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La inmunidad de los medios de comunicación españoles niega el derecho constitucional de la ciudadanía a estar debidamente informada

Público miente impunemente sobre Venezuela

Fuentes: Tercera Información

Hace tres días Público publicó una noticia en su portada principal que bien podría haber sido leída en Libertad Digital. La noticia titulada «Crisis y rencillas internas amenazan al chavismo» pone de manifiesto que cuando la verdadera izquierda llega al poder y amenaza los privilegios de los grandes empresarios a favor de los ciudadanos, los […]

Hace tres días Público publicó una noticia en su portada principal que bien podría haber sido leída en Libertad Digital. La noticia titulada «Crisis y rencillas internas amenazan al chavismo» pone de manifiesto que cuando la verdadera izquierda llega al poder y amenaza los privilegios de los grandes empresarios a favor de los ciudadanos, los medios progresistas como Público se unen a la derecha y a la ultra-derecha en defensa del modelo neoliberal que tan bien llena las cuentas bancarias de los dueños de esos medios.

En unas líneas más propias de un relato de ciencia ficción, el periódico nos pinta un presente apocalíptico en Venezuela, donde los venezolanos no apoyan a Chávez, los propios cuadros del PSUV lo abandonan, en el que Chávez está desesperado rogando a Dios una solución y cambiando ministros para salir desesperadamente del atolladero. Todo está mal por la pésima gestión del presidente Chávez y así lo creen los venezolanos, es el resumen de la noticia que nos ofrece Público.

El texto comienza así, «Venezuela disfruta de las vacaciones forzosas decretadas por Hugo Chávez ante la «emergencia eléctrica» que sufre el país. Pero ni siquiera la Semana Santa ha apaciguado el terremoto que sacude las entrañas de la Revolución Bolivariana.»

Público sacó estas líneas a la luz un día después de que los días de asueto decretados por el presidente Chávez (o «vacaciones forzosas» como las llama el neoliberal periódico) llegasen a su fin. Su vocación manipuladora se observa claramente aquí cuando miente al decir que aún continúan esas vacaciones cuando ya acabaron. El hecho de llamar «vacaciones forzosas», marcando el concepto antidemocrático de «obligación», a unas fiestas de las que nadie se ha quejado y cuyo fin es el de paliar los efectos de la mayor sequía en Venezuela de los últimos 50 años, sólo prueba las ansias del diario en erosionar aún más la figura del máximo representante del pueblo venezolano.

Público justifica la parte de su titular que se refiere a las «rencillas internas» en dos personas, Alberto Müller Rojas y Henri Falcón.

- Sobre Müller Rojas el periódico escribe, «El proceso revolucionario está pésimo. Es rara la vez que el presidente me oye». Quien así habla no es un dirigente de la oposición. Alberto Müller Rojas, ex vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y su máximo responsable durante años, ha unido su voz al rosario de críticas de las últimas semanas.»

Alberto Müller Rojas es un veterano político y militar de Venezuela que ha ejercido cargos públicos muchos años antes de la llegada de Chávez a la escena política venezolana, como la gobernación del Territorio Federal Amazonas, que ahora son de elección popular, pero antes eran designados arbitrariamente por el presidente de turno. Enorme déficit democrático no señalado por ninguno de los medios de comunicación que ahora claman contra el gobierno que ha acabado con la figura del senador vitalicio y redacta las leyes junto con el pueblo además de poner todos los cargos públicos en manos de los ciudadanos venezolanos mediante el referéndum revocatorio.

Desde que llegó la revolución Müller Rojas no ha desempeñado ningún cargo público o designado en la administración pública del estado de gran importancia. Fue embajador de Venezuela en Chile unos meses entre 1999 y 2000, encargado de la campaña por la reforma constitucional y durante un escaso año vicepresidente primero del PSUV.

