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Grupo Surrealista de Madrid. Jueves 22 de Diciembre 20:00h

Presentación de la revista Salamandra 15/16 y del libro «Días en rojo»

Fuentes: Rebelión

Librería asociativa Traficantes de sueños C/Embajadores 35 local 6 28012 Madrid Metro: Lavapies-Embajadores-Tirso de Molina Tfno. 91 5320928 E-mail: [email protected] Grupo surrealista de Madrid. Presentación de la revista «Salamandra 15/16» y del libro «Dias en rojo». Salamandra 15-16 El Grupo Surrealista de Madrid presenta la nueva edición de su revista «Salamandra. Intervención surrealista, Crítica de […]

Librería asociativa Traficantes de sueños C/Embajadores 35 local 6 28012 Madrid Metro: Lavapies-Embajadores-Tirso de Molina Tfno. 91 5320928 E-mail: [email protected]

Grupo surrealista de Madrid. Presentación de la revista «Salamandra 15/16» y del libro «Dias en rojo».

Salamandra 15-16

El Grupo Surrealista de Madrid presenta la nueva edición de su revista «Salamandra. Intervención surrealista, Crítica de la vida cotidiana, Imaginación insurgente», que hace el número 15-16 y que sale «cuando puede». Como indican sus subtítulos, en este nuevo número, al igual que en los anteriores, sigue presente el análisis crítico de la actual sociedad espectacular y sus mecanismos de dominación, como por ejemplo el urbanismo degradado, el acondicionamiento tecnológico y sus neo-costumbres absurdas, el fetichismo de la mercancía, la falsificación de la relación con la naturaleza, o la mentira y vacío de acontecimientos como el 11-M (o el 7-J londinense) y su tratamiento mediático. Por otro lado, esta crítica de la Realidad se complementa con una «poética de lo real», concretada en intervenciones colectivas e individuales inspiradas por la imaginación y la práctica no especializada de la poesía. Tales intervenciones, que son asumidas tanto como estrategias de resistencia como de transformación, aspiran a desconectar y descongelar la «vida diferida» atrapada por las tecnologías del aislamiento y de la pasividad, experimentando en la medida de lo posible (y de lo imposible) la vida reapasionada.

«Los días en rojo» Textos y declaraciones colectivas del Grupo Surrealista de Madrid. Pepitas de calabaza ed.

Se cumplen casi veinte años del inicio de la actividad del Grupo Surrealista de Madrid como tal, y de su más significativa publicación, la revista Salamandra. Y sin conocer -ni mucho menos esperar- cuando llegará a su final, se reunen en este libro, dispuestos en orden cronológico, los escritos redactados de forma colectiva con la intención de cortarle el paso a los acontecimientos y aportar su particular punto de vista con respecto a la omnipresente cuestión social. El lenguaje, la creación, el intercambio, el trabajo, el deporte, la relación con la naturaleza y lo salvaje, la psicogeografía, el juego, el encuentro de distintas cosmovisiones,etc., son «perfectas coartadas» para activar una crítica implacable al modelo actual de civilización, al que en todos sus aspectos se trata de hostigar, a la vez que se arroja nueva luz sobre las viejas formas de acción que se tornan dañinas a la tarea de hacer avanzar la crítica al Viejo Mundo. Para llevar a buen puerto estos fines, el Grupo Surrealista de Madrid hace uso de la percepción, la experimentación, el juego, la deriva y, en definitiva, de la experiencia de lo maravilloso. Todo esto se concreta enel plano práctico en un proyecto político de vida poética, o lo que es lo mismo, en una «actividad colectiva empeñada en realizar los sueños». Tal proyecto y tal actividad hacen del pensamiento de sensibilidad surrealista (lo que algunos definieron cómo «el padre al que querríamos ver muerto») un sujeto enteramente vivo, que camina en dirección opuesta a las modernas ideologías «radicales» televisadas que ahora se nos ofrecen como manuales de superviviencia. Sin entrar – de momento- en la discusión de si el surrealismo es el padre al que odiamos o al que amamos, y al margen del etiquetaje dispuesto para el consumo, proponemos dejar los prejuicios a un lado y embadurnarnos en la harina que mancha este libro, para llegar a constatar en qué medida la carga subversiva del surrealismo esta aún muy lejos de ser desactivada.

SALAMANDRA. Revista de intervención surrealista – imaginación insurgente – crítica de la vida cotidiana.

