(1’43» / 405 Kb) – Durante la última semana, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) realizó una serie de movilizaciones para denunciar los problemas del campo brasileño y proponer alternativas. Aunque los grandes vehículos de comunicación hayan preferido criminalizar al Movimiento, en lugar de exponer y discutir sus reivindicaciones, las propuestas levantadas […]
(1’43» / 405 Kb) – Durante la última semana, el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) realizó una serie de movilizaciones para denunciar los problemas del campo brasileño y proponer alternativas. Aunque los grandes vehículos de comunicación hayan preferido criminalizar al Movimiento, en lugar de exponer y discutir sus reivindicaciones, las propuestas levantadas por el MST se aproximan a las propuestas recientes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
EL último día 15, fueron divulgadas las conclusiones del Informe Internacional sobre Ciencia y Tecnología Agrícola para el Desarrollo, promovido por la ONU. Así como denuncia el MST, el documento apunta que el actual modelo de la agricultura, impulsado por la llamada Revolución Verde, aumentó mucho la productividad en el campo, sin embargo, no fue capaz de impedir que más de 800 millones de personas continúen pasando hambre en el mundo.
El informe, tal como lo hace el MST, también criticó los incentivos al desarrollo de productos transgénicos y agrocombustibles.
El director general de la ONU para la Agricultura y la Alimentación, Jacques Diouf, en un artículo publicado el último día 13, enfatizó la necesidad de «garantizar la tierra, el agua y los demás recursos naturales para los millones de agricultores, campesinos, indígenas, comunidades tradicionales, que todos los días producen la comida que alimenta a la sociedad». Para Diouf, es el papel del Estado promover estas oportunidades.