Ahora según leemos en Público se va del PSUV debido a una pataleta política, «es rara la vez que el presidente me oye». No se encuentra otra explicación por parte del ex vicepresidente primero del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en el texto que publica el periódico. Sí la encontramos en cambio en Aporrea, sitio web donde se publicó en exclusiva la última entrevista que Rojas dio a un medio de comunicación para explicar su retiro de la arena política. En la entrevista se puede leer otro argumento, «Estamos cambiando un internacionalismo, que es la característica de las revoluciones, por un nacionalismo pequeño burgués que no representa las expectativas de la sociedad». Estas palabras de Müller Rojas vienen después de las expropiaciones de supermercados privados por manipular el precio de los alimentos, que están siendo dados a las cooperativas de trabajadores, justo en el momento en que la solidaridad entre pueblos, propia del internacionalismo, se observa en las actuales relaciones entre Venezuela y Haití. Cosas totalmente contrarias a los intereses de la burguesía. Diametralmente opuestas a las acciones de los gobiernos burgueses que anteriormente gobernaban Venezuela o que hoy gobiernan países del entorno de Venezuela como Colombia, cuyo presidente no ha aportado nada para la reconstrucción de Haití.

Público habla de un «rosario de críticas» interno pero leyendo la noticia no nos encontramos con ninguna más.

- En cuanto a Henri Falcón el periódico escribe, «La deserción de Henri Falcón. Las convulsiones y deserciones en el PSUV tienen nombre propio: Henri Falcón, el gobernador más popular, compañero de travesía bolivariana durante 14 años, abandonó el partido para alistarse en Patria Para Todos (PPT).

En pocas horas, Falcón pasó de héroe a villano. «Henri, fascista, no eres socialista», le cantaron en una reunión. Y eso que el PPT es un partido aliado. «Es que él nunca fue un verdadero socialista», insistió a Público Ana Elisa Osorio, destacada dirigente del PSUV. «Se negó a tocar los intereses de la oligarquía. Él no apoyó las expropiaciones».

No deja de resultar desternillante que en la propia entrevista sobre Müller Rojas que cita Público encontremos estas palabras de Rojas hablando de Henri Falcón cuando fue preguntado sobre cuánto peso tenía Falcón en el PSUV, «Ninguno. Es más, para las elecciones regionales del 2008 nunca creí en los candidatos que tuvieran el apoyo de dos partidos. A él (Henri Falcón) (…) nunca lo vi como miembro del PSUV. Es absurdo que una persona que pertenezca a una organización política tenga otra paralela que la apoye».

Parece que Público sólo saca de cada sitio lo que más le conviene, aunque para ello caiga en el fangoso terreno de la mentira y la manipulación. Henri Falcón fue uno de los pocos cargos públicos bolivarianos que apoyó el golpe fascista del año 2002, fue entonces cuando dejó de ser el «héroe» que sólo Público se atreve a señalar sin dar pruebas de que Falcón haya sido sustancial para la Revolución Bolivariana; y al no apoyar las expropiaciones alineándose con la oposición venezolana defendiendo los intereses de la burguesía es cuando dejó de ser «compañero». Por ello no causa sorpresa el abandono de Henri Falcón, era algo anunciado desde hace mucho tiempo atendiendo a sus actos, más propios de un opositor de Un Nuevo Tiempo que de un revolucionario del PSUV, que no tiene nada que ver con la situación catastrófica que inventa Público.

En apoyo a Henri Falcón el diario español saca las declaraciones de un antiguo asesor de Hugo Chávez que dejó de serlo cuando sus consejos empezaron a ser más efectivos para un gobierno socialdemócrata que para uno socialista, Heinz Dieterich. Leemos que «Muy distinto piensa Heinz Dieterich, creador del concepto de socialismo del siglo XXI y antiguo gurú de Miraflores (ahora sustituido por el británico Alan Woods, defensor del marxismo). Dieterich hizo público su desamor, en una entrevista para El Nacional, defendiendo «el acto de civismo y de valor» de Falcón. «Si un funcionario piensa que el modelo de gobierno genera desastres, si ve que viaja en unTitanic y el capitán no ve el iceberg, está obligado a asumir su responsabilidad». El intelectual europeo, que critica el mimetismo de Chávez con el régimen cubano, destacó que «la devaluación del bolívar fue un desastre. El racionamiento eléctrico es otro ejemplo. Se necesita gente técnica y con la autonomía moral para decir no al presidente».