Por fin, después de una larga espera de un año y nueve meses, el Grupo Surrealista de Madrid presenta la nueva edición de su revista «Salamandra. Intervención surrealista, Crítica de la vida cotidiana, Imaginación insurgente», que hace el número 15-16 (¡con 194 páginas!), y que como podéis imaginar, sale «cuando puede».

Como indican sus subtítulos, en este nuevo número, al igual que en los anteriores, sigue presente el análisis crítico de la actual sociedad espectacular y sus mecanismos de dominación, sea el urbanismo degradado, el acondicionamiento tecnológico y sus neo-costumbres absurdas, el fetichismo de la mercancía, la falsificación de la relación con la naturaleza, o la mentira y vacío de acontecimientos como el 11-M (o el 7-J londinense) y su tratamiento mediático. Por otro lado, esta crítica de la Realidad se complementa con una «poética de lo real», concretada en intervenciones colectivas e individuales inspiradas por la imaginación y la práctica no especializada de la poesía. Tales intervenciones, que son asumidas tanto como estrategias de resistencia como de transformación, aspiran a desconectar y descongelar la «vida diferida» atrapada por las tecnologías del aislamiento y de la pasividad, experimentando en la medida de lo posible (y de lo imposible) la vida reapasionada.

Aunque los textos de la revista abordan muchos temas distintos en una voluntad de no especialización en ningún campo concreto, vamos a concretar algunos temas como botón de muestra:

– una serie de textos de crítica «surreaccionista» (valga el neologismo) del urbanismo eugenista, de la tecnología y de ciertos fenómenos sociales en los que subyace la huella y las leyes de la domesticación en el consumo: el texto colectivo «Aviso para la demolición del Nuevo Teatro Olimpia» (donde se desea y pronostica la destrucción, más pronto que tarde, de un edificio cualesquiera -en este caso, un teatro madrileño- típico del horror totalitario de la arquitectura «vanguardista»), «En el lugar del accidente» de Julio Monteverde (reflexión sobre cómo lo salvaje adormecido por la anestesia del confort y el consenso irrumpe todavía con toda su violencia y con toda su promisión, volviendo a introducir en la «realidad» oficial del espectáculo una experiencia real que excede los datos inmediatos de aquella, negándola en la práctica, como sucede tanto en la revuelta social como en el amor y en el deseo), Ni de vuestra vida ni de vuestra muerte: psicogeografía y vacío del 11-M, de Jose Manuel Rojo (donde ciertos indicios psicogeográficos funestos de Madrid se relacionan con la muerte y vaciamiento de la propia ciudad, de su alma y de sus habitantes, y no a manos del «terrorismo», sino de la propia modernización progresista impulsada por la economía, a pesar de la resistencia latente de un instinto de revuelta que no puede sin embargo ser idealizado), «La ciudad funciona con gasolina» de María Santana (análisis de la epidemia del automóvil y su imposible curación en el mundo actual), «Humo» de Ignacio Castro (intempestiva dirigida contra las nuevas formas de coerción de los hábitos humanos, usando como pretexto y símbolo la esperpéntica y delirante prohibición de fumar), «La piel de la sombra», de Joël Gayraud (selección de reflexiones de orientación situacionista sobre el paroxismo de la civilización capitalista teñidas de frescura y humor negro), o «La experiencia arruinada» de Lurdes Martínez (que contrapone la vida del pasado, cargada con otro e splendor -en la que cabían tanto la angustia y la desesperación como la maravilla y la bondad-, a pesar de las carencias materiales, con una existencia que abunda en el consumo, sí, pero de la que parece haberse ausentado la propia vida).

– otros textos proponen y testimonian una acción práctica que complementa la crítica teórica de la mercancía y de la publicidad: «Extrañamiento en el centro comercial» de María Santana y Antonio Ramírez (que relata una acción poética llevada a cabo en unos grandes almacenes sevillanos, «detornando» las marcas y anuncios del mismo), «El objeto robado» de Antonio Ramírez (donde se propone…eso, robar objetos, no por codicia sino por el gusto gratuito y placentero de desacralizarlos y, llegado el caso, destruirlos), «El principio de una visión» (que explica el juego efectuado en una calle de Santander por Vicente Gutiérrez y Noé Ortega, en el que se han configurado frases poéticas partiendo de nombres de tiendas y anuncios publicitarios, devolviendo en cierto modo a la publicidad la bofetada que esta administra a diario a la poesía al recuperar su lenguaje y sus deseos), o «El lenguaje velado» de Javier Gálvez (que llama la atención sobre cómo en la ruina de viejos letreros y anu ncios que dan -o daban- nombre a un establecimiento, en la pérdida de sus letras, se advierte el balbuceo del lenguaje purificado; de que sólo a través del extravío de su sentido y significados fijos -que eran además discurso publicitario, consignas de la economía-, recupera la palabra un sentido y un significado nuevos).

– por otro lado, estas propuestas no se limitan exclusivamente al sabotaje, sino que hay que entenderlas también como parte de un proyecto político de vida poética, o lo que es lo mismo, como una «actividad colectiva empeñada en realizar los sueños» que se concreta en las intervenciones callejeras, el juego, la deriva, la experimentación con el lenguaje, y, en definitiva, la experiencia de lo maravilloso, de la poesía por otros medios. En esta misma línea está la sección «Más realidad», que documenta diversas coincidencias asombrosas acontecidas en lo cotidiano, que amplían la vida en vez de reducirla como las experiencias programadas de la economía, y en las que la poesía se expresa plenamente libre de todo corsé y formalismo. En esta línea encontraremos «Íntima intemperie» de Eduardo Abadía Sicilia (exploración subjetiva, apasionada y nada turística por una Zaragoza redescubierta más allá del consabido circuito cerrado del trabajo-consumo-aislamiento), «Entre en medio» de E ugenio Castro (sobre el callejeo y su mirada abierta sobre la ciudad que nos quieren hacer pasar por banal y aburrida, y el corredor de libertad mental que ambos generan) y varios juegos colectivos que a partir de diferentes elementos (las ridículas estatuas propagandísticas de Buenos Aires; un fragmento de objeto sin uso práctico conocido, y por eso atrayente; el doble sentido de las palabras y sus combinaciones insospechadas y explosivas) hacen realidad el funcionamiento común del pensamiento y el «comunismo del genio».

– el problema de la relación y experiencia del ser humano con la naturaleza salvaje (o lo que queda de ella), y sus implicaciones poético-míticas liberadoras, está presente en textos como «Garraf» de Manuel Crespo o «Lugares poéticos» de Bruno Jacobs (que exploran aquellos lugares, una salina gaditana o la comarca del Garraf, que por su misma falta de interés turístico se oponen «a superficial mediático y al entretenimiento rápido»), y «Tierra Adentro» de la argentina Silvia Guiard, que nos escribe desde Wallmapu, territorio ancestral de los Mapuche, describiendo la situación de dominación y terror que sufren y han sufrido estos pueblos indígenas, así como su resistencia irreductible y la relación que tiene esa lucha con el medio natural que les acoge, y con los mitos y leyendas de las que se alimenta su imaginario salvaje.

– en cuanto a la crítica de las modas intelectuales de la posmodernidad, Michael Richardson arremete en «El surrealismo frente al multiculturalismo» contra el multiculturalismo bienpensante que intenta enmascarar los verdaderos conflictos, mientras que Barthélémy Schwartz y Alfredo Fernández (del colectivo francés «Oiseau-Tempête») alertan en «Miradas sobre la servidumbre contemporánea» sobre el retroceso del pensamiento crítico actual, ante todo en lo relacionado con el abandono de la crítica de la religión (cristiana, islámica o lo que sea) que sigue siendo tan necesaria como siempre. Como ejemplo de una aplicación práctica de tal crítica, Christian Ferrer desentierra del sospechoso olvido al que le ha destinado la Historia oficial a Benjamín Mendoza, pintor surrealista boliviano que en 1970 intentó ajusticiar al Papa Pablo VI en la ciudad de Manila («Benjamín Mendoza y Amor o el magnicida»).

– por último, además de otros textos e intervenciones sobre la arquitectura industrial totalitaria o los falsos mitos cientificistas del progreso, se encontrarán las habituales secciones de poesía (a destacar los poemas desesperados y perturbadores de René Daumal y Ghérasim Luca, nunca antes traducidos), reseñas de libros («El Principio de esperanza de Ernst Bloch», por Michael Löwy, y «Recorriendo la ciudad amnésica: Walkscapes o el andar como práctica estética», por Lurdes Martinez), y los comunicados y panfletos de otros grupos, colectivos e individualidades surrealistas (como la crítica surrealista de la máquina elaborada por Michael Richardson, la denuncia del urbanismo capitalista que hace el Grupo de Leeds, o el manifiesto del jovencísimo grupo griego de Ioaninna, que defiende y practica la síntesis surrealista y situacionista como arma «para la guerra social cotidiana y la destrucción de los valores de la civilización burguesa»). Librería asociativa Traficantes de sueños