Una vez perdido el referendum aprobatorio, las acciones del gobierno han evidenciado un vuelco. Algunos análisis concluyen que ha habido un proceso de derechización, evidenciado por la salida de varios personajes asociados a las corrientes de izquierda y del partido comunista; así como la inclusión de personajes que no se han mostrado muy afectos a […]
Una vez perdido el referendum aprobatorio, las acciones del gobierno han evidenciado un vuelco. Algunos análisis concluyen que ha habido un proceso de derechización, evidenciado por la salida de varios personajes asociados a las corrientes de izquierda y del partido comunista; así como la inclusión de personajes que no se han mostrado muy afectos a las ideas más vanguardista de la izquierda revolucionaria. Bajo este escenario no se podría más que hablar de un freno en el proceso de avance y construcción del Socialismo Bolivariano.
Otros análisis llevan a un escenario diferente, menos de momento y más reposados, hallan en los últimos movimientos del líder de la revolución un contenido estratégico militar. Hay un reagrupamiento de fuerzas luego de una derrota. Este reagrupamiento puede estar acompañado de diversas presiones, desconocidas para la opinión pública, que hacen detener al líder en el avance, al menos en el discurso, de la profundización del proceso.
Las características del proceso revolucionario venezolano son complejas. El discurso desclasado, la falta de definiciones concretas y las alianzas con la burguesía, se enmarcan en un proceso político donde los discursos marcan la pauta del día y las acciones que conduzcan a un verdadera profundización del proceso revolucionario se efectúan con una tranquilidad desesperante. La conciencia de clase, por tanto, ha sido poco desarrollada, por lo que las condiciones subjetivas de la revolución socialista no se han podido concretar. Más sin embargo, existe una apertura importantísima para las agrupaciones y movimientos de base para actuar en nombre del socialismo; concepto y objetivo rescatado por el presidente el 11 de febrero en el discurso a la Asamblea Nacional. Existe ahora una desaceleración del proceso bolivariano, que proviene del gobierno y no debe determinar las acciones de la base.
Ahora el proceso debe reunificarse y determinar sus objetivos. La pérdida del referendo no quiere decir más que el rechazo al referente del socialismo que le ha sido impuesto mediante los medios de comunicación privado al pueblo. Incluso no ha sido un rechazo contundentes, puesto que el chavismo duro salió a votar a favor mientras la oposición no creció sino un par de centenares de miles de votos; fue el sector denominado chavismo blando y los ni-ni, quienes habrían apoyado al presidente en el 2006, los que se abstuvieron.
La ausencia de las clases sociales en el discurso político y el ocultamiento de la lucha entre ellas, ha sido una debilidad importante del proceso que debe ser atacada de inmediato. La clase trabajadora es el sujeto histórico de la revolución socialista, y al parecer no esta enterada. La abstención de cerca de tres millones de votantes, que en el 2006 apoyaron la reelección del presidente, es un indicativo de que el proceso de divulgación de información y de creación de la conciencia ha sido un fracaso. Mientras la oposición, que representa los intereses de la burguesía, se metió en los barrios, de donde había sido prácticamente expulsada, y repartió caricaturas explicando de forma tergiversada la reforma constitucional para alentar su desaprobación; nosotros, entregamos libros de 80 paginas con el discurso del Presidente el cual contenía la propuesta de reforma. No hubo intentos serios de potabilizar la reforma y explicar claramente al pueblo de qué se trataba.
Por otro lado, la maquinaria electoral se desmanteló y se sustituyó por un partido que apenas existía; no se previó el poco apoyo que propinarían los alcaldes, gobernadores y todos aquellos cuyas cuotas de poder se verían reducidas de aprobarse la reforma. Si bien el revés tuvo lados positivos, como la legitimación del poder electoral, los aspectos negativos fueron muchos y ponen en jaque el proceso más importante que se vive actualmente en el mundo.
¿Cuales debe ser entonces los pasos a seguir?
Ya que el liderazgo del proceso esta en pausa, el surgimiento de los grupos de base debe ser el principal motor de un proceso que siente las bases para que se den las condiciones subjetivas. Todos los revolucionarios debemos avocarnos a generar la conciencia necesaria para la unificar los intereses de la clase trabajadora mediante la impartición de las herramientas teórico conceptuales que permitan la compresión del sistema capitalista, los determinantes de las condiciones materiales y espirituales de existencia que este sistema impone a las grandes mayorías y por lo tanto la necesidad de trascenderlo hacía el socialismo como un estadio más elevado de organización social. La definición del socialismo es sumamente importante, ya que se debe otorgar un referente que si bien sea teórico, permita generar un ideario de lo que es o debería ser el socialismo. De esta forma vamos a tratar de hacer una lista de algunas acciones a tomar en el campo del desarrollo de las condiciones subjetivas:
· Definir el Socialismo Bolivariano y cuales son las características de la propiedad en este sistema.
· Formar a las mayorías en el materialismo dialéctico, como una herramienta que permita entender el sistema capitalista y como este condena a la explotación a la mayoría y permite un nivel de vida superior a unas minorías ridículas; resaltando el hecho de que por más que se trabaje no se dejará de ser explotado y de servir al enriquecimiento de unos pocos.
· Fomentar la autogestión obrera como una posibilidad factible y difundir la idea de que es posible establecer procesos productivos en ausencia de patronos.
· Activar la producción cultural que represente los valores de clase y estimule la aparición de referentes del Socialismo.
En el campo del desarrollo de las condiciones objetivas, se proponen otras ideas con son:
· La reforma tributaria como medida urgente, con la cual puede controlarse la inflación y la concentración del capital.
· La compra o expropiación de grandes medios de producción monopólicos que son contrarios incluso al sistema capitalista y debido a su naturaleza, pasarlos a dirección del Estado.
· La nacionalización de la banca, con lo cual se controlaría el sistema financiero y podría controlarse la corrupción y las acciones en contra del Estado, entre otras.
· El impulso de los consejos comunales como medios de administración de poder que conllevan a la profundización de la democracia, necesaria para el proceso de transición al socialismo.
· Seguir fomentando el desarrollo de la economía social, las pequeñas iniciativas productivas y fortalecer el movimiento cooperativo mediante el financiamiento y la adecuación del sistema legal.
· La creación de nuevas ciudades y polos de desarrollo que permitan la integración económica entre las diferentes regiones del país; orientadas a la producción bajo esquemas de autogestión y de propiedad colectiva sobre los medios de producción.
Así pues, entendemos el proceso como una oportunidad para que los movimientos de base realmente comprometidos con la revolución socialista tomen en serio su misión. El PSUV es un partido policlasista que tiene como sujeto histórico de la revolución al ciudadano, concepto difuso y descargado de todo contenido político e ideología revolucionaria. Donde se duda de sí debe luchar contra el capitalismo o el imperialismo, sabiendo que el segundo es producto del primero; donde cabe preguntar ¿para qué cortar las hojas de la mala hierba si se puede cortar su raíz?. El clarín de la patria llama, para que los movimientos de base demos nuestros aportes serios en la construcción del socialismo. Somos la esperanza de la humanidad, somos un apoyo para los procesos de cambio social en Latinoamérica por lo que nuestra responsabilidad es aún mayor.
Asociación Latinoamericana de Economistas Marxistas