En este párrafo ya aparece cuál es el verdadero problema, «el marxismo». Más adelante observaremos más críticas hacia este concepto.

Dieterich, que ya ha vaticinado varias veces sin acierto la caída del gobierno que dirige Chávez, se encuentra cómodo repitiendo los argumentos de la oposición derechista y apoyando al sector neoliberal minoritario de la revolución venezolana desde las páginas de los periódicos de los grandes empresarios venezolanos.

Henri Falcón es un ejemplo de ese pequeño sector neoliberal que defiende Heinz Dieterich. Esa corriente más afín al modelo capitalista se sumó al movimiento de Chávez para no perder cuota de poder, y ahora lo abandona porque se democratizan los medios de producción y que los trabajadores no tengan patrón es algo que una democracia no puede permitir. Una cosa es perder cuota de poder y otra muy diferente que la oligarquía a quienes ellos representan pierda beneficios a favor del pueblo.

Heinz comenta la valentía de Falcón, que vio el icebreg contra el que el trasatlántico del capitán Chávez va a colisionar de un momento a otro. Siendo el iceberg el apoyo a los empresarios que aumentan los precios de los alimentos básicos para ganar dinero con la necesidad de los ciudadanos, no hace falta decir la posición ideológica actual del pensador alemán. Apoyar a quienes hacen fraude buscando mayores beneficios para los corruptos es lo que se debería haber hecho según Heinz y según Falcón.

Heinz también critica las relaciones estrechas entre Cuba y Venezuela, las cuales han desembocado en una mejora sustancial del Sistema Público de Salud Venezolano, el fin del analfabetismo y un comercio justo que beneficia no sólo a los pueblos de esos países, sino también a todo el mundo mediante el ALBA. Ejemplos de ello son los millones de ciudadanos del mundo operados gratis de la vista, los materiales, alimentos, medicinas, carpas… necesarios para vivir dignamente después de un terremoto, ya sea en Haití o en Perú o los proyectos por los que campesinos de Honduras o Nicaragua pueden ahora trabajar entre otras iniciativas.

Actuando como portavoz de la oposición fascista, Heinz habla de la devaluación del bolívar, que por ahora ha permitido una bajada de la inflación, el aumento de los salarios y de la producción interna venezolana, lo que ha llevado a un incremento de las exportaciones. Todo esto está garantizando en época de crisis el mantenimiento del gasto social y el impulso de la industria venezolana.

El racionamiento eléctrico también es criticado por Heinz de la misma forma que la oposición; ocultando los hechos. Hasta el mismo Público admite que Venezuela sufre la peor sequía en los últimos 50 años. Siendo la repesa de El Guri el mayor aporte energético de Venezuela -abastece al 70% de la población- la que sufre los efectos de esta sequía, ¿cuál es la solución que debería tomar el gobierno bolivariano? No lo sabremos leyendo público ni a Heinz Dieterich, que se conforman con criticar ocultando datos y sin proponer soluciones.

El nuevo ataque al marxismo lo leemos en el siguiente párrafo, «estas discrepancias retratan el actual momento de la Revolución. «Es un modelo autocrático, hegemónico y marxista, decidido por él», afirma sin rubor Ismael García, líder del opositor Movimiento Por la Democracia Social (Podemos). «Venezuela se salió del rumbo de la democracia», insiste García, quien acompañó a Chávez durante ocho años e incluso capitaneó a los 300 hombres que retomaron Miraflores tras el golpe de Estado de 2002. «Yo sí soy un revolucionario, yo sí soy de izquierdas; Chávez no. Él ha traicionado a la Revolución», añade.»

