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Marx o Engels

Precio de producción y cuota media de ganancia

Fuentes: Rebelión

Una de las categorías desarrolladas en el tomo tercero de El Capital es el precio de producción. Esta es una de las más olvidadas por la Economía Política Marxista, y ni hablar de lo que saben los filósofos marxistas sobre ella, siendo casi una asignatura del marxismo. Sobre el precio de producción se pueden encontrar […]

Una de las categorías desarrolladas en el tomo tercero de El Capital es el precio de producción. Esta es una de las más olvidadas por la Economía Política Marxista, y ni hablar de lo que saben los filósofos marxistas sobre ella, siendo casi una asignatura del marxismo.

Sobre el precio de producción se pueden encontrar diversas interpretaciones, al punto tal que causa cierta confusión en el que investiga sobre esa categoría. Ante tal situación es necesario plantearse, ¿a qué se refería realmente Marx?

Entre las diferentes formas de entenderlo está la difundida en la academia cubana, guiada por la facultad de Economía de la Universidad de la Habana. En esta, se sitúa al precio de producción como la suma del costo de producción más la ganancia media (esta ganancia media incluye la del industrial y comercial, etc). El secreto que esconde está en lo que se denomina cuota media de ganancia y en qué representa esta última dentro del sistema de relaciones sociales de producción.

Habría entonces que empezar por la cuota media de ganancia. Esta categoría es entendida como una media social de valorización del capital invertido, es decir, un cociente de la ganancia (entendida como plusvalor) de la sociedad y los costos de producción (capital constante y variable) de la sociedad. Hasta cierto punto pudiera considerarse un coeficiente de rentabilidad social, e incluso, puede semejarse, -por solo hacer una transgresión- a la tan famosa eficacia marginal del capital de Keynes.

¿Qué es exactamente esta cuota media de ganancia? Según se explica en El Capital, se forma de la libre movilidad de capitales existentes en los marcos de la libre competencia en el capitalismo (1). Con esta condición, los capitales, al no haber monopolios, ni barreras a la entrada y la salida, van pasando de una rama a otra buscando la rentabilidad requerida. Este movimiento genera que se vayan nivelando los grados de valorizaciones en las distintas ramas de la economía, teniendo como promedio una cuota de ganancia social.

¿Hasta qué punto tiene esto una racionalidad marxiana y económica? Si algo no queda claro, y no me refiero a que este escrito en El Capital o no, es, ¿si esto es un punto de partida o un resultado?, ¿si es solo un supuesto resultado de una gran abstracción que no refleja la realidad?

Como existen grandes nexos entre ese tomo tercero (escrito por Engels) y la economía no marxista, debería pudiera pensarlo desde esta. Primero, digo que hablar de libre movilidad de capitales, es un supuesto que implica hablar en términos de estado nación. Es decir, libre movilidad de capitales, ¿dónde, en un pueblo, el planeta, un país? Quizá para que tenga sentido debe estar suscrito a cierta territorialidad, que no es precisamente un elemento teórico que forme parte de la lógica de El Capital.

Otra cosa es el tema del comercio exterior, el cual se puede intuir que es separado mediante la abstracción científica. Volviendo a lo más importante: la libre movilidad de capitales. Suponiendo que la unidad metodológica de análisis es el estado nación, ¿se habla de un estado nación con libre movilidad de capitales? No sé si algún historiador pudiera rectificar, pero ese estado puro donde el capitalista se arruina y pasa de una rama a otra es un supuesto más de la microeconomía clásica que de un marxismo sólido.

Ese estadio histórico, evidentemente no ha existido. Desde el mismo surgimiento del capitalismo, había libre competencia, pero no tal libre movilidad de capitales. Ya para los 70 del siglo XIX, comenzaban a surgir los monopolios e incluso, ya en el Manifiesto se comenzaba a hablar de monopolios. Eso sin hablar de los llamados costos de entrada y salida de una rama (cosa que la economía neoclásica sofistica con otras categorías), que también refuerza el punto que defiendo.

Entonces, ¿Qué sentido tiene esta categoría que parte de supuestos bastante irreales? Evidentemente es un paso necesario para teorizar, pero dista mucho de tener un gran poder explicativo sobre la realidad.

Si en período alguno del capitalismo puede ubicarse su existencia, ¿de qué se habla entonces con ese concepto de cuota media de ganancia? Una de las interrogantes ya mencionada, es que si era punto de partida o resultado en la economía. Para que se de cualquiera de los dos, tiene que haber habido esa libre movilidad que ya dijimos que es pura abstracción. De ser la primera, carece de más sentido, porque no es precisamente el marxismo una ciencia tan axiomática (para eso está la economía neoclásica).

Algunos afirman que en realidad se trata de un resultado en el largo plazo de la economía. Este criterio proviene de la invasión neoclásica al marxismo. En caso de que fuera cierta, que aporta entonces una categoría que hace referencia a un coeficiente en el largo plazo? Tomando prestada cosas del estructuralismo, lo visto hasta ahora no es útil ni funcional a un análisis (ni el supuesto, ni el resultado en el largo plazo).Todo esto, nos deja al precio de producción bastante escaso de contenido, o mejor dicho, de objetividad.

