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Proponen usar oro del FMI para condonar deuda de países pobres

Fuentes: EFE

El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene reservas de más de 3.000 toneladas de oro que no usa, por lo que varias organizaciones humanitarias proponen vender una parte para ayudar a los países más pobres ahogados por la deuda.El FMI, una agencia de las Naciones Unidas, cuenta con el tercer mayor depósito de oro del mundo, […]

El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene reservas de más de 3.000 toneladas de oro que no usa, por lo que varias organizaciones humanitarias proponen vender una parte para ayudar a los países más pobres ahogados por la deuda.

El FMI, una agencia de las Naciones Unidas, cuenta con el tercer mayor depósito de oro del mundo, tras el de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Bundesbank alemán.

Varias organizaciones humanitarias quieren que en lugar de que los lingotes creen telarañas en cámaras acorazadas una parte de ellos se venda para condonar la deuda de los países más pobres.

La idea no ha sido descartada por Estados Unidos, según indicó a EFE una fuente oficial que pidió el anonimato.

Por su parte, el ministro de economía británico, Gordon Brown, ha propuesto revalorizar los lingotes, la mayoría de los cuales están tasados a unos 51 dólares por onza, el precio del oro en 1971.

En los libros de cuentas del FMI el valor total de la reserva está calculado en 8.500 millones de dólares, pero en el mercado sería de 42.200 millones, según cálculos del propio organismo.

La corrección de este desequilibrio pondría a disposición del Fondo recursos para cancelar gran parte de la deuda de los países más pobres del planeta, como Bolivia, Nicaragua, Honduras, Haití, Senegal o Madagascar.

Lo que puede parecer un truco contable para el FMI, supondría un balón de oxígeno para estas naciones, que junto a otras 21 integran la iniciativa de ayuda a Países Pobres Altamente Endeudados (HIPC, en inglés).

Por ejemplo, Zambia pagará más al FMI este año por préstamos antiguos que lo que gasta en educación para una población con un índice de analfabetismo del 20 por ciento, según denuncia la organización humanitaria Oxfam.

Esta asociación apoya una revaluación «de por lo menos parte del oro» del FMI, según explicó Max Lawson, un experto en el tema de Oxfam.

Por su parte, Jubilee USA, otra organización no gubernamental, propone la venta de lingotes.

Un funcionario del Fondo confirmó a EFE que este organismo «tiene conocimiento de estas propuestas», pero aún no ha adoptado una posición al respecto porque deben ser evaluadas por sus miembros.

Sin embargo, en el seno del FMI, cuya tarea es garantizar la estabilidad del sistema financiero mundial, se teme que la venta de oro desequilibre el mercado de ese metal.

Además, en un documento publicado este mes, afirma que la institución debería seguir guardando «una cantidad relativamente grande de oro» para reaccionar a posibles eventualidades.

Sus 184 miembros sopesarán esas inquietudes con las necesidades de los países pobres durante la Asamblea Anual conjunta del FMI y el Banco Mundial, que se celebrará los próximos 2 y 3 de octubre.

EEUU ha propuesto que las agencias multilaterales de crédito perdonen de una vez lo que les deben los 27 países que participan en el programa HIPC, que en ocho años de existencia sólo ha cancelado un tercio de los 110.000 millones de dólares de deuda, la cual pretendía eliminar totalmente.

Sin embargo, la pregunta clave es quién pagará por ello, pues Washington no ha propuesto que los países ricos aporten más fondos para paliar la pérdida de recursos que para esos organismos conlleva el plan.

La venta o revaluación del oro del FMI sería una solución que podría agradar a casi todos, pues condonaría una gran parte de la deuda sin que los donantes tengan que aflojar el bolsillo, según analistas.

La última vez que el Fondo vendió lingotes fue hace 24 años. En 1999 ajustó el valor de 12,9 millones de onzas de oro, de los 103,4 millones que posee, y con los beneficios financió su participación en el programa HIPC.

Su reserva es un vestigio del patrón oro, un régimen de convertibilidad que funcionó hasta 1971 y del cual el FMI era el guardián.

Estos recursos perdieron su función una vez que el entonces presidente de EEUU, Richard Nixon, eliminó la paridad fija del dólar con el oro, y han sido usados muy raramente desde entonces.