Aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) anuncie que la recuperación en 2010 de la región será más rápida de lo previsto, con un crecimiento estimado de 4,1%, lo cierto es que la crisis capitalista que aun subsiste, ha representado varios años de atraso económico y social para toda la zona. […]
Aunque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) anuncie que la recuperación en 2010 de la región será más rápida de lo previsto, con un crecimiento estimado de 4,1%, lo cierto es que la crisis capitalista que aun subsiste, ha representado varios años de atraso económico y social para toda la zona.
No se necesita ser un experto para comprender que después de varios semestres de recesión, la recuperación es muy lenta, máxime cuando las inversiones de capitales no llegan a los países y todavía la principal economía del mundo, Estados Unidos, se encuentra sumida en una crisis que abarca los sectores inmobiliarios, financieros, y económicos.
Algunos funcionarios oficiales y organismos dirigidos desde Estados Unidos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) aseguran que la crisis en esa nación está llegando a su fin.
Datos oficiales lo contradicen pues el desempleo alcanza a más de 10 % de la población económicamente activa; el déficit fiscal sobrepasa los 455 000 millones de dólares, el más alto desde la fundación del país; cerca de cinco millones de núcleos familiares están en peligro de perder sus viviendas, y existen señales de que una nueva crisis, la de tarjetas de créditos, estalle en un futuro cercano al no poder los consumidores sufragar los empréstitos adquiridos.
Según la CEPAL, la recuperación en 2010 en la región será más rápida de lo previsto, pero la contracción en 2009 superará lo anticipado inicialmente: -1,8%, lo que implica que el PIB por habitante caerá -2,9%.
En aras de contrarrestar los positivos augurios, la organización puntualizó que persisten dudas sobre si el desempeño será sostenido en el tiempo, ya que el escenario externo aún genera incertidumbre y podría afectar las expectativas de crecimiento.
En sus proyecciones, la CEPAL señala que la reactivación será más notoria en América del Sur y Centroamérica (excluyendo a México) que alcanzaría en 2010 tasas de crecimiento de 4,7% y 3,0% respectivamente, mientras en el Caribe el repunte sería de 1,8%.
En esa perspectiva, Brasil encabeza la lista de los países que más crecerán, con una expansión estimada de 5,5%. Le seguirán Perú y Uruguay (5%); Bolivia, Chile y Panamá (4,5%), mientras que Argentina y Surinam llegarán a 4,0%.
A México le augura 3,5%, al igual que costa Rica y República Dominicana; a Cuba, Ecuador y Paraguay, 3%; Colombia, 2,5% y El Salvador 2%.
La secretaria ejecutiva de ese organismo, Alicia Bárcena enfatizó que México caerá este año -6,7% pero que se recuperará con un positivo 3,5% en el 2010.
Al parecer la funcionaria no ha tomado en cuenta que el 80% del comercio mexicano esta supeditado a Estados Unidos y si el gigante norteamericano no sale del bache, como indican muchos analistas, todas las cifras alentadoras se irán a pique.
En México más de la mitad de su población se encuentra en estado de pobreza y los programas sociales son insuficientes. La mayoría de los aztecas no tienen seguros sociales ni posibilidades de acceso a la educación y la atención médica. Con la actual crisis, esa situación se ha agudizado.
Lo mismo sucede en países como Colombia, Perú, Guatemala, El Salvador, por citar algunos, en los que el desempleo y la miseria han acompañado durante años a sus habitantes debido a las políticas neoliberales adoptadas por diferentas administraciones y que ahora, tras la crisis mundial, se ha empeorado.
Un reciente informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) denunció que a pesar de que América Latina es una región exportadora, el alza de los precios de los alimentos y los combustibles ha provocado nueve millones más de pobres y hambrientos en la región y un retroceso de la situación que ya padecía a comienzos del siglo.
La FAO añadió que la crisis de los dos últimos años ha elevado a 51 millones el números de personas que viven en la miseria y a casi 200 millones la cifra de pobres.
En su análisis, el organismo de la ONU señala que la región tiene un superávit de alimentos pero que la desigualdad en la distribución de ingresos dificulta el acceso a éstos de muchas familias.
Por último, la FAO señala que la situación podría empeorar aún más debido a la inflación y a una posible recesión o desaceleración del crecimiento económico.
Como he expresado en varios artículos, el crecimiento del PIB no mide, en muchas ocasiones, la satisfacción de las necesidades que pueda tener la mayoría de la población.
Como ejemplo se puede poner a Perú que durante los últimos siete años el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció entre 6 y 8%, pero las ganancias fueron a las manos de los ricos y de las transnacionales.
Actualmente, de los cerca de 30 millones de habitantes, el 70% de la población peruana se encuentra en la pobreza.
En contraposición diferentes políticas a favor del bienestar de sus poblaciones han asumido los integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) que han puesto pleno interés en resolver las carestías sociales de sus habitantes, al impulsar el desarrollo económico nacional sin agresivas políticas de libre comercio y privatizaciones.
Veremos si al final del 2010 las cifras ofrecidas por la CEPAL han podido ser alcanzadas y si esos números fríos se corresponden con la satisfacción de las necesidades de sus pueblos.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.