelentes y de inviolables, además de que reconocen que esos sistemas admiten todo tipo de auditorías, lo que se esconde detrás de esa atroz y desmedida campaña opositora es la incapacidad de sus dirigentes de articular un movimiento que sea capaz de ganarle a Chávez una elección con las armas de la democracia, es decir, con el voto.
La oposición tiene la decisión tomada desde hace mucho tiempo de no concurrir a los comicios del próximo diciembre. De manera que este bochinche potenciado gracias a los aportes que recibe del norte a nadie sorprende y el mismo sólo tiene el objetivo de seguir intentando mantener la matriz de opinión de que el CNE es tramposo y que, además, está al servicio del «chavismo» para ver si la venden en el exterior, ya que a lo interno del país sólo una minoría disociada la cree, pues están convencidos de que con esa estrategia consiguen que los «marines» nos invadan y por esa vía volver al poder.
¡Qué equivocados están los dirigentes [WINDOWS-1252?]opositores…! ¡Cómo desdeñan la capacidad e inteligencia del pueblo y más allá de ello su decisión inquebrantable a enfrentar y derrotar con dignidad y valentía cualquier agresión que se intente contra el país!
Pero lo que realmente sorprende es la capacidad que tienen de seguir por el mismo camino de forma persistente para volverse a tropezar cada vez con mayor contundencia con la misma piedra.
El retiro en cambote de los dieciséis [WINDOWS-1252?](…!) candidatos del acto electoral de diciembre no torcerá el rumbo de la Revolución Bolivariana, sino que, por el contrario, coadyuvará a su profundización y fortalecimiento.
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(*) Latinobarómetro es una corporación independiente sin fines de lucro con sede en Santiago de Chile, cuyas investigaciones económicas y sociales las financia con aportes que recibe de la Unión Europea, del BIB, del gobierno de Chile y de la Agencia de Cooperación del Gobierno de Suecia, la cual ha venido dando cuenta con sus estudios de investigación desde hace una década de importantes cambios en la percepción de los pueblos en relación a sus muy concretas realidades en los campos de la política, de la economía, de la salud, de la educación y en fin, frente a todo aquello que les afecta sus vidas para bien o para mal, como parte de sus muy específicos entornos sociales y más allá de sus propias fronteras.