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Promesas tras el maremoto aún son deudas

Fuentes: IPS

Los sobrevivientes del devastador maremoto en el océano Índico, que mató un año atrás a más de 280.000 personas, ahora cuentan con un sitio en Internet para informarse de cuánta ayuda prometida por la comunidad internacional fue efectivamente entregada.

El sitio http://tsunamitracking.org, creado por la oficina Asia Pacífico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ofrece todos los detalles del dinero vertido en Indonesia, Maldivas, Sri Lanka y Tailandia en el último año, que contrasta con los miles de millones de dólares prometidos pocos meses después del desastre natural.

El maremoto del 26 de diciembre de 2004 fue provocado por un sismo de magnitud 9 en la escala de Richter, con epicentro cerca de la isla indonesia de Sumatra.

Bangladesh, Birmania, India, Indonesia, Malasia, Maldivas, Seychelles, Sri Lanka, Singapur, Somalia y Tailandia fueron los países más afectados.

La denominada Base de Datos de Asistencia al Desarrollo permite a los sobrevivientes informarse sobre cuánta de la ayuda ya entregada fue usada por los respectivos gobiernos, autoridades locales u organizaciones no gubernamentales.

El sitio revela, por ejemplo, que la isla turística tailandesa Phuket fue mucho más privilegiada a la hora de recibir fondos, en comparación con la vecina provincia Phang Nga, que sin embargo había sido por lejos más afectada.

Más de 26 millones de dólares fueron destinados a los esfuerzos de recuperación de Phuket, mientras que poco más de 18 millones llegaron a Phang Nga, según la base de datos.

Asimismo, hay grandes disparidades en los montos recibidos por los países afectados y los que fueron prometidos en los días siguientes al maremoto.

Sri Lanka, uno de los más azotados por la catástrofe, recibió cerca de 1.000 millones de dólares, menos de la mitad de los 2.810 millones de dólares ofrecidos inicialmente por la comunidad internacional.

«Éste es un trabajo en progreso destinado a hacer que la ayuda fluya de forma más transparente y que el público tenga información accesible. Hará que algunas agencias y países donantes se pongan incómodos», señaló Aidan Cox, el encargado de la elaboración del sitio.

Este mecanismo también supone presión para los gobiernos de los países que están recibiendo la asistencia, explicó a IPS.

«Es como una suerte de guardián para vigilar los detalles de cada proyecto existente», señaló.

Bases de datos como éstas podrían transformar la política internacional de asistencia al desarrollo, dijo a IPS el asesor de respuestas a desastres en Asia ante la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, Terje Skavdal.

«Antes medíamos las donaciones pero no los gastos, y tampoco el tiempo en que se hacían esos gastos», subrayó.

El sistema se había usado por primera vez y con buenos resultados en el seguimiento de la ayuda para la reconstrucción de Afganistán. También en aquella oportunidad se revelaron «grandes discrepancias» entre lo prometido por la comunidad internacional y los montos finalmente invertidos.

Los altos mandos militares de Estados Unidos admitieron entonces que el gobierno afgano, gracias al sitio del PNUD, tenía mejor información sobre lo que se estaba haciendo que el propio gobierno de George W. Bush, señaló Cox.

El ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2001), enviado especial de la ONU para la recuperación de las zonas afectadas por el tsunami, apoyó en su momento la creación de la base de datos.

«Estoy convencido de que ayudará mucho a facilitar nuestros esfuerzos colectivos para aumentar la transparencia y la responsabilidad, así como a garantizar una mayor coherencia en el proceso de recuperación», sostuvo en una ocasión.

Antes de que se cumpliera un mes del maremoto, la ONU hizo un pedido urgente de ayuda por 1.300 millones de dólares, que recibió una respuesta de 94 por ciento. A comienzos de este mes, el foro mundial confirmó que hasta ahora se hicieron promesas de donaciones por 11.000 millones de dólares.

Indonesia es el país al que se ofreció más (6.500 millones de dólares), seguido por Sri Lanka (2.810 millones).

Adaptar la información del sitio en Internet es todo un desafío. Rachel Perera, encargada de seguir el rastro de la ayuda a Sri Lanka, admitió que podía haber vacíos y errores.

No obstante, «la base de datos es una herramienta importante para vigilar el trabajo realizado en el mismo terreno», dijo a IPS en una entrevista telefónica.