Sin embargo, en la búsqueda de un sentido más realista de la cuota media de ganancia, hay otra vía. Si está montada como abstracción, basándose en supuestos poco reales, sin ubicación dentro de la historia, hay que verla así: como algo de valor solamente teórico. Entonces pudiera pensarse para responder de qué habla la cuota media de ganancia: es un simple referente teórico. Teniendo en cuenta que es muy común recurrir a los neoclásicos, si la eficacia marginal del capital se asemeja a la expectativa de la rentabilidad del capital (ya que es muy difícil calcularla en toda la economía), esta cuota puede ser simplemente un relativo de cómo promedio cuánto se valoriza en toda la economía el capital invertido.

A partir de ahí se da un criterio de comparación de un productor respecto a toda la economía. Esta referencia es mucho más valida a la hora de entender toda la economía y compararla con las distintas ramas y los distintos productores a lo interno de estas. No imagino a los productores esperando el momento de que se nivele su rentabilidad, ni partiendo todos de la misma rentabilidad. Para entender esto, debe salirse de los engaños que ofrece la matemática en conceptos como el del promedio, que no es más que una abstracción de la realidad, y no un estado real. Pero eso es una asignatura que no está de moda en el programa de las academias de economía.

¿Y el precio de producción? Sabiendo qué es la cuota media de ganancia, el precio de producción es un referente entonces de precio, ya que no es más que los costos de producción más (+) la ganancia que corresponde dado el grado medio de valorización social (cuota media de ganancia). Este permitirá comparar el precio de un producto con cuánto le tocaría en una repartición equitativa de los precios a nivel social.

Hasta ahora, todo lo dicho es un intento de darle una racionalidad práctica y teórica al precio de producción, pero, ¿cómo y por qué esta categoría ha sido entendida y desarrollada dentro del marxismo?

Antes de explicar eso hay que tener claro que ella es tan importante como el precio de mercado, y comparar con el precio de producción es un referente incluso para medir un la lucha de clases. Por ejemplo, mientras más por debajo está un precio de producción respecto al de mercado, es evidencia de una postura hegemónica de ese sector productivo sobre los demás.

Viéndolo así, es necesario un mayor uso de esta categoría en programas de estudios de economía política, y que no sólo unos pocos teóricos se atreven a versar sobre esta.

En buena medida se debe a la forma en que está expuesto en El Capital. Si se sigue la evolución de las categorías, se verá que primero está el precio de mercado, y el precio de producción viene después. Esto ha ocasionado que se confundan (y no es mi objetivo mencionar ejemplos) y hayan pensado que lo concreto, lo sensible, sea el precio de producción y no el precio de mercado, que es por el que realmente se paga. Para ser honesto entiendo que ese error se haya cometido.

Por otro lado, hay un detalle que dejé pasar por alto en toda la redacción y también muchos marxistas lo han hecho. No es un secreto que no considero tal unidad entre los pensamientos de Marx y Engels, incluso lo he expuesto en artículos, por lo que recuerdo algo: la categoría precio de producción está desarrollada en el tomo tercero de El Capital, y todo eso fue escrito por Engels y no por Marx. Por eso afirmo que no cabe la duda,-que aparte de todas las cosas que quedan claras en la exposición en El Capital-, esta categoría haya sido mal definida. Con esto me refiero a que lo medular del concepto sea un error.

Quizá algún lector me pueda acusar de ensañamiento, pero no se pueden tapar los errores en nombre del corazón. Es por eso que busqué a ver si mi sospecha tenía fundamentos en los propios escritos de Marx. A juzgar por diferencias anteriores, había probabilidad de encontrar algo.

Tal fue así, que en las Glosas Marginales al Tratado de Economía política de Adolph Wagner Marx afirma: «…los valores y los precios de producción (estos últimos no hacen más que expresar en dinero los costos de producción) difieren…» (2 p. 172). Ante cualquier duda de descontextualización, se puede comprobar en el texto original.

Obviando el sentido esencial de la cita, que es hacer referencia a la diferencia entre el valor y el precio de producción, él está diciendo una definición de precio de producción (que no es necesario repetir).

Después de ver que uno se puede encontrar con dos definiciones de precio de producción, una de Engels (interpretada de diversas maneras) y otra de puño y letra de Marx, ¿Qué se puede hacer? Evidentemente el indicador que el primero construye es muy eficiente no solo en materia económica, sino política, sociológica. Sin embargo no se ajusta al concepto original que parecía atribuirle Marx. Creo que es necesaria entonces, más allá de desechar el aporte de Engels, pulir ciertas categorías (como mínimo en términos de lenguaje) para lograr una cohesión dentro de la Economía Política Marxista como ciencia. El llamado está hecho.

Bibliografía

1. Rodríguez, Zara. Fundamentos Generales del Modo de producción capitalista. s.l. : La Habana, 2004.

2. Marx, Carlos. Glosas marginales al »Tratado de economía política» de Adolph Wagner. [aut. libro] Maurice Dobb, y otros. Estudios sobre El Capital. México: Siglo XXI.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.