Ismael García, acusado de desfalco, es líder del neoliberal PODEMOS (Por la Democracia Social) y diputado venezolano gracias a que se presentó con la tarjeta de votación del anterior partido de Chávez, el Movimiento V República (MVR), en 2005. Su partido realizó una estrategia similar cuando se aprovechó de los votos recibidos por apoyar a Chávez para después pasarse a la oposición en cuatro gobernaciones venezolanas en el año 2004. En las siguientes elecciones, las regionales de 2008, el partido casi desaparece por no haber recibido apenas votos, ni siquiera en las cuatro gobernaciones que estafaron a sus votantes.

García, enlaza el marxismo con lo antidemocrático, cuando precisamente y gracias a la teoría marxista de la democracia participativa, es ahora cuando el pueblo puede echar a cualquier cargo público mediante el referéndum revocatorio, cuando participa en la elaboración de las leyes, cuando tiene el derecho de una vez al año exigir cuentas a sus cargos públicos y cuando los ciudadanos organizados gestionan las obras públicas, la acción de la policía, desarrollan proyectos necesarios para la comunidad con una partida económica o planifican la sanidad junto con los médicos, entre otras labores.

Además dice que Chávez ha sido quién ha decidido por su cuenta este sistema, cuando durante su gobierno ha habido más elecciones que en más de medio siglo anterior, muchas de ellas para que el pueblo decidiera si se avanzaba o no en esas reformas para transitar al socialismo.

García, que no capitaneó a nadie más que a su partido hacia la oposición, sigue casualmente la tónica contradictoria de este artículo y los que son citados en él. Arremete contra el marxismo y se llama a sí mismo revolucionario, cuando dice abiertamente no profesar la principal teoría que sustenta ideológicamente a quienes luchan contra el modelo de la derecha: el capitalismo, hoy en fase neoliberal. Además añade que Chávez ha traicionado a la revolución, cuando es él quien se unió libremente a la oposición derechista y se muestra en contra de las medidas de izquierdas que lleva a cabo el ejecutivo venezolano.

En esta noticia el periódico español no escatima en opiniones, y da las de Teorodo Petkoff, «por debajo de Chávez existen las típicas rencillas de cualquier partido», analiza para Público Teodoro Petkoff, líder intelectual de la oposición. «Son disputas buscando el favor del caudillo. No se discuten las ideas».

El delfín Diosdado Cabello capitanea el grupo político y económico más poderoso. El canciller Maduro y su mujer, la presidenta del Parlamento, lideran otro. Frente a ellos, los ministros económicos, Alí Rodríguez y Rafael Ramírez. Y en Caracas, el alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, por un lado, y Freddy Bernal, ex primer edil, enfrentados a muerte. «Todos están por debajo de Chávez, ninguno se atrevería a discutir su poder», desvela Petkoff.»

Teodoro Petkoff es el Pío Moa venezolano. Ambos en su juventud militaron en el Partido Comunista, uno en el de España (PCE) y otro en el de Venezuela (PCV). Ambos formaron parte de movimientos armados, y ahora los dos son pensadores de la derecha más radical.

La verdad es que Petkoff lleva siendo de derechas mucho antes de que Chávez llegase al poder mediante las urnas. Ya en 1989 siendo candidato presidencial de su partido Movimiento Al Socialismo (MAS) calló, cómplice de Carlos Andrés Pérez cuando éste masacró a los caraqueños que salieron a la calle a protestar desesperados por una vida de miseria contra las medidas económicas que el gobierno venezolano implementó siguiendo el dictado del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa jornada sangrienta se recuerda como «El Caracazo».

