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Protesta contra la presa del Rio Madeira

Fuentes: Adital

Desde las calles de Porto Velho a la puerta de la sede de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), en Brasilia, innumerables damnificados por represas, sin-tierras, pequeños agricultores e integrantes de los movimientos sociales protestaron en la mañana del día 10 contra el remate de la Usina Hidroeléctrica Santo Antônio, la primera hidroeléctrica del […]

Desde las calles de Porto Velho a la puerta de la sede de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), en Brasilia, innumerables damnificados por represas, sin-tierras, pequeños agricultores e integrantes de los movimientos sociales protestaron en la mañana del día 10 contra el remate de la Usina Hidroeléctrica Santo Antônio, la primera hidroeléctrica del Complejo del Río Madeira (Rondonia). La obra del Complejo, estimada en 43.000 millones de reales, va a inundar 500 kilómetros cuadrados de tierras y afectar a cerca de 10 mil familias.

En Brasilia, cerca de 300 militantes de los movimientos sociales protestaron frente a la sede de la Aneel antes del comienzo del remate, realizado a puertas cerradas, que fue ganado por el consorcio Madeira Energía -entre los miembros del consorcio están Odebrecht y Furnas Centrales Eléctricas. El acto pacífico fue violentamente desalojado por el batallán de operaciones especiales de la Policía Militar, que detuvo a siete manifestantes.

Desde allá, los participantes del acto se fueron al Ministerio de Minas y Energía (MME) a protocolar dos manifiestos: uno contra la Venta del Río Madeira, y el otro de apoyo al ayuno de Don Luiz Cappio, en defensa del río São Francisco.

En el manifiesto protocolado hoy en el MME, el Movimiento de Damnificados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués) dijo que el remate de la Usina de Santo Antônio, en realidad, representa la privatización de parte de la Amazonia. «Para impedir que el Río Madeira sea vendido y la Amazonia saqueada», el MAB, en cooperación con varias entidades y movimientos sociales, lanzó la campaña «levántese contra la venta del Río Madeira. En defensa de las comunidades damnificadas y de la Amazonia».

En la capital de Rondonia, más de mil manifestantes, contra la venta de la concesión del aprovechamiento energético de la hidroeléctrica, salieron por la Avenida Carlos Gomes, pasaron por el Palacio del Gobierno, y fueron hasta la plaza Jonas das Pedrosas -centro comercial de Porto Velho-, donde realizaron un gran acto político.

Ayer, 100 militantes de Vía Campesina fueron a Porto Velho, a presentar a la población el resultado de un estudio sobre el modelo energético brasilero y los impactos de las grandes hidroeléctricas. «El pueblo estaba ajeno al debate de la energía. Ahora, estamos percibiendo la adhesión y la solidaridad de los trabajadores y trabajadoras contra la privatización de los ríos» afirmó Josivaldo Oliveira, de la Coordinación Nacional del MAB.

Para el MAB, el Complejo del Río Madeira, ubicado en la frontera de Brasil con Bolivia, es parte del proyecto de las multinacionales interesadas en apropiarse de los recursos naturales, energéticos y financieros de nuestro país y sirve sólo para la acumulación de riquezas en las manos de grandes empresas nacionales y multinacionales las cuales no poseen ningún compromiso con el pueblo brasilero.

El progreso y desarrollo, prometidos a las poblaciones locales, según el MAB, «es falso y nunca llega para quienes más lo necesitan». Y agregó además que lo que se ve «es una brutal destrucción de la naturaleza y el aumento de la pobreza, especialmente de las poblaciones locales, así como, de los trabajadores que después de las obras realizadas son relegados a su propia suerte».

Complejo del Río Madeira

El plan del Complejo Río Madeira prevé la construcción de las hidroeléctricas de Santo Antônio, Jirau, Guajará y Cachoeira Esperança; la construcción de esclusas, hidrovías y de una gran línea de transmisión de energía que va de Porto Velho hasta San Pablo.

Según cálculos del MAB, basado en el precio de la energía en el mercado internacional, los dueños de las represas de Santo Antônio y Jirau van a facturar en promedio R$ 525.000 mil por hora, con la venta de la energía proveniente de esas represas.

Traducción: Daniel Barrantes – [email protected]