Con el «alma encendida de luz y vida», el presidente de la República, Hugo Chávez, abandonó el Hospital Militar Carlos Arvelo, en Caracas, tras haber cumplido exitosamente su tercer ciclo de quimioterapia. «Estoy muy motivado. Estoy con el alma encendida de luz y de vida. Y el cuerpo también, recuperé más de un kilo en […]
Con el «alma encendida de luz y vida», el presidente de la República, Hugo Chávez, abandonó el Hospital Militar Carlos Arvelo, en Caracas, tras haber cumplido exitosamente su tercer ciclo de quimioterapia.
«Estoy muy motivado. Estoy con el alma encendida de luz y de vida. Y el cuerpo también, recuperé más de un kilo en esta semana», expresó.
Chávez agradeció al personal médico tratante del hospital por el trato óptimo hacia él, así como también el apoyo recibido por los cientos de personas que se apostaron en la entrada del centro asistencial en esta semana.
«Hay mucha gente, muchas gracias a todos. Lamento no poderle dar un abrazo a cada uno», expresó el jefe de Estado saludando a todos los caraqueños que estaban en la entrada del Hospital Militar.
Le acompañaba una multitud igualmente encendida, pero de apoyo y alegría, al ver al jefe de Estado rozagante, sonriente, con un peso de 88,500 kilogramos, tal como afirmó, y dirigiéndose en caravana hacia el Palacio de Miraflores.
El Presidente abandonó el hospital acompañado de su hija menor, Rosa Inés Chávez; del vicepresidente, Elías Jaua; y de algunos ministros del Gabinete Ejecutivo.
En el recorrido, de aproximadamente 3 kilómetros, los caraqueños no cesaron de gritar bendiciones, saludos y oraciones por la pronta recuperación del mandatario quien, abordo de un vehículo, saludaba enérgicamente.
La algarabía caraqueña comenzó desde tempranas horas de la mañana, cuando habitantes de diferentes sectores de la capital se aglomeraron en las inmediaciones del referido nosocomio, para esperar la salida de Chávez.
En junio pasado al jefe de Estado le fue diagnosticado un cáncer, el cual fue tratado inmediatamente con quimioterapia. Las dos primera fases fueron realizadas en La Habana, capital cubana.
«Hasta la vida siempre, viviremos y venceremos»
El tercer ciclo de quimioterapia, que recién finalizó, le permite estar en la mejor condición no sólo física sino anímicamente, según refirió el propio Presidente.
Expresó que se siente «más bien que nunca» y se «va pepia»o», luego de su salida del mencionado hospital, ubicado en San Martín, al oeste de Caracas.
sin embargo, Chávez recalcó que no puede abusar de los dulces, mantener una dieta estricta.
«Hasta la vida siempre, viviremos y venceremos», exclamó, visiblemente emocionado.
Al despedirse del personal que estuvo encargado de su atención, el jefe de Estado se comprometió a mejorar ese centro asistencial, para que continúe prestando un inmemorable servicio.
El pueblo en pleno
Tras finalizar el recorrido que comenzó desde el Hospital Militar Carlos Arvelo y culminó en el Palacio de Miraflores, Chávez saludó vigorosamente al pueblo que colmó las calles en diferentes puntos de la ciudad, pasando por la avenida San Martín y la Plaza O`Leary, en la urbanización El Silencio, cercana al Palacio de Miraflores.
«Los amo, muchachos, Dios los bendiga, saludos, con ustedes estoy. Aquí vamos, vivito y coleando», expresó el jefe de Estado a la multitud que seguía a pie la caravana.
De esta manera, al arribar a Miraflores consignas de diversas agrupaciones sociales se oyeron en las inmediaciones del lugar.
Música, hombres, niños y mujeres, el pueblo en pleno acompañó al presidente, Hugo Chávez, quien minutos después salió al Balcón del Pueblo para saludar al pueblo venezolano, que se allí se encontraba.
Al salir se escucharon las gloriosas notas del Himno Nacional. Seguidamente el Presidente hizo un dúo, al ritmo de arpa, cuatro y maracas, con el cantautor venezolano Cristóbal
Jiménez.
Quimioterapia preventiva
El Dignatario Nacional indicó que los médicos que lo tratan evaluarán en los próximos días si es necesario que reciba una cuarta sesión de quimioterapia.
Chávez recordó que no se le han detectado nuevas células malignas en ninguna parte de su cuerpo, por lo que la quimioterapia que recibe sólo es preventiva.
«La quimioterapia que me están aplicando es preventiva. No es que haya una acumulación o surgimiento en alguna parte del cuerpo de células malignas. No las hay y tengo fe de que no las habrá», aseveró.