Más adelante, siendo parte del gabinete presidencial del ex presidente Rafael Caldera y el jefe de su política económica, Petkoff se dedicó tan profusamente a privatizarlo todo que diversos medios de comunicación llegaron a decir que «Venezuela está en venta». Sus medidas favorecieron una inflación que superaba ampliamente el 60% y la pobreza abarcó a casi el 70% de los venezolanos. Que el total de los beneficios del petróleo fueran a parar, con jugosos privilegios, a empresas privadas estadounidenses fue responsabilidad suya. Incluso entregó el sistema informático de Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) a la CIA.

No es de extrañar que Petkoff acuse de disputas internas sin ninguna prueba a los responsables de revertir este orden de pobreza, violación a la sobernía nacional, miseria y represión que Petkoff se esforzó en conseguir durante el gobierno de Rafael Caldera. El Gobierno Bolivariano de Venezuela no sigue los dictados del FMI, ha nacionalizado el petróleo y da sus recursos a la gente en peor situación económica y además está reparando la memoria de los caídos durante el caracazo. Justo lo contrario que hizo Teorodo Petkoff.

Las acusaciones de Petkoff, carentes de pruebas que demuestren sus palabras no se sostienen. ¿Cómo sabe él de esos enfrentamientos internos? ¿Cómo sabe que nadie se atreve a llevar la contraria a alguien como Chávez que basa sus decisiones en amplios debates y consensos de la militancia del PSUV? A Público no parece importarle la falta de fundamento en las terribles acusaciones de Petkoff, sólo le interesa una voz que diga lo que quieren oír. Poco importa la verdad cuando se trata de acabar con un presidente que no se somete a los intereses de las grandes empresas. Al fin y al cabo lo más importante en el capitalismo, sea cual sea la fase, es el dinero. Sino que se lo pregunten a Manuel Fuentes, alcalde de Izquierda Unida (IU) de Seseña.

Público continúa con la manipulación en el siguiente párrafo de su texto, aunque de una manera bastante más cutre, si es que es posible. Se puede leer que, pasa «todo esto cuando faltan cinco meses para las elecciones parlamentarias y las encuestas castigan la línea de flotación del chavismo: el 60% de la población atribuye la crisis eléctrica a la falta de planificación del Gobierno y el 66% considera sus medidas poco acertadas. En un solo año, Chávez ha perdido 13 puntos de popularidad, según Datanálisis.»

Al escribir al final de la frase «según Datanálisis» se deja en la absoluta ambigüedad si los dos primeros datos son también de esta encuestadora privada, y si no lo son, ¿de quién son?

Resulta que sólo el último dato, el referido a la popularidad del presidente Chávez es de un estudio que realizó Datanálisis para unos «clientes privados» que podrían tener algún tipo de interés en conseguir esos datos avalada por una encuestadora para sacarlos en sus medios de comunicación para continuar con esta campaña de descrédito hacia Chávez, quién sabe. Desde luego Público debe saberlo porque no puede cometer mayor contradicción al decir en la misma noticia, sólo unas líneas más abajo que, «A pesar de los problemas, Chávez mantiene un alto apoyo popular». ¿En qué quedamos?

Algo que da que pensar es que digan que baja 13 puntos y no comenten en qué punto estaba anteriormente y en cuál está ahora después de perder esos 13 puntos. Puede ser porque el mismo estudio de Datanálisis comenta que Chávez sólo bajó 4 puntos.

Con respecto a los otros datos que da el periódico español son sacados del periódico controlado por la oposición de ultra-derecha cubana asentada en Miami, El Nuevo Herald. Este periódico se hace eco de un estudio efectuado por la firma privada Keller & Asociados.

Keller y Asociados es una encuestadora conocida por fallar siempre a favor de la oposición en las encuesta que hace. En las presidenciales venezolanas del año 2006, Keller y Asociados le dio un enorme 48% al derechista Manuel Rosales y un exiguo 52% a Hugo Chávez. La realidad mostró la falta de credibilidad de la encuestadora privada: Manuel Rosales apenas superó el 36% mientras que Chávez obtuvo cas el 63% de los votos en unas elecciones que según la Unión Europea (UE), la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter (CC) entre otros señalaron la transparencia de las elecciones.

Esta misma situación se repitió varias veces, dejando en ridículo a Keller y Asociados frente a otras encuestadoras que sí se acercaron a los resultados como las privadas IVAD y GIS XXI. Por ejemplo en las pasadas elecciones regionales de 2008 Keller y Asociados adelantó la victoria de la oposición frente a los revolucionarios, concretamente un 38% frente al 34%. Finalmente la posición se quedó sin llegar el 40% y la revolución se alzó con el 60% de los votos.

Con estos antecedentes es normal que Público no se atreva a poner de dónde han salido esos datos, porque pierden toda credibilidad.

Continuando con la noticia leemos que, «pero antes de que llegue el 26-S, Chávez tendrá que apaciguar el torrente de críticas internacionales tras la detención de tres opositores. Dos de ellos el ex candidato presidencial Oswaldo Álvarez Paz, quien permanece en prisión, y el presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga, por unas declaraciones públicas. Y el tercero, Wilmer Azuaje, primer diputado que pierde su inmunidad en 11 años, tras un incidente confuso con una policía. Azuaje militó en el chavismo hasta que denunció la corrupción y el nepotismo de la familia Chávez en Barinas.»

Alberto Müller Rojas, citado anteriormente en esta noticia por el interés de Público, dijo en la misma entrevista de la que Público se ha hecho eco en la parte que le interesa que en Venezuela no hay ni presos políticos ni políticos presos, «lo que hay es delincuentes presos».

Sobre esos tres opositores a los que se refiere Público conviene citar la información publicada por Tercera Información hace pocos días en un artículo que también desmiente las informaciones de Público sobre Chávez, «Oswaldo Álvarez Pérez difamó al gobierno que lidera Hugo Chávez en el programa Aló Ciudadano de Globovisión al asegurar que «Venezuela se ha convertido en un centro de operaciones que facilita los negocios del narcotráfico» sin aportar ni una sola prueba de sus afirmaciones, lo que constituye un delito de difusión de información falsa. Además Pérez llamó a delinquir desde las plataformas comunicativas privadas.

Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, es otro de los «presos políticos» que están denunciando los medios de comunicación de masas. Lo que no dicen en sus informaciones es que Zuloaga comentó en una reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa que Chávez fue el responsable de los asesinatos sucedidos durante el golpe de estado de 2002, cuando está demostrado que fueron los mismos golpistas quienes los cometieron. El presidente de Globovisión dijo concretamente que Chávez «le mandó a disparar y a echar plomo» a una multitudinaria manifestación. Zuloaga tampoco aportó pruebas para las fuertes acusaciones que pronunció, por lo que violí el artículo 396 del código penal venezolano, que establece que, «Todo individuo que por medio de informaciones falsas difundidas por cualquier medio impreso, radial, televisivo, telefónico, correos electrónicos o escritos panfletarios, cause pánico en la colectividad o la mantenga en zozobra, será castigado con prisión de dos a cinco años».

Por último el diputado Wilmer Azuaje pegó con violencia a una funcionaria pública sin motivo, por lo que perdió su inmunidad como miembro del legislativo venezolano después de que por 105 votos a favor, la mayoría de los diputados así lo considerasen..»

Como último párrafo de la noticia leemos otra barbaridad, «¿Llegará la calma tras la tempestad? Eso busca Chávez, quien conserva muchos amigos, tanto dentro como fuera del país. El dictador bielorruso Lukashenko se paseó con él por Venezuela, incluso compartió alguno de los cacerolazos recibidos en marzo por el líder bolivariano.»

Alexander Lukashenko, elegido varias veces con unos porcentajes de voto superiores al 80% y que mantiene a su país con el índice de pobreza más bajo de Europa, el 2%, es un dictador. Sin tapujos Público se destapa como juez que decide qué es democrático y que no. A juzgar por estas informaciones parece que sus valoraciones se basan en si lo juzgado es rentable o no. Y Lukashenko al igual que Chávez, no lo es. Por su oposición a la OTAN, al Proceso de Bolonia, a la privatización de la sanidad y la educación, por no integrar la «Europa del Capital» como el mismo presidente bielorruso la llama. Además Lukashenko está desarrollando una economía planificada que ha acabado con los latifundios y favorece el desarrollo del país en base al cooperativismo. Entre sus medidas también se incluye haber doblado el salario mínimo varias veces.

Para finalizar esta impune manipulación en forma de noticia, Público nos aporta tres datos en un apéndice bajo este título, «El único país de América Latina que no crece»:

El primero nos habla sobre la recesión económica, dándonos como siempre un único punto de vista, el de los portavoces de las instituciones capitalistas, «La grave crisis eléctrica, que castiga duramente al sistema productivo, amenaza con ahondar la recesión en Venezuela. Según ‘The Economist’, su economía puede caer un 5,6%. En 2009 se desplomó un 4,6%. Todo esto cuando América Latina dejó atrás el impacto de la crisis global. Todos los países crecerán este año, a excepción de Venezuela.»

Mientras según organizaciones internacionales la pobreza aumenta en muchos países de América Latina, en Venezuela baja. Mientras que en Venezuela el paro ha bajado durante este año en casi un 3%, en el resto de los países no sólo de América latina, si no del mundo, ha aumentado. Además el enorme gasto social de Venezuela, un 50% de su Presupuesto Nacional, se ha mantenido mientras que en la mayoría de países del mundo, se está desplomando. Venezuela es uno de los pocos países que ha seguido subiendo el sueldo mínimo y de otros sectores sociales como médicos y maestros durante la época de crisis.

El segundo punto de este curioso apéndice se refiere al petróleo. Erróneamente Público nos dice que «El precio del petróleo sigue en una franja inferior a la presupuestada por el Gobierno (80/100 dólares). Chávez necesita un precio constante y creciente para mantener sus inversiones sociales y para financiar la campaña de las legislativas del 26 de septiembre.»

Las valoraciones del Gobierno Venezolano se ajustaron dos veces al precio del barril de petróleo, ajustando los precios a la baja para garantizar que no se desplomase la economía. La previsión ha sido tan buena que con los precios actuales del petróleo la economía venezolana tiene enormes reservas internacionales y está permitiendo que la inflación baje y los índices sociales favorables sigan manteniéndose positivos. De todas formas el presidente Chávez lleva 11 años impulsando otros sectores de producción para no depender del petróleo, lo que ha logrado que sólo la cuarta parte de la economía venezolana se sustente en el petróleo.

El tercer y último apunte del neoliberal rotativo manipula descaradamente sobre la inflación, «El Gobierno calcula que este año la inflación se mantendrá en niveles similares a 2009. Brasil espera un 4,5%, Colombia, un 2%. Pero los analistas disparan la previsión oficial a un 38/40%, por la devaluación del bolívar.»

No se puede comparar la inflación entre un país y otro sino con los anteriores niveles del mismo país, ya que cada uno vive en un contexto diferente. Si atendemos a los datos de Venezuela, el anterior gobierno a Chávez, el de Rafael Caldera tuvo niveles de inflación que superaron el 100%, mientras que la del 2009 fue del 25%, un 5% menos que en el 2008. Un nivel bastante positivo en comparación con los anteriores gobiernos. La inflación baja en Venezuela, pero Público prefiere que no se sepa y da datos de analistas opositores anónimos basados en juicios de valor, ya que esos datos no se sustentan. No son reales ni responden a los datos que si se observan en el presente.

Fuente